CSC Ayesa.- Los trabajadores andaluces tenemos que comprobar, con indignación,  cómo la Presidenta de la Junta de Andalucía se autoproclama como la defensora de Andalucía y de los más débiles.

Nada más lejos de la realidad, no se nos olvida de las agresiones permanentes contra los derechos de los trabajadores del PSOE, desde los tiempos de Felipe González al día de hoy en la Junta de Andalucía. Agresiones que se han complementado con la otra pata del gobierno de la Patronal, el Partido Popular.

El sector informático es un ejemplo de la política laboral de la Administración andaluza desde hace más de 30 años: Precariedad, subcontratación, corrupción y explotación.

En la mayoría de los proyectos que la Junta de Andalucía subcontrata se introducen en los contratos cláusulas como esta, que forma parte del contrato DESARROLLO TECNOLÓGICO Y APOYO A LA IMPLANTACIÓN DE SERVICIOS DE ADMINISTRACIÓN ELECTRÓNICA DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA, para la Consejería de Hacienda y Admon Pública:

Se comprueba la sensibilidad social, el respeto a los derechos de los trabajadores y la consideración con la clase obrera cuando demandan “total disponibilidad horaria del equipo de proyecto (incluyendo noches, sábados, domingos, festivos) cuando la criticidad o urgencia de las peticiones así lo exijan”, o lo que es lo mismo, cuando a ellos y a las empresas de servicios, que la misma Junta de Andalucía amamanta y estimula y que siembran de precariedad y miseria las relaciones laborales, les dé la gana.

Pero hay más. Mucho hablan desde la Junta de Andalucía de la igualdad entre hombres y mujeres, de Planes de Igualdad – por la que también se nutren económicamente empresas, CCOO y UGT – pero ahí está la igualdad que concibe la Junta de Andalucía: trabajar noches, sábados, domingos y festivos. Y mientras a los trabajadores nos ofertan la esclavitud asalariada, la Junta de Andalucía a los empresarios los riega de subvenciones, de ayudas para que se internacionalicen y se lleven las empresas, y los puestos de trabajo, al extranjero. Resulta que no hay dinero para la dependencia, no hay dinero para mantener abiertas alas de hospitales, ahorrándose así contratar a médicos, o no hay dinero para mantener al profesorado interino, masificándose las aulas pero, sin embargo, hay todo tipo de ayuda económica y material para los empresarios, así como todo tipo de propaganda y de condecoraciones cuando ellos, y sus gobernantes, son los responsables de todos los males que aquejan al Pueblo andaluz.

Ahí está el rostro de la Junta de Andalucía de Doña Susana Díaz: Pisotear los derechos de los trabajadores. Ignorar las conquistas y los derechos de los trabajadores.

Con esta praxis, no es de extrañar que la realidad  de Andalucía sea casi un millón y medio de parados, empleos precarios, explotación laboral, y mucha corrupción (1.000 imputados y 6.000 millones de euros defraudados).

Es momento de echar a todos aquéllos que pisotean los derechos de los trabajadores, nos explotan hasta la extenuación  y que siembran de precariedad, corrupción, paro y miseria nuestra tierra.

*COORDINADORA SINDICAL DE CLASE (C.S.C.) EN ANDALUCIA