Almacén de botellas de cava de vinos de la Marca de Calidad Diferenciada Cueva, en Villanueva de Alcardete

Un sonido no variará en las fiestas de Navidad de este año, el del descorche de las botellas al final de las cenas para brindar. Pero lo que sí puede cambiar es el origen de los vinos espumosos con los que se brinde. El cava catalán está pasando por uno de sus peores momentos, ya que a la crisis económica se ha unido el boicot a los productos catalanes de buena parte del resto de los consumidores de España debido a las decisiones políticas que se están tomando en Cataluña en pro de la independencia.

De esta situación se están beneficiando los vinos espumosos elaborados en otras regiones de España. Entre ellas, destaca Castilla-La Mancha, cuyas bodegas llevan muchos años elaborando este tipo de productos, pero es ahora cuando están viviendo su momento más dulce. Denominaciones de origen como La Mancha y Valdepeñas, además de la Indicación Geográfica Protegida Vinos de la Tierra de Castilla, son un claro ejemplo de ello. Pero destaca especialmente la Marca de Calidad Diferenciada Cueva de Villanueva de Alcardete, que este año prevé duplicar prácticamente las ventas, pasando de las 670.000 en 2013 al millón de botellas en 2014.

La producción de vino espumoso en Castilla la Mancha se articula alrededor de este municipio toledano, cuyas bodegas son pioneras en la elaboración de espumoso en la región. Producen desde 1987, a partir de uvas macabeo y airén, buena parte de la totalidad de este tipo de caldos en la comarca manchega. Poco a poco se han ido sumando muchas bodegas tanto de Toledo como de Ciudad Real que, aunque no alcanzan producciones importantes, dan una idea de la variedad de espumosos que alberga esta región.

Tal y como ocurrió en otras partes de España, la eclosión llegó con el boicot al cava del año 2004, situación que aprovecharon los productores para hacerse un sitio en el mercado. En la actualidad, tras varios años de importantes subidas de producción y de creación de nuevas bodegas, la situación se ha estabilizado, pudiendo decir que los espumosos castellano-manchegos tienen un buen lugar en el mercados regional y nacional, e incluso a nivel internacional.

En este sentido, según informa el Gobierno regional, las cifras del vino espumoso de Castilla-La Mancha en el ámbito de las exportaciones son muy positivas, ya que se ha pasado de vender fuera de España 59.000 litros en 2001 a un volumen de exportación de 22,7 millones de litros, por valor de 9,3 millones de euros, en los últimos años.

El presidente de la Asociación Marca de Calidad Diferenciada Cueva de Villanueva de Alcardete, Domingo Picazo, considera que la situación política en Cataluña está beneficiando a los vinos espumosos que ellos elaboran, ya que «hay mucha gente que rechaza los productos catalanes y especialmente el cava, porque los catalanes han hecho del cava una bandera desde hace mucho tiempo y cuando se juega con las banderas se puede convertir en un problema».

De este modo, según informa Picazo, en Villanueva de Alcardete están trabajando desde el mes de septiembre a dos turnos e incluso a tres, debido a la carga de trabajo que tienen las bodegas de cara a las fiestas de Navidad. Esta situación, comenta, viene produciéndose desde el pasado año, pero en este más si cabe.

Los cavas de Villanueva de Alcardete se pueden encontrar desde hace seis años en tiendas especializadas de vino y en grandes supermercados de Castilla-La Mancha y Madrid, además de en restauración. Pero el presidente de dicha asociación dice que hace dos meses han firmado un acuerdo con Makro, Hiper Usera y El Corte Inglés para que sus vinos espumosos se vendan en estas superficies comerciales de toda España.

Picazo asegura que, en principio, sobre todo van a incrementar las ventas en los productos de más calidad de Cueva, como son los Brut Nature y los Reserva, alcanzando el millón el número de botellas que vendan. Las previsiones que manejan reflejan que van a duplicar las ventas en marcas como Latúe, Alcardet o Carolus e incluso, señala, es posible que no puedan atender toda la demanda y se queden sin producción.

Marca propia

La Marca de Calidad Diferenciada Cueva distingue en el mercado a un total de seis bodegas de Villanueva de Alcardete elaboradoras de vinos espumosos por el método tradicional. Comparándolos con los cavas catalanes, Picazo afirma que en numerosas catas que han hecho «ocho de cada diez personas prefieren los productos castellano-manchegos, porque son muy fáciles de beber y entran mejor al ser menos ácidos». Además, otro punto a favor, indica, es el precio, ya que son «más asequibles».

De hecho, el presidente de la Asociación Cueva recuerda que en 1987 las bodegas de Villanueva de Alcardete iniciaron conversaciones para entrar en el Consejo Regulador del Cava, pero les obligaban a elaborar sus productos con las variedades de uva catalanas y, por eso, se negaron. Así, los vinos espumosos de Castilla-La Mancha se elaboran con variedades de esta región, siendo la gran mayoría de uva airén y macabeo, que se caracteriza por una acidez muy equilibrada, aunque desde hace siete años también se utiliza la chardonnay.