Los jóvenes españoles se posicionan a favor de aspectos polémicos como el aborto, la adopción por parte de parejas homosexuales o la eutanasia. No obstante, un 38,7% considera como altamente admisible la pena de muerte en casos de delitos muy graves y un 56,1% contempla la implantación de la pena capital. Así lo refleja el estudio ‘Jóvenes y valores’, elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud. El informe indica que más del 60% de los encuestados se muestra a favor de la libertad total para abortar, la adopción de hijos por parte de parejas homosexuales y la legalización de la eutanasia, que contrasta con el índice de aceptación del suicidio, un 14,3%.

El estudio, ‘Jóvenes y Valores’, ha sido presentado por el director general del Centro Reina Sofía de la FAD, Ignacio Calderón; su director técnico, Eusebio Megías y el catedrático emérito de Sociología de la Universidad de Deusto y coordinador del trabajo, Javier Elzo. Se basa en 1.003 entrevistas estadísticamente representativas a jóvenes entre 15 y 25 años y residentes en 82 puntos del territorio nacional.

Según esta encuesta domiciliaria, elaborada tras consultar a 1.003 adolescentes y jóvenes de entre quince y 24 años, los valores asociados al compromiso con lo colectivo han experimentado un gran crecimiento entre los jóvenes en los últimos diez años. Ignacio Calderón, director general del Centro Reina Sofía afirma que “los jóvenes aparecen como un colectivo vinculado con lo común y resulta cada vez más habitual la figura del joven activo y participativo, identificado con los problemas sociales, en contraposición a la errónea imagen de apatía y desinterés”.

Los partidos políticos, el sistema financiero, las organizaciones religiosas o el sistema parlamentario son las instituciones peor paradas según la encuesta. Más del 50% de los consultados declaran un bajo nivel de confianza en las mismas. Por su parte, las ONG, el sistema educativo o los medios digitales son las instituciones mejor valoradas.

Resultan llamativas las variaciones en la percepción de la identidad propia respecto a estudios previos. Valores como la honradez, la responsabilidad, el compromiso o la solidaridad destacan entre los rasgos señalados como característicos. “No sabemos si los jóvenes son así pero lo que está claro es que estas cualidades se perciben como positivas”, declara al respecto Calderón.

En cuanto a la implicación en temas políticos y sociales, las principales inquietudes se centran en los recortes en materia de sanidad, educación o atención a las personas dependientes. Más de la mitad de los encuestados señalan estos ámbitos como prioritarios en los que evitar la reducción de recursos.