La batalla de los valores
En primer lugar dar desde estas líneas a Alerta Digital, y en especial a mi paisano Armando Robles, mi más sincero agradecimiento por incluirme entre su equipo de colaboradores.
Valores, ahí reside el quid de la cuestión.
Por encima de luchas electorales, siglas políticas y de gestión de la cosa pública, si no hay detrás la promoción de un sistema de valores, poco o nada se puede hacer y cambiar, salvo la ocupación efímera de parcelas de poder.
A diario vemos como la “derecha política”, representada por el PP en España y formaciones afines en el resto de Europa, se pliega de forma sumisa a lo dictados del marxismo cultural. Un marxismo cultural que, debe su grado de influencia al fundador del Partido Comunista Italiano, Antonio Gramsci, haciendo más por su causa, que toda la red de gulags y agentes represivos de un soviet cualquiera.
Vemos como desde la cotidianeidad de concursos televisivos hasta series de ficción, películas e incluso publicidad comercial, se van inoculando valores e ideas que han cambiado la mentalidad de nuestros compatriotas y de quienes viven en el resto de Europa, sobre todo en su parte occidental.
Mientras esto está pasando, esa derecha “civilizada” -por no decir domesticada- por el marxismo cultural, una derecha que asume como propios los valores “progresistas”, no ha movido un dedo, salvo alguna iniciativa muy aislada en querer fomentar un sistema de valores alternativo a la hegemonía “progresista”.
Por ello, es de capital importancia, la existencia de no solo de una iniciativa política que haga de la defensa de la identidad y de la justicia social, banderín de enganche; es esencial además librar la batalla de los valores, remover conciencias y no solo disparar cañonazos contra el discurso hegemónico del Sistema, sino combatir las ideas falsas con las verdaderas.
Para este lucha, es fundamental la existencia y coordinación de los distintos medios de comunicación disidentes con lo políticamente correcto, librar la batalla de los valores y sentar las bases para combatir la actual mentalidad nihilista y la promoción de un sistema de valores alternativo, basado en la defensa de la tradición, la espiritualidad, la identidad, el patriotismo, el derecho a la vida, la justicia social, el honor, la belleza, el trabajo digno, el mérito y el esfuerzo.
Unos valores permanentes que hoy parecen enterrados y olvidados y que es preciso volver a rescatar, si realmente queremos que las cosas cambien.
Me temo que Occidente perdió sus valores cuando proclamó la muerte de Dios; vació sus alforjas y se echó a correr en campo abierto sin saber hacia dónde ni poseer lo necesario para sobrevivir. Afortunadamente (y como pasó con la caída del Imperio Romano), hubo quien se preocupó por preservar lo que había que preservar mientras el resto del mundo se revolcaba en el caos hasta adquirir una nueva forma.
Amigo Carlos,te deseo que logres el exito personal,y profesional en esta nueva etapa
Excelente artículo.
Los únicos valores que preocupan a nuestra partitocracia son los bursátiles.
Dejación, olvido, desidia, traición, rendición todo ello nos ha llevado a la situación actual.
Todo, salvo la muerte, es reversible y esta situación también.
Tiempo al tiempo.
1. Paciencia y oración
2. Ora et labora
¿Ahora los “alternativos” sois los que defendéis la tradición, el patriotismo o el honor? Menuda vuelta ha dao la tortilla.
Dependiendo de los valores que busques o defiendas, buscarás una alternativa u otra.
Por supuesto que los que llevamos algo de tiempo visitando este medio conocemos los valores y principios de Sabadell931, por lo que me veo en la obligación de agradecerte lo comedido de tu comentario.
Gracias.
¡Bienvenido! Y enhorabuena por el artículo.