Una mujer de 28 años de edad ha sido detenida en Peñarroya–Pueblonuevo (Córdoba) por agentes de la Guardia Civil como presunta autora de un delito de lesiones y otro de maltrato animal.

La joven ha sido acusada de matar a su perro, siendo el motivo que le indujo a esta acción que el animal había atacado previamente a un vecino.

La detención se producía una vez que una patrulla hallaba en las inmediaciones del embalse de Sierra Boyera, el cadáver de dicho perro, el cual no pudo ser identificado ya que no llevaba el microchip pertinente.

Tras este hallazgo, los agentes averiguaban que un vecino de la localidad había sido atendido en el hospital de Peñarroya-Pueblonuevo por mordeduras de un perro, el mismo que había sido localizado muerto.

Las investigaciones llevaron hasta la detenida, a quien se le atribuyó la propiedad del animal. Ésta, tras el ataque al hombre, “trató de borrar cualquier indicio que la pudiese relacionar con la propiedad del mismo”, declaraba la Guardia Civil, “por lo que se detuvo a la mujer”, afirman.

CONTRATADA A MÁS DE UN AÑO DE CÁRCEL POR MALTRATAR A SU HIJO DE 17 MESES

Por otra parte, una mujer tendrá que hacer frente a una pena de un año y tres meses de prisión por pegar a su hijo de poco más de un año de edad, después de que el Juzgado de Instrucción número 4 de Fuengirola (Málaga) le impusiese esta sanción, que ahora ha confirmado la Audiencia Provincial. En concreto, se le considera culpable de dos delitos de malos tratos, por lo que también se le condena a no acercarse al menor durante dos años a menos de 500 metros.

El Tribunal considera que la mujer maltrató, en al menos dos ocasiones, al pequeño de 17 meses. Siempre según la sentencia, le propinó golpes que le ocasionaron diversas heridas como hematomas en la cara o erosiones en la espalda, glúteo y piernas.

Pese a que la acusada se intentó escusar durante el juicio alegando que el niño sufrió una caída, la Sección Novena de la Audiencia malagueña ha desestimado este argumento. La resolución judicial hace referencia al informe forense, en el que se especifica que las lesiones que presentaba el pequeño no eran compatibles con que se hubiese precipitado.

En este sentido, la Sala indica que, aunque pudiera haberse caído en una ocasión, no se explicaría el mordisco en el glúteo y los hematomas y heridas que tenía el menor en la cara y otras partes del cuerpo. Asimismo, se precisa que la evolución de las lesiones revela un transcurso de varios días, por lo que las lesiones habrían tenido lugar en momentos distintos.

Los jueces de la Audiencia malagueña aseguran que tampoco existe duda sobre la autoría de la acusada. Así, en el documento judicial hacen referencia a las declaraciones del padre del niño, quien aseguró que la madre le reconoció los hechos. Además, manifestó que, «al ver las lesiones que mostraba el menor, aprovechó que ella estaba duchándose para llevarlo al médico».

Ante estos hechos, la Audiencia cree justificada la pena impuesta a la madre del pequeño. Argumenta esta postura asegurando que atiende a la importancia y gravedad que entraña el maltrato en el ámbito familiar respecto a las personas más débiles y que se realiza en aras a la protección de esa especial vulnerabilidad de los sujetos.