La farsa de la UE: Escaños vacíos en el Parlamento Europeo.

J.Torres*.- Expresamos el rechazo del pueblo español a esta Europa supranacional, vasalizada, neoliberal, antisocial, atlantista e imperialista. Nos oponemos a esta Europa al servicio de la finanza mundialista y bajo dominación germanoestadounidense. Esta supuesta Unión Europea y su moneda única no son reformables, razón por la cual los pueblos europeos no tienen otra salida que la de derribar esta entidad artificial, verdadera cárcel de pueblos que es ésta “Europa en construcción” sinónimo de regresión económica y social.

En el marco de la necesaria liberación nacional del yugo europeista, Soluciona es partidario de la abstención ciudadana a las elecciones europeas en general y particularmente a la que tendrá lugar el 25 de mayo. Contrariamente al discurso oficial de la casta política europea, no existe un “pueblo europeo” a día de hoy. Si tomamos en cuenta el impulso del rechazo popular a esta supuestra “construcción europea”, ya es evidente que el objetivo, anunciado hace algunos años, de dar nacimiento a una nación europea y a una soberanía popular a escala europea será todavía por mucho tiempo un sueño dogmático e ideológico, surgido de un nihilismo nacional que sólo podemos lamentar.

La institución llamada “Parlamento Europeo” no tiene en realidad ninguna legitimidad, ni tampoco ninguna finalidad otra que la de escenificar una engañosa democracia supranacional que busca confiscar nuevos poderes, debilitar todavía más a los parlamentos nacionales y destruir la soberanía popular y nacional. Sin embargo, esta posición de principios en favor de la abstención puede legítimamente hacer surgir interrogantes en los patriotas.

Algunos dirán: ¿No consiste la abstención en dejar el campo libre a los europeistas, los cuales aunque sean elegidos con una ínfima participación de los votantes reivindicarán sus legitimidad “democrática? ¿No es perder la ocasión de enviar al Parlamento Europeo numerosos opositores suceptibles de intervenir públicamenbte y de demostrar a los ojos de los pueblos el caráter funesto del proyecto de “construcción europea” y su corolario de destrucción de las naciones y accelerar la caída de la cárcel de pueblos que es la UE? ¿No es esta postura una dispersión de las estrategias de los movimientos cercanos a los valores que defendemos los patriotas, algunas de cuyas formaciones partidarias si se presentan a estas elecciones?

Soluciona tiene como objetivo y verdadera vocación la unión de todos los patriotas y la cohesión nacional que exige hoy la construcción de una gran concentración patriótica y social que debe aspirar a ser mayoritaria. Desde el respeto a las decisiones de partidos y formaciones cercanas a nuestro credo político, que eligen llevar a cabo sus propias estrategias en este terreno, llamamos a la abstención ciudadana y al boicot militante, al rechazo popular de la Europa supranacional, vasalizada, neoliberal, antisocial, atlantista e imperialista. El Parlamento Europeo es una institución antinacional que debe ser disuelta.

Algunos pretenden que la abstención no es más que la expresión frívola de ciudadanos irresponsables que desprecian un derecho conquistado con grandes exfuerzos y sacrificios o que no quieren participar de la vida política del país. La abstención sería anticiudadana, la negación del compromiso político, una especie de pasotismo de naturaleza antisocial.

Nada de eso es verdad.

La abstención es muchas veces una expresión política que expresa con la mayor claridad el reconocimiento o no de la legitimidad de la institución que organiza la elección. Soluciona se pronuncia por el boicot a las elecciones europeas, por el rechazo activo a esta farsa, en favor de la abstención ciudadana.

Los militantes y dirigentes de Soluciona se pronuncian por la abstención y a través de esta postura por la salida de la UE, del euro y del capitalismo neoliberal. Llamamos al boicot de la elecciones europeas en una decisión que es 100% democrática, ciudadana y desinteresada.

Democrática porque se trata de hacer oir la voz del pueblo, de denunciar esta farsa de un parlamento fantoche, sin legitimidad, un parlamento que es una máscara que pretende disimular la naturaleza profundamente antidemocrática y dictatorial de la UE.

Ciudadana porque nos negamos a legitimar con nuestro voto una UE que destruye la soberanía popular y la independencia nacional, una UE que impone una competencia sin merced entre los asalariados, que los condena al paro, que priva a la juventud de un provenir y que conduce a la descomposición del Estado español, una UE alineada en todo con la política de los EEUU, un Estado imperialista agresivo y belicista que no conoce aliados sino vasallos. Lo hemos comprobado ayer en Yugoslavia, en Irak, en Afganistán, hace poco en Libia, hoy en Siria y en Ucrania, donde los EEUU y sus pequeños acólitos europeos están sentandos las bases de una posible conflagración de alcance incalculable y llevando a la humanidad al borde de un abismo. La abstención es una postura ciudadana porque permite que se imponga una verdadera política de progreso social colocando el mundo del trabajo en su centro. Esto es imposible con la UE cuyo objetivo apenas disimulado es destruir todas las conquistas sociales. El engaño de todos los que hablan de una “Europa social” desde hace décadas debe ser desenmascarada: un cocodrilo no se transforma en un pacífico vegetariano.

Desinteresada porque no se trata de defender un interés partidario ni pretender aprovecharse de generosos subsidios atribuidos a los hombres de paja del Parlamento Europeo, sino de hacer comprender el rechazo masivo hacia la UE mediante un tsunami de abstenciones, de mobilizar los ciudadanos en la perspectiva del enfrentamiento entre la oligarquía capitalista neoliberal y el conjunto de los sectores productivos de nuestro continente.

El discurso ambiente de la casta política y de los medios de comunicación a su servicio, es decir los perros guardianes del Sistema, consiste en describir la abstención como un fenómeno social que traduciría una pérdida de consciencia política y una desmobilización intelectual acerca de la marcha de la sociedad, negándole sistemáticamente todo contenido político a esa postura, disculpando de paso a las élites políticas y culpabilizando en definitiva al pueblo víctimas de esas mismas élites.

La tasa de abstención en las elecciones europeas no ha hecho más que aumentar con el paso de los años. Una buena parte del electorado, sobre todos las clases trabajadoras y medias, está convencido de que ese voto no sirve de nada en las actuales circunstancias. Resulta difícil negar el contenido político a una ruptura tan clara en el comportamiento electoral de los ciudadanos. La gente no vota porque ve, elección tras elección la repetición incesante de una misma traición, constantemente renovada, corregida y aumentada, de sus elegidos. La abstención creciente en las elecciones europeas tiene un significado político innegable.

Las autoridades europeas y los partidos que participan de esta impostura de la UE se ven muy contrariados con las cifras estratosféricas de la abstención en las elecciones europeas. Tal es así que no dejan de hacer campañas (a cada cual más inane y ridícula) gastando fortunas para convencer a la gente de ir a votar (no importa a quien o a qué: ese voto les sirve para legitimar la “construcción europea”).

https://www.alertadigital.com/2014/04/27/happy-voting-la-ue-desenfunda-su-arma-absoluta-contra-la-abstencion-el-25-m/

Y es que si nadie vota, ¿cómo hacer creer que las imposiciones de Bruselas y Francfort son legítimas si no tienen el respaldo masivo del pueblo europeo? La verdad es que el Parlamento Europeo es una farsa, una simple cámara de registro, totalmente aherrojada por la alianza PSE/PPE hecha para resistir a las turbulencias en su contra y garantizando la estabilidad y la permanencia de la dictadura de la oligarquía capitalista. Si la abstención es masiva, entonces la ilegitimidad de esta UE al servicio del capital y de una empresa totalitaria aparecerá en toda su deslumbrante realidad y alimentará una respuesta popular que ya se empieza a manifestar de distintas maneras en toda Europa, desde España a Grecia, pasando por Francia y hasta Alemania.

La propaganda oficial de la UE nos quiere hacer creer que el aumento de la tasa de abstención es general en todos los procesos electorales en Europa y que por lo tanto no estaríamos ante un rechazo político de la UE sino de una falta de educación ciudadana, pero la verdad es que los niveles y la velocidad de esa abstención es propia y exclusiva de la elecciones europeas. En algunos países de la UE la abstención a las Europeas llega a doblar o triplicar la abstención a las elecciones presidenciales. Nos cuentan entonces que esto es debido a una falta de interés por la cosa europea, una incomprensión del tema y que algo de pedagogía sería necesario para que los electores entendieran la importancia de ese proyecto de “construcción europea”.

Resulta evidente que en este caso la abstención no corresponde a otro motivo que a la oposición a la dictadura de la UE. Es un acto de afirmación ciudadana, el rechazo activo de una farsa electoral, una patada en el trasero de la oligarquía capitalista neoliberal.

El próximo 25 de mayo, la mejor elección para manifestar nuestro descontento hacia la UE será boicotear activamente las elecciones europeas.

*Economista y secretario de Comunicación de Soluciona