Las alarmas se han disparado en el Real Madrid al desvelarse que Cristiano Ronaldo sufre una rotura fibrilar que le obligará a perderse la final de la Copa del Rey del próximo miércoles en Mestalla, aunque el club blanco, tan dado al ocultismo, se ha limitado a reconocer que al crack portugués se le ha detectado «una lesión en el bíceps femoral izquierdo» y está «pendiente de evolución». A menos de una semana para que el Madrid dispute uno de sus partidos trascendentales de la temporada, salvo recuperación milagrosa del crack portugués, los blancos no podrán contar, en su primera gran batalla del año por un título, con su futbolista más determinante, con el autor del gol que dio a los blancos la Copa de 2011, frente al Barça, después de 17 años de sequía.

El madridismo reza ahora porque Cristiano llegue a tiempo al clásico, aunque las previsiones son tan pesimistas que se teme que tenga que estar dos semanas de baja. En el caso de forzar con el astro luso para Valencia, los blancos se arriesgan a quedarse sin su máximo goleador y jugador más resolutivo en el tramo decisivo del curso, cuando la ‘décima’ es una auténtica obsesión y las semifinales de la Liga de Campeones están tan cercanas. CR7 incluso es ahora duda para el partido de ida de la máxima competición europea (el día 22 ó 23). Afectado desde hace un mes por una tendinitis rotuliana en la rodilla izquierda, su nueva lesión en la misma pierna, aunque se trate de una microrrotura, le dejará en el dique seco durante, al menos, siete días.

Diego Costa, en una situación parecida

Como precedente más cercano, el delantero rojiblanco Diego Costa cumplió este jueves su noveno día de baja tras sufrir el primero de abril, durante el Barça-Atlético, ida de las semifinales de la ‘Champions’, una «lesión muscular de grado I del músculo semitendinoso de la cara posterior del muslo derecho». Sin rotura, según aseguró el club rojiblanco. El goleador hispano-brasileño llegó a ser dudoso para ese partido a causa de una contusión en la rodilla izquierda sufrida tres días antes en San Mamés y debió retirarse del Camp Nou a la media hora, aunque pretendía continuar. En el caso de Cristiano, aunque no se especifica a través de un escueto parte médico emitido por el Real Madrid si el portugués ha sido víctima de una rotura o de una contractura, por mínima que sea su lesión y por fuerte que sea su musculatura, no es de esperar que el futbolista que acumula tanta fatiga esté en condiciones para Mestalla.

Se lesionó el día 2 frente al Borussia Dortmund en el Bernabéu, donde en un hecho insólito Cristiano reclamó el cambio, y su tendinitis ya aconsejó que el portugués descansase en Anoeta, en el encuentro anterior a la vuelta europea de cuartos en terreno alemán. Ya que Cristiano es insaciable y quiere jugarlo todo, el portugués ya estaba preparado para reaparecer el martes en el Signal Iduna Park, para la resolución de la eliminatoria de la ‘Champions’. La preocupación saltó el lunes, cuando la estrella madridista debió abandonar el entrenamiento en Dortmund aquejado de una sospechoso pinchazo en el muslo de la pierna izquierda que le llevó a sentarse sobre el césped con muy mala cara. Entonces ya se preveía que su lesión muscular, origen o no de su tendinitis rotuliana, era más grave de lo previsto. Pese a todo, sí entró en la convocatoria de Carlo Ancelotti, para ser suplente y no jugar un solo minuto en Alemania, donde desde el banquillo se comió las uñas ante tanto sufrimiento madridista y hasta tuvo que ser advertido por los árbitros por lanzarse, presa de los nervios con el 2-0 de los germanos, hasta la zona técnica. Sin Cristiano, reservado lógicamente por su técnico y los médicos, el Real Madrid sufrió en el estadio del Dortmund su primera derrota.

Al no anunciar con claridad el Real Madrid el diagnóstico de la resonancia magnética a la que fue sometido el miércoles y mucho menos estimar un previsible tiempo de baja, el club blanco da lugar a todo tipo de especulaciones. Incluso ahora se llega a pensar en que Cristiano se calló sus dolencias en la rodilla y que sufre una lesión muscular desde hace tiempo, aunque dado que es un portento físico tenía el convencimiento de que nada podía frenarle. Ahora ya se puede confirmar que el ganador del Balón de Oro de 2013 no estará la noche del sábado en el Bernabéu para el partido liguero contra el Almería. En vísperas de toda una final de Copa. La desgracia llega en el momento más inoportuno.