Mariano Rajoy se ha mostrado hoy satisfecho, en el ecuador de la legislatura, de los resultados que han dado sus reformas económicas y los sacrificios impuestos a la ciudadanía. Y ha dado por hecho que, aunque España se enfrenta aún a serios problemas, lo peor ha pasado. “En octubre, por primera vez en 7 años, el desempleo fue menor que el año pasado en un 7%; para mí es claramente insuficiente -ha admitido- pero demuestra que se ha roto la tendencia a la baja y que en España empieza el crecimiento económico y la creación de empleo, desde luego, no gracias a sus políticas”, ha espetado al líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba.

En el día en el que se cumplen dos años desde su victoria electoral con mayoría absoluta, el jefe del Ejecutivo se ha enfrentado a las críticas del secretario general del PSOE y del portavoz de Iniciativa per Catalunya, Joan Coscubiela, durante la sesión de control al Gobierno. Ambos le han echado en cara una política económica que ha acrecentado las desigualdades sociales y ambos han reprobado también el proyecto de ley de Seguridad Ciudadana que, entre otras cosas, contempla multas de hasta 600.000 euros para quienes se manifesten sin permiso ante las Cortes Generales u otros edificios institucionales.

Rubalcaba le ha recordado además aquella portada de un periódico nacional en la que el entonces aspirante a la Moncloa aparecía rodeado de desempleados en una oficina del INEM y prometía arreglar el drama del desempleo. “Me preguntaba si sería capaz de hacer esa visita ahora o dentro de un año -dijo tras recordar que los datos de la OCDE, de la Comisión Europea y del propio Ejecutivo proyectan que al final de la legislatura el índice de paro será superior al del comienzo-; la respuesta es ‘no’ porque habría más parados con menos derecho, menos posibilidades de empleo y menos ayudas al desempleo”. Así, una vez más ha prometido que cuando el PSOE gobierne derogará la actual reforma laboral.

“No solo admite que habrá más parados sino que los quiere amordazados. No se crea empleo recortando la educación, la sanidad o con pucherazos como el de Cospedal -ha insistido el líder de la oposición en alusión a la reforma estatutaria con la que la presidenta de la Castilla-La Mancha pretende reducir el número de diputados de su parlamento autonómico- ni con multas disparatadas que recortan la libertad de expresión y de manifestación; así se recortan derechos pero no empleo”.

Rajoy ha argumentado que durante los cuatro años de Gobierno socialista el paro creció en 3,4 millones de personas y ha reprochado a Rubalcaba que se limite a dibujar un escenario negro sin aportar “recetas”. En una línea similar, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha subrayado que las inversiones han vuelto a España y la prima de riesgo ha bajado. “Convendría que el PSOE tomara nota”, ha sacado pecho.