LT.- En la siguiente entrevista, el profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Valencia y miembro fundador del partido SOLUCIONA, Luis Zapater Espí, cuenta los pormenores de su viaje a Polonia coincidiendo con la conmemoración del día nacional de aquel país, juinto a representantes de movimientos patrióticos de toda Europa. Señala Zapater que “estamos asistiendo a una verdadera primavera de las naciones” y asegura que “el movimiento nacionalista en Europa central y oriental es imparable”.

-¿Qué tal el viaje a Polonia?

Muy bien, aunque el tiempo no acompañó (no hubo un solo día soleado en toda la semana) la experiencia fue muy buena. He podido conocer Varsovia y tener una idea de la cultura e historia del pueblo polaco en primera persona.

-¿Por qué elegiste Polonia para pasar unos días de vacaciones?

Porque fui invitado para participar en la manifestación del día de independencia, que se celebró el lunes pasado, así como a una cumbre anti-climática coincidiendo con la celebración en Varsovia de la conferencia sobre el cambio climático de Naciones Unidas (COP19), en la que delegados de cerca de 200 países negociaron un acuerdo para reducir las emisiones de gases contaminantes. Protestamos contra la injerencia de las organizaciones internacionales en la soberanía de los Estados. En dicha Cumbre Anti-Climática se analizaron desde perspectivas alternativas la lucha contra la contaminación y contra la causa principal de la misma, que es la globalización económica de planeta. Representantes de diversos partidos nacionalistas europeos el Narodowe Odrodzenie Polski (Renacimiento Nacional de Polonia, NOP) (Vlaams Belang flamenco, el Jóbbik Húngaro, Fuorza Nuova Italiana, los suecos del partido Svenkarnas, y Democracia Nacional por España firmaron un documento alternativo al que se firmó en le Cumbre contra el Cambio Climático en el que se constataba que las supuestas emisiones de CO2 que presumiblemente están provocando el llamado “cambio climático” son una invención de la ONU promovidas por las naciones más contaminantes del Planeta para controlar el desarrollo industrial de las demás.

-¿Qué te ha llamado la atención del país?

El extremo nacionalismo del pueblo polaco. Los polacos saben muy bien que no pueden permitir que la independencia nacional por la que tantos millones de compatriotas suyos perdieron la vida pueda ser puesta en peligro en el momento actual, y obran en consecuencia sin la menor concesión ni a la izquierda ni a los poderes mundialistas. Es impresionante la elevada conciencia nacional de este pueblo que rinde homenaje permanente a sus caídos no sólo en los monumentos como el memorial de Katyn, sino incluso en las calles de Varsovia, donde colocan flores frescas todos los días y banderas en lugares señalados de la insurrección de 1944 para honrar a militares, civiles de todas las profesiones incluso a niños que cayeron cuando se rebelaron contra la ocupación germana.

En el museo militar pude comprobar cómo se lleva al extremo este interés por la conciencia nacional, pues llegaban grupos de niños con sus respectivos profesores de primaria que les enseñaban todo lo referente a la etapa de la II Guerra Mundial cuando el país fue dividido y reprimido por Alemania y la URSS. Para que veas hasta qué detalle enseñan a los niños su Historia más reciente fui testigo de cómo un profesor enseñaba a montar y desmontar armas de guerra de la II Guerra Mundial a sus alumnos e incluso como fabricaba la resistencia cocteles molotov.

En Polonia no hay ningún complejo por vestir a los niños el día de la independencia con uniformes de la juventud nacionalista polaca que son una especie de organización tipo boy-scoutt a los que se coloca un casco alemán con la bandera polaca como símbolo de los pequeños que dieron su vida por la patria como portadores de correo o incluso saboteadores durante la insurrección de la capital.

-¿Cómo se celebró el día de la independencia nacional?

Este lunes 11 de noviembre ha habido dos manifestaciones principales opuestas para su celebración. La primera fue patrocinada por el Gobierno y fue un completo fracaso, pues como mucho habría en ella unas 1000 personas. La segunda, que agrupaba a los movimientos nacional-patrióticos de Polonia apoyados por varios partidos europeos, y que fue llamada por la izquierda “la manifestación de los fascistas” fue un éxito rotundo. Y en parte dicho éxito se debió a la propaganda que la misma izquierda le hizo rogando a la ciudadanía que por la democracia no se sumara a la manifestación de los fascistas. Para que te hagas una idea del éxito de la manifestación te diré que el Ministerio del Interior Polaco calculó en 100.000 personas los participantes, por lo que mi cálculo de unos 200.000 no queda descabelladlo.

La manifestación partió de la Plaza del Desfile, donde se concentraron los grupos nacionalistas polacos y extranjeros, que fueron bendecidos por un sacerdote polaco que lanzó una proclama a los participantes declarando que “este es el Ejercito de Cristo contra el Mal”. Los manifestantes precedieron la marcha haciendo ondear banderas de Polonia al grito de “Dios, Patria y Honor”. Algunos manifestantes llevaban una enorme Bandera de más de 100 metros que fue bendecida por un sacerdote.

– ¿Es cierto que los manifestantes lanzaron consignas anticomunistas y contrarias a la Unión europea y al sionismo?

Al principio la marcha discurrió sin incidentes y nos hacían muchas fotos a los españoles por las banderas que llevábamos, (la nacional sin escudo, la bandera del escudo de España y la de la Cruz de Borgoña), pero pronto vimos cómo se veía en el interior de una bocacalle que daba a la ancha avenida por donde discurría la marcha una gran llamarada muy alta, de unos 10 metros de altura. Era una especie de “falla de Valencia” en la que se había convertido el monumento al Orgullo Gay, que fue quemado. Consistía en una enorme bandera con los colores del arco iris de 20 metros colgando de un arco metálico semicircular en una rotonda de una plaza, y algunos manifestante lo quemaron.

Luego llegó la típica provocación de la extrema izquierda cuando desde un edificio okupa extremistas de izquierda lanzaban piedras y cócteles molotov contra los manifestantes. Entonces tuvo lugar un espectáculo impresionante cuando aparecieron oleadas de cientos de jóvenes, algunos menores de edad, de los grupos nacionalistas más radicales y de equipos de futbol que se cubrieron las caras con capuchas, pasamontañas o pintura de la bandera nacional y atacaron el edificio lanzando docenas de artificios pirotécnicos como cohetes, masclets y petardos borrachos. La reacción policial no se hizo esperar y hubo una primera carga.

Posteriormente la manifestación discurrió sin incidentes hasta llegar a la embajada rusa donde unos descerebrados lanzaron petardos y cohetes hasta que consiguieron prender fuego a una garita de policía que la guarnecía. Los españoles, como no estábamos de acuerdo con ese acto de salvajismo que podía tener repercusiones internacionales muy negativas, bajamos nuestras banderas y desfilamos delante de la embajada con las enseñas enrolladas.

Hubo un pequeña carga alrededor de la embajada para evitar que los manifestantes intentaran saltar las vallas de la embajada.

Luego, en el punto más estrecho de la concentración, algunos manifestantes tiraron petardos a la policía y uno de los oradores por megafonía evitó que continuara el ataque que podría haber provocado otra carga policial diciendo “nyet provokatsia piroteknika”

Un último momento de tensión se vivió cuando se llego a la plaza en la que tenía punto final la manifestación, pues escuchamos por altavoz que la Policía daba cinco minutos para despejarla y la gente no se iba del todo. Entonces pude comprobar el enorme despliegue policial. Hasta el momento había visto dos líneas de policías antidisturbios con todo el equipo y escudos rectangulares que flanqueaban la manifestación e iban cerrando el paso a las calles que desembocaban en la ancha avenida por donde discurríamos para evitar que la marcha se desviara de su curso natural. Pero en la plaza vi un despliegue espectacular, cuando los policías aceleraron el paso (hecho que fue interpretado como una carga próxima) al avanzar unos 200 agentes flanqueados por escudos de punta a punta de la plaza seguidos de otros 200 que cubrían los huecos que dejaban los de la fila de delante y formaban en perfecta formación romana al tresbolillo, cubriendo los de la segunda fila. Como estudioso de táctica militar, fue un despliegue muy bonito aunque también con mucho poder amenazante, y su contemplación producía una mezcla de admiración y temor. Al otro lado de la plaza había decenas de furgonas policiales con más agentes, pero dejaron salir a la multitud por un estrecho pasillo junto a los jardines que rodeaban la plaza.

Aprovecho la ocasión para felicitar al Jefe de Policía de Varsovia por el brillante despliegue de la policía polaca que trató en todo momento de salvaguardar la vida de los manifestantes y evitar males mayores, empleando la mínima fuerza indispensable para salvar el orden y evitando una reacción de pánico que hubiera sucedido si se hubiera hecho una carga indiscriminada en los alrededores de la Embajada, pues allí la manifestación formaba un cuello de botella y casi no se podía uno mover.

También me gustaría destacar la caballerosidad de los manifestantes polacos, que cuando vieron que en los alrededores de la embajada podía haber lanzamiento de pelotas de goma que apuntaban los policías, hicieron una pasillo para poner fuera de peligro a los menores y a las mujeres, que alcanzaron así una posición al margen del frente de la manifestación para ponerse a salvo.

Quisiera destacar también la postura irresponsable de la alcaldesa de Varsovia. Primero, por colocar el monumento al “Orgullo Gay” delante de una de las principales iglesias de Varsovia y en una de las tres capitales europeas donde la colocación de dicho monumento, por su tradición cristiana y tradicional, es claramente una provocación, cosa que habría ocurrido igualmente en Moscú o en Budapest.

Segundo, por emitir una Orden Municipal prohibiendo la manifestación cuando llevaba dos horas, y aun le quedaban otras dos para disolverse. De haber cumplido a rajatabla la orden la policía habría habido muertos y heridos, aunque supongo que esa orden fue más una medida simbólica de cara al poder mundial al ser imposible de cumplir. En este sentido, sobre el cumplimiento de la orden, aprovecho la ocasión para denunciar la postura represora y criminal de los representantes del socialismo polaco exigiendo que la policía hubiera actuado disolviendo la manifestación, pues como muy bien les contestó el Jefe de Policía, la función principal de la policía no es reprimir a diestro y siniestro, sino proteger a los manifestantes, que eran al menos 100.000, por lo que en caso de carga como decía el jefe de policía se habría incendiado toda Varsovia.

-¿Cuál es la principal conclusión de tu viaje a Polonia?

Que estamos asistiendo a una verdadera Primavera de las Naciones. El movimiento nacionalista en Europa Central y Oriental es imparable salvo el caso de Alemania, y he constatado la aparición de una juventud muy bien organizada en partidos nacionalistas que están clamando por la libertad soberanía e independencia de sus respectivos países. Por eso tengo grandes esperanzas en que el proyecto de la Unión Europea dirigido por intereses globalistas pueda quedar seriamente amenazado en un futuro no muy lejano porque con esta juventud no hay futuro para dicha organización en Europa del Este, y a partir de ahí puede suceder una pérdida de credibilidad de la institución que lleve a varios países a la renegociación e incluso salida de la misma. Por eso esta manifestación ha sido casi ocultada o censurada en los demás países europeos con escasa información al respecto y con manipulación sobre la cifra de participantes, diciendo que solo asistieron 10.000.

De otro lado, si la situación en España deviniera en conflicto civil creo que resultaría algo tranquilizador de cara a un escenario tan funesto que aunque España se convirtiera en el peor país europeo para los patriotas pudiéramos contar con el apoyo de países en los que los nacionalistas llegaran al poder, como Francia si ganara las elecciones Marine Le Pen, Hungría o la misma Polonia, en la que las organizaciones internacionalistas reconocen que la juventud polaca es un caso perdido, pues no solo no han podido corromperla intentando exportar el multiculturalismo el progresismo y el orgullo gay, sino que incluso han provocado una violenta reacción en contra. A diferencia de la mayoría de la juventud española, la juventud polaca y de Europa del Este no se ha dejado engañar por los cantos de sirena de los sucesores ideológicos de aquellos que vendieron su país a poderes extranjeros y legitimaron un régimen de represión anti-nacional durante cuarenta años.