Raúl García, uno de los goleadores de la noche.

Después de cinco años alejado de los cruces en la gran Europa, el pletórico Atlético que ha forjado Simeone a su imagen y semejanza selló la clasificación y podrá permitirse el lujo de experimentar en los dos próximos compromisos ante los necesitados Zenit de San Petersburgo y Oporto. Con cuatro victorias, 12 goles a favor y sólo dos en contra, los rojiblancos pueden presumir de ser los únicos de Europa que han adquirido ya el billete de octavos en clase preferente, como líderes de grupo.

Superaron con creces al Austria de Viena, quizá la cenicienta de esta ‘’Champions’, pero no fue la mejor versión de los ‘cholitos’, menos intensos de lo habitual aunque les benefician hasta los rebotes. Tampoco Diego Costa disfrutó plenamente de su última noche antes de ser convocado por Del Bosque para estrenarse con la selección española. Marcó cerca del final, tras un certero disparo que pilló al meta a contrapié, pero antes Lindner le había ganado siempre. Hasta le desvió un penalti, el segundo que yerra este curso el hispano-brasileño, que se quitó los guantes de puro enfado y tuvo que ser calmado por su entrenador.

Simeone desconfía a priori de todo rival y no es amigo de cambiar hasta que el objetivo está cumplido. Por ello alineó el mismo equipo que pasó por encima del Athletic el pasado domingo, a excepción de Raúl García en lugar de Villa. Merecido descanso para el ‘Guaje’ después de anotar cuatro goles en tres partidos y recuperar esa chispa tantos meses perdida. A pesar de ese mensaje del técnico, sus soldados salieron relajados. Por primera vez este curso, le pusieron menos intensidad que el adversario en los compases iniciales.

Aunque el juego y la actitud de los locales no apuntaban a la goleada, la debilidad de los austriacos facilitó el trabajo. Cuando un grupo está de dulce, le sale todo. No se había acercado al área vienesa pero marcó tras un córner en el que balón se le quedó rechazado a Miranda, ídolo ‘indio’ desde ese gol que derrotó al Madrid en la final de Copa del Bernabéu.

Con un acierto en el remate extraordinario, el triunfo quedó garantizado antes de le media hora, fruto de un balón colgado por Diego Costa con la izquierda y cabeceado por Raúl García, ese pamplonés con gol que se ha convertido en el jugador número 12 del Atlético y anoche ejerció de segundo delantero porque Adrián se situó de extremo derecho. Le quiere recuperar el Cholo a toda costa, pero el asturiano sigue lejos de ese nivel de hace un par de años. El tercero, justo antes del descanso, demuestra la ambición de este equipo, ya que la jugada la inició Juanfran y la remató Filipe Luis, los dos laterales.

Con todo el pescado vendido, era el momento de dar minutos al joven Óliver Torres, tan genial como discontinuo, y a Guilavogui, esa ‘escoba’ francesa que hasta ahora apenas ha podido barrer balones en el centro del campo por falta de oportunidades. Dejó detalles de buena colocación y sentido táctico el joven internacional galo de piernas largas pero aún se le ve desorientado. Juega con la ventaja de que el grupo está hecho y de que ahora la afición lo aplaude todo. Pero el protagonista fue Costa, que no cejó en su empeño hasta que marcó. Acabó con un fuerte golpe que en principio no debe impedirle ponerse ‘La Roja’.