El Atlético da un repaso al Madrid en el Bernabéu (0-1) y presenta sus credenciales al título de Liga
El Atlético de Madrid ganó 0-1 al Real Madrid con un gol de Diego Costa a los once minutos en un partido dominado por el equipo de Simeone. Mal partido de los de Ancelotti, que pudieron perder por más goles si Tiago, Diego Costa o Koke aprovechan sus claras ocasiones ante Diego López. Los rojiblancos consiguen su mejor arranque de la historia con siete victorias consecutivas, empatan con el Barça en el liderato y dejan al Madrid a cinco puntos. El delantero atlético empata en el pichichi con Messi, con ocho goles.
Diego Costa, autor del gol del triunfo y de un partidazo que trajo de cabeza a todo el Real Madrid, destrozó la estadística de catorce años sin ganar del Atlético de Madrid en un derbi madrileño en Liga y lo hizo con un excelente planteamiento de Diego Pablo Simeone, que no tuvo respuesta de un rival a medio hacer. Simeone dio un recital de entrenador en el Santiago Bernabéu. Magistral en su estudio del rival, en su planteamiento y la mentalidad ganadora que ha inculcado al Atlético de Madrid. Explotó los defectos de un Real Madrid en construcción. A mitad de camino en la definición de cualquier estilo que no sea basarse en sus individualidades.
Sin espacios para correr brotó la desesperación madridista. Anticipación a Isco. Ayudas defensivas contra Cristiano Ronaldo. Reducción de espacios por el centro que obligase a jugar por bandas. El fútbol del Real Madrid acabó reducido a las carreras y continuos centros de Di María en la primera parte y a la heroica en la segunda. Simeone sabía donde dañaba al rival. El Atlético de Madrid mostró de inicio lo que significa la palabra equipo. Todos a una para salir airoso de los primeros minutos de arreón madridista empujado por el ambiente. El crecimiento del equipo con Simeone no tiene techo. Muestra su personalidad en cualquier estadio. Mira a los ojos a los dos grandes, para olvidar presupuestos y recortar distancias con fútbol.
Superadas las embestidas iniciales sin llegadas del Real Madrid, fue el momento de mostrar personalidad. La barrera rojiblanca en la medular era insuperable. Tiago además daba buena salida, Gabi peleaba todo y Koke dio un recital. Luchó como un guerrero más y le sumó una calidad técnica que desequilibró. El derbi se rompió por un grave error de Di María y por la brillantez de Koke. El argentino quiso sacar una de esos contraataques letales y se vio frenado en seco por Filipe Luis. El balón cayó a Koke que inventó el pase al espacio para dejar solo a Diego Costa. El brasileño definió con sencillez, de derecha abajo ante la salida de Diego López.
El plan de Simeone se cumplía a los once minutos. Era el primer tiro a puerta del partido y Costa explotaba el momento más dulce de su carrera. Su guerra con Pepe y Sergio Ramos, con cuentas pendientes, era esperada. Le sumó nuevos enemigos. Ha desarrollado la capacidad de encrespar a sus rivales pero controlar impulsos que antes le costaban caros. Ahora se desquita con goles decisivos.
El Bernabéu se impacientaba. Su equipo no jugaba a nada. La apuesta de Carlo Ancelotti por dos medio centros del perfil Khedira e ‘Illarra’ no abasteció de fútbol al resto. La pelota no llegaba con claridad arriba y Cristiano se impacientaba. A los 21 minutos ejecutó su primer intentó en un balón a 30 metros de la portería que mandó a las nubes. Con la ansiedad del que no está cómodo. Siempre rodeado por tres rivales cuando recibía, anulado el principal surtidor del ataque blanco. El Real Madrid necesitaba a Isco entre líneas y añoraba a Mesut Özil. El alemán cambiaba el sentido del juego cuando entraba en acción. Nadie asumió ese papel y el único remate a puerta del primer acto llegó de un centro de Di María y un testarazo en carrera de Benzema que no atajó de primera Courtois. Juanfran evitó el tanto.
La primera parte se marchó entre gestos de calidad de Koke, en un pase de exterior a Villa y poniendo a balón parado la opción de marcar el segundo a Godín primero y posteriormente a Tiago que remató a placer arriba un saque de esquina. Y la particular batalla de Diego Costa contra el mundo. El balón parado era un punto donde dañar al Real Madrid. Gabi tuvo otra. Diego López sacó su cabezazo abajo y se encontró un golpe de Diego Costa que respondió. Un nuevo pique que sumar al de Arbeloa, que pisó la tibia del brasileño involuntariamente y le hizo una herida.
Ancelotti necesitaba revolucionar su equipo. Nada funcionaba en el Real Madrid. Apeló a Luka Modric, por Illarramendi, y su equipo tuvo algo más de personalidad y ritmo con el balón; y al estreno en el Bernabéu de Gareth Bale. Velocidad contra el orden del Atlético.
El empuje blanco obligó a retrasar unos metros a su rival. Era el momento de defender fuerte, esperar y buscar la sentencia con contraataques que buscasen a Diego Costa. Así pudo sentenciar el duelo. A los 51 minutos un balón a espalda de los centrales, lo mató el brasileño con un gran control y Pepe salvó su disparo con la plancha. Diez minutos después un mano a mano con Diego López lo sacó con las piernas el portero.
La lucha marcaba el partido. Cada balón parecía el último y sin ocasiones claras para el Real Madrid, su afición confiaba en alguna acción individual. Así llegó el disparo arriba de Cristiano de una falta en la frontal y un chut potente que sacó como pudo Courtois. Y Bale, generoso en el esfuerzo pero aún desacoplado, probó al belga con un disparo escorado.
Los primeros pitos de la ‘era Ancelotti’ al técnico llegaron pronto. Nadie entendió la sustitución de Isco, cuando más entonado estaba. Pero salió Morata que estuvo en todas las acciones del final. Pudo empatar el Real Madrid en el empuje final tras ver como el travesaño impedía poner el broche de oro a Koke a su partido. Recortó con la diestra y buscó la escuadra con la zurda.
Un remate en tijera de Morata, otro al lateral de la red y un exceso de confianza de Courtois que le pudo costar caro cuando Bale casi marca al presionar, cerraron un partido de impotencia madridista y máxima felicidad atlética. Se refuerza la candidatura al título bajo la batuta de Simeone mientras que el Real Madrid ve como se van sus dos rivales mientras intenta definir un estilo.
EL BARÇA BATE SU RÉCORD PERO PIERDE A MESSI
El partido del Barça en Almería no pasará a los anales del club por su espectacularidad. Sin embargo, su victoria en el estadio de los Juegos del Mediterráneo entrará en la historia barcelonista porque supuso el séptimo triunfo consecutivo de los hombres de Gerardo Martino, que han firmado el mejor arranque azulgrana en la Liga en más de cien años de vida. El Barça no brilló, pero tiró de galones, de la calidad de sus estrellas, e hizo un juego práctico, en ocasiones anodino, aunque fue de menos a más, y en la segunda parte sí pudo imponer su estilo.
Los azulgrana llevan 21 puntos de 21 posibles, pero se marcharon de Almería con un sabor agridulce: el triunfo se cobró un precio muy alto, porque a la media hora Messi cayó lesionado. Los médicos le harán este domingo una prueba para determinar el alcance, pero existe una cierta preocupación en el barcelonismo, porque ve que su mejor hombre ya se ha lesionado dos veces en lo que se lleva de temporada. Aun así, el Barça navega viento en popa y tiene ya entre ceja y ceja lograr el ocho de ocho que representaría el mejor inicio de la Liga española.
De alguna manera, la historia se repite. Hace un año, Tito Vilanova se hizo con las riendas del equipo y tuvo que lidiar con la desconfianza que generaba en el entorno. Conquistó el hasta entonces mejor comienzo liguero del club y los que dudaban de él tuvieron que rendirse a los resultados. A Gerardo Martino le está pasando algo parecido. Los puristas del ‘estilo Barça’ no disimulan sus recelos y se echan las manos a la cabeza cada vez que Valdés saca en largo o Piqué pega un pelotazo para espantar el peligro. Pero los números vuelven a dar la razón al técnico azulgrana, que con todo lo que ha sumado debería tener suficiente aval como para no tener que estar tan cuestionado.
Frente al Almería, en cualquier caso, el Barça no ofreció su imagen más arrolladora. Le faltó ritmo, fluidez y movilidad y el juego de combinación brilló por su ausencia, sobre todo en la primera parte. Los andaluces, que llevan cuatro puntos y siguen siendo incapaces de ganar en su regreso a Primera, presionaron bien, se cerraron con criterio en su campo, ocuparon todos los espacios y bascularon con acierto. Al Barça se le veía como que no sabía muy bien a qué jugaba. Ni tocaba con criterio ni buscaba el fútbol directo. Su juego era un híbrido insulso que no le servía para crear peligro.
Pero para eso tiene al mejor jugador del mundo. El partido estaba atascado y Messi desequilibró la balanza. Corría el minuto 20 y eso es todo lo que hizo el argentino. Se alió con Pedro, dribló a un par de rivales y desde la frontal lanzo un zurdazo al palo largo, que tocó el poste y entró como un obús. Golazo y para casa, porque casi en la jugada siguiente pidió el cambio. En una carrera para presionar la salida del balón del portero Esteban, notó un pinchazo y dijo basta. No había pasado ni media hora y el argentino se marchó a los vestuarios. Desde el club señalaron que se produjo una «lesión en el bíceps femoral en la pierna derecha». Los servicios médicos del Barça determinarán su gravedad, aunque en principio no parecía que tuviera mucho dolor.
El de Rosario dejó su lugar a Xavi, a quien Martino reservó en el banco, junto a Neymar, y con la entrada del de Terrassa, Cesc pasó a la delantera. Messi desencalló el partido, si bien el guión en la primera parte cambió poco: poca fluidez y lentitud en el manejo del balón. El Almería, por el contrario, tuvo sus mejores minutos en el tramo final de la primera parte. Aleix Vidal, Suso, Soriano y Rodri dieron más de un susto a Valdés.
Tras el descanso, el Barça empezó a tocar más, Xavi se hizo con el control del partido y el panorama dio un giro bastante pronunciado. El criterio en el manejo del balón enseguida le dio sus frutos al Barça. En el minuto 55, Xavi maniobró con maestría, se la puso a Cesc en el extremo y el de Arenys asistió a Adriano, que puso el 0-2 y cerró el partido. El Almería intentó estirarse, pero el muro era ya infranqueable.
LA REAL VUELVE A TROPEZAR EN ANOETA ANTE UN SEVILLA QUE PERDONÓ
La Real Sociedad volvió a dejarse puntos en su antaño fortaleza de Anoeta y tropezó contra un Sevilla (1-1) que se hizo acreedor al empate final y que incluso perdonó cuando iba por delante en el marcador.
La Real llegaba presionada a este encuentro, con malos resultados, lesiones y un partido de Liga de Campeones el próximo miércoles en el que se juega sus opciones europeas y ello se notó en unos primeros minutos de nerviosismo en el que el Sevilla se movió cómodo.
El conjunto de Unai Emery vino a hacer su partido y enseguida se le puso de cara porque en su primera llegada al área de Bravo, a centro del croata Rakitic, el balón llegó a Jairo, que eludió la salida del meta chileno y la presión defensiva con gran facilidad para lograr el 0-1.
La Real estaba desconocida en su peor partido de la temporada y tuvo una enorme fortuna en un remate de Trochowski sin portero que el delantero germano envió fuera, en lo que pudo haber sido la puntilla del partido.
En el segundo tiempo pareció despertar la Real y estuvo a punto de empatar en un afortunado remate del mexicano Carlos Vela que pegó en el poste, acción que despertó a los locales animados por la hinchada de Anoeta.
El gol llegaría en un balón colgado por Vela, cabeceado por Antoine Griezmann y, aunque en primera instancia lo despejó el meta luso Beto, el jugador francés consiguió llevar al fondo de la red.
El Sevilla no se amilanó y buscó la portería de Bravo, eso sí con escaso acierto mientras los donostiarras seguían sumidos en un mar de dudas y echando en falta a su cerebro Xabi Prieto.
El empate parecía inamovible hasta la expulsión a cinco minutos para el final de Cala, que daría una nueva oportunidad a los blanquiazules para hacerse con el partido, pero no era el día de sus delanteros y el marcador permaneció inamovible.
Y pudo ser un mayor baño de goles, el atleti perdonó unas cuantas ocasiones, vamos que un 0-3 podía haber sido perfectamente.
Ahora que el “farsa” pierde a messi igual empatan algún partido y el atleti de seguir así se pone por delante en la liga.
Queda mucha liga no obstante, yo como madridista espero que el Madrid haga equipo de una puta vez y si la liga no puede ser pues a ver en champions.
Soy madridista, pero reconozco que no me importaría que este año la liga la ganase el Atlelico de Madrid si sigue por esta senda de jugar bien y echarle huevos en el campo. Eso sí, hay un problema: la castuza política del gobierno pepero está por pelotar al separatismo catalán, de tal manera que probablemente le intenten birlar la liga al atleti para que la gane el barsa a base de robos arbitrales como el del Sevilla.
No hay problemas mientras el Atleti vaya así va bien, si el Barça gana a base de robos pero el Atleti no falla todo va bien.
OLE,OLE OLE CHOLO SIMEONE.
DIEGO COSTA SELECCIÓN.
ESPAÑOLA CLARO.
¡¡Ojo, mucho ojo con el Atleti que le ha arrebatado la copa al Real Madrid en el Bernabéu, no ha perdido a dos partidos contra el Barça en la supercopa, no ha ganado la eliminatoria pero no perdió ni en la ida ni en la vuelta con el Barça cosa que muy pocos clubes han hecho y además es coolider de la liga Cuidado que el Atleti no es cualquier cosa son lobos disfrazados de corderos.
La liga es cosa de dos Barça y Atleti.
Mucho Atleti.