Los Mossos d’Esquadra no sólo se encargaron de velar por la seguridad durante la organización de la cadena humana independentista, sino que también trataron de que las fotografías reflejaran un acto masivo a lo largo del litoral de Cataluña. «Es muy importante que la cadena se sitúe lo máximo posible sobre la línea del arcén del carril (…) Esto permitirá aumentar la distancia del fotógrafo y, por tanto, de una sola vez fotografiar más personas», ecía una circular oficial de los Mossos con la lista de recomendaciones a los participantes de la denominada «Vía Catalana hacia la independencia».

Con el pretexto de que el reportaje fotográfico forma parte del acto, los Mossos aconsejaron a los manifestantes que siguiesen las indicaciones de los voluntarios de la organización «de manera rápida y atenta». «Ya sea en ámbito urbano o interurbano tiene que haber unos siete metros de distancia entre el fotógrafo y la cadena», subrayó la Policía catalana. Tras conocer estas recomendaciones de los Mossos, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, reaccionó con indignación porque ya no hay duda, en su opinión, de la implicación de la Administración catalana en este acto estrella de la Diada. «Es inaceptable la utilización que hace el Gobierno de la Generalitat de los medios públicos a favor de una cadena independentista», afirmó. En este sentido, la dirigente popular alertó de que «la vía por la independencia será la manifestación más cara de la historia con afectaciones en la movilidad de toda Cataluña, y que será pagada con los impuestos de todos los catalanes».

La presidenta del PP catalán criticó particularmente la actitud de la Conselleria de Interior porque «hace actuar a los Mossos d’Esquadra como la seguridad privada de la cadena independentista». Para argumentarlo, Sánchez-Camacho enfatizó las instrucciones de la Policía catalana en relación al reportaje fotográfico. «No tienen nada que ver con la seguridad pública», subrayó.

Ciertamente, la Generalitat se volcó para proyectar una imagen espectacular de la Vía Catalana, una cadena humana que quisieron que diera la vuelta al mundo. Para lograrlo, TV3 contrató a tres helicópteros con el objetivo de captar imágenes aéreas que reflejaran la magnitud de un encadenamiento que recorrió unos 400 kilómetros del litoral de Cataluña. El alquiler de un helicóptero, si es requerido para hacer una emisión en directo desde las alturas, puede llegar a costar 15.000 euros y si el objetivo es grabar 10 minutos de imágenes, la inversión es de entre 5.000 y 6.000 euros.

Para dar un último empujón a la Vía Catalana, los organizadores de la Asamblea Nacional Catalana difundieron un vídeo donde se ve al entrenador Pep Guardiola, el escritor Jaume Cabré y el cantante Dyango lanzando un llamamiento a participar. «Que la gente se acuerde toda la vida y que vean en todo el mundo que tenemos una constancia tremenda para hacer aquello que queremos hacer», dice el artista Dyango.

Por su parte, el líder municipal del PP, Alberto Fernández, acusó al alcalde de Barcelona, Xavier Trias, de poner el Ayuntamiento de Barcelona al servicio del independentismo. «Trias, como alcalde de Barcelona, no puede poner el consistorio al servicio del independentismo, debe respetar el sentimiento mayoritario de los barceloneses que además de catalanes también se sienten españoles». Trias fue una de las autoridades que se «encadenó» durante la Diada en la plaza Sant Jaume, frente a la fachada del Ayuntamiento.