GT.- Según la Organización para la Seguridad y la Cooperación, en Europa (OSCE) viven entre 120.000 y 500.000 mujeres de Europa central y oriental como esclavas sexuales. Muchas de ellas son menores de edad.

Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito “las esclavas sexuales hacen entre 50 y 170 millones de servicios sexuales al año, y con un coste estimado de 50 euros por cliente, que suponen a la industria anualmente entre 2.5 y 9.000 millones de euros de beneficio. Se estima, además, que una víctima de la trata se utiliza durante unos dos años. Para cumplir con las “necesidades del mercado”, se necesitan 70.000 mujeres nuevas que son “importadas” al año.

Alemania es uno de los principales países en los que estas mujeres son objetos de la trata o explotadas. La cadena de televisión Deutsche Welle informó que las autoridades alemanas están siendo criticadas en un informe de UNICEF y ECPAT por el retraso en la puesta en práctica de las políticas de la UE en la lucha contra la trata de personas.

ECPAT es una red de organizaciones e individuos que trabajan contra la explotación sexual comercial de los niños. ECPAT es sinónimo de “End Child Prostitution, la pornografía infantil y la trata de niños con fines sexuales” .

Las directrices fueron presentadas por la UE hace dos años, y requieren penas más estrictas y una mayor protección de las víctimas de la trata. Las autoridades alemanas no han podido mantener el plazo fijado, de abril de 2013, para poner en práctica una legislación más estricta.

Según el informe, progresa el debate entre las autoridades alemanas sobre la forma de aplicar las directrices dadas. El Ministerio de Justicia alemán dice que tiene un proyecto para la aplicación de las directrices, pero esto es insuficiente, según el ministro Hans-Peter Uhl. Este proyecto de continuación no incluye el tráfico con “intención y niños explotados sexualmente”.

De acuerdo con Uhl, es imposible que alguien sea condenado en Alemania por trata de mujeres cuando la carga de la pruebas recae en la víctima, que a menudo se ve amenazada por los autores para que callen.

Esto ha llevado a las organizaciones no gubernamentales el criticar a las autoridades alemanas por no proporcionar suficiente protección y no seguir las directrices de la UE.

Por ejemplo, si un menor de edad es traído desde Rumanía a Alemania y es obligada a ejercer la prostitución, entonces esta chica será calificada como explotada y víctima de abuso sexual, pero no como una víctima de la trata.

Las investigaciones y la vigilancia de los responsables de este tráfico de esclavas sexuales a menudo terminan en Rusia, Albania e Israel. La mafia rusa es predominante en la mayoría de países europeos y tambien Israel. Las víctimas de la trata de esclavas sexuales han estado a menudo en muchos países diferentes, antes de que pudan salir o terminar muerta.

Las grandes ciudades como Londres, París, Hamburgo y Amsterdam sirven a los autores para ganar miles de millones de dólares anuales. Cientos de jóvenes, muchas de ellos menores de la edad, se pueden vender en una “subasta” en una sola noche, en los burdeles más grandes a los grupos criminales locales.

“Yusef”, uno de los jefes del crimen, dijo en una entrevista con el diario británico The Mirror, que puede ganar más de 100.000 euros en una noche por la venta de niñas de Europa oriental para Europa occidental. Él sonríe y saca una pila de billetes para mostrar que dice la verdad. Lleva 14.000 euros en el bolsillo y afirma que “este dinero es el que gano en una noche en Praga, pero tengo negocios ‘escort’ en Alemania e Israel”.

En uno de los burdeles que controla, aparecen 12 chicas semidesnudas que se sientan en sillas de madera. El guía dice que tres de ellas tienen solamente 15 años. “Las chicas rusas son las más obedientes. Podemos pasarlas de contrabando hacia la UE como bailarinas o camareras. Así es como obtenemos los permisos de trabajo.

En la casa de seguridad, una villa de tres plantas a las afueras Praga, donde se guardan a chicas encerradas, Yusef tiene retenida a una hermosa niña de pelo oscuro a la que agarra violentamente y toca sus pechos. La niña asustada sonríe de forma incómoda. Yusef dice: “¿Ves cómo me respetan? Ellas harán todo lo que les digo. Ofrecemos chicas más baratas que cualquier otra persona “.

Nos presentan a tres chicas rusas llamadas Viktoria, Palina y Daniela, que dicen que son las mejores en los servicios y pueden ser nuestra por un “precio justo”.

En una reunión en un hotel de cinco estrellas en Praga, Andrei, otro de los jefes, dice que la banda viaja sin restricciones a Londres, con pasaporte israelí.

Afirmó que era un judío de Rusia que había conseguido el pasaporte legalmente. Andrei añade: “Yo no necesito visa para viajar a Londres con un pasaporte israelí. Tengo otros tres pasaportes de otros países también.” Concluye la entrevista: “No nos pueden detener. No tenemos miedo de nadie”.

Muchas de las niñas consiguen su última parada en el Medio Oriente. Decenas de miles de ellas en Israel. Varios periódicos israelíes han denominado el ámbito de “esclavitud moderna”.

En particular, las mujeres rubias son muy buscadas en Israel. La mayoría de ellas provienen de Rusia y Ucrania.

Según un defensor de derechos humanos israelí, luego las mujeres y las niñas son encerradas, golpeadas, violadas, obligadas a pasar hambre y a servir a un máximo de 10 hombres cada día durante los 365 días al año.