Más de 300.000 musulmanes que viven en Cataluña, la comunidad con más fieles de esta religión, han iniciado su mes sagrado del Ramadán, uno de los cinco pilares del Islam, en el que tendrán que ayunar durante 17 horas al día y realizar cinco plegarias diarias.

Según ha explicado el coordinador de la Federación de Consejos Islámicos de Cataluña, Jamal El Attouaki, la coincidencia del Ramadán con el mes más caluroso hará más duro su seguimiento, pero, según ha afirmado, la mayoría de musulmanes siguen a rajatabla esta norma básica de su religión.

Únicamente están exentos de seguir el ayuno del Ramadán las mujeres embarazadas o en período de lactancia, los ancianos, los enfermos graves y los niños.

“Un musulmán pasa sólo dos veces en su vida por un ayuno (sawm) en período de verano, ya que este ciclo de varios años de Ramadán en los meses más calurosos sólo se repite cada 34 años”, ha explicado el portavoz de la federación islámica.

El ayuno, en el que no se puede ni beber ni comer, comenzará a las 04.30 horas de la madrugada y finalizará a las 21.30 horas cada día.

Durante el Ramadán, los musulmanes mantienen sus cinco rezos diarios y los hacen un poco más largos, especialmente el nocturno, que es la última oración del día (entre las 23.00 y las 24.00 horas)

Para compartir la dicha del Ramadán, los musulmanes de Barcelona organizarán el próximo día 26 una fiesta de ruptura del ayuno por la noche en la Rambla del Raval de la capital catalana para compartir los alimentos aquella noche con todos los vecinos que lo deseen.

El Attouaki ha recomendado a todos los trabajadores musulmanes que durante el ayuno del Ramadán tomen sus precauciones para no sufrir insolaciones o deshidrataciones y ha reconocido que algunos empresarios facilitan el seguimiento del Ramadán a los empleados que profesan el islam.

“Siempre hay trabajadores musulmanes que si ven que no pueden seguir correctamente el Ramadán se cogen las vacaciones en este período, pero la mayoría intentan cumplir con su trabajo y con su religión”, ha afirmado el portavoz de la federación islámica.

Entre la comunidad musulmana afincada en Cataluña, la mayoría en las localidades del extrarradio de Barcelona, “está mal visto que no se ayune”, ha señalado El Attouaki, porque se trata de uno de los cinco pilares del islam.

Los otros cuatro pilares son la profesión de la fe, es decir atestiguar que no hay más Dios que Alá y que Mahoma es el mensajero de Alá; la oración; la limosna (zakat), compartir los recursos con los necesitados; y la peregrinación una vez en la vida a La Meca.

Algunos médicos de familia han alertado a los musulmanes que padecen diabetes sobre las consecuencias de un ayuno y han publicado un manual titulado “Las realidades del ayuno durante el Ramadán”, dirigido a personas con diabetes tipo 2 y basado en las recomendaciones para el manejo de la diabetes durante el Ramadán de la Asociación Americana de la Diabetes (ADA).

“Las realidades del ayuno durante el Ramadán” recomienda comer alimentos como el trigo, la sémola y las judías durante el Suhoor -la comida que se realiza justo antes de que salga el sol, cuando empieza el ayuno-, ya que estos alimentos liberan azúcares lentamente.