Mireille Delmarre.- El caos al que asistimos actualmente en Siria estaba en preparación desde hace años con la ayuda y el apoyo de los agentes de influencia israelíes para aplicar la agenda de Israel: la expansión y el control de los recursos regionales del agua a la vez que debilitar a sus adversarios.

En un discurso extremadamente rudo y directo ante el parlamento irlandés, Clare Daly ha calificado a Obama de criminal de guerra y de hipócrita del siglo. Aunque Daly tiene ciertamente razón al reprochar a Obama su política criminal de ayuda a los terroristas en Siria, vale la pena recordar que Obama no es más que un simple instrumento a las órdenes de sus amos. Las motivaciones de éstos y sus políticas llevadas a cabo merecen que las miremos más de cerca y que las expongamos a la luz pública. El apoyo y la entrega de armas a la llamada “oposición siria” desvía la atención de la amenaza planteada por Israel y su agenda expansionista, haciendo del enemigo de Israel (los yihadistas) un enemigo interno del régimen sirio para debilitar el Estado. Como ha dicho el ex-jefe de los servicios secretos israelíes, Amos Yazdin, ante el público del foro sobre la política de Israel en febrero del 2013: “Este ejército (el sirio), que es una enorme amenaza para Israel, está actualmente debilitándose y en cierta medida desintegrándose (este discurso data de antes de la victoria del ejército sirio en Al-Qusair). Sin embargo, se corre el peligro de que Siria se convierta en un país de Al Qaeda, como Somalia. Pero desde el punto de vista militar estas dos posibilidades son menos peligrosas que el ejército regular sirio”.

Favorecer que unos adversarios se maten entre ellos es una táctica que ya ha dado resultados en otras ocasiones. Esa táctica ya fue utilizada durante la sangrienta guerra de Irak e Irán que duró ocho años, una guerra que sirvió para desviar la atención internacional mientras las tropas israelíes ocupaban el sur del Líbano. En aquella guerra los EE.UU entregaron armas e información a los dos bandos. La lógica de ayudar a ambos bandos era fundamentalmente para debilitar a ambos países.

¿Por qué ahora Siria? La necesidad de agua

El primer objetivo de la dirección sionista era controlar y asegurar las fuentes de agua de la región. Durante la Conferencia de París de 1919, Haim Weizmann declaró que: “Es de una importancia vital no sólo asegurarse todos los recursos en agua que alimentan el país, sino también controlar esos recursos en sus fuentes”. El desarrollo de esos recursos en agua se ha convertido en el principal objetivo de la colonización israelí en su conjunto. Esa política sigue vigente. Como ha dicho el primer ministro israelí Levi Eshkol, el agua es “la sangre que circula en las arterias de la nación”.

Como ya hemos dicho, el caos al que asistimos actualmente en Siria ya estaba en preparación desde hace años con la ayuda y el apoyo de los agentes de influencia israelíes para aplicar la agenda de Israel: la expansión y el control de los recursos naturales del agua y debilitar al mismo tiempo a sus adversarios.

Israel ha sufrido una de sus peores sequías en 1990-1991. Posteriormente, una segunda sequía severa obligó a Israel a dirigirse hacia Turquía, rica en agua. Turquía e Israel iniciaron negociaciones ya a principios de mayo de 2000 para importar cincuenta mil millones de metros cúbicos de agua potable desde Turquía utilizando navíos-tanque, pero la utilización de estos últimos no era rentable para el transporte del agua. Por lo tanto, se consideraron otros planes alternativos.

En septiembre del 2000, el mismo año en que el joven Al-Assad sucedió a su padre como presidente de Siria, un documento de estrategia titulado “geopolítica del agua” presentado por la IASOS (Institute for Advanced Estrategies and Political Strategies) emitió la opinión de que: “como las propuestas de planificación de agua necesitarán establecer acueductos y terminales que atraviesen fronteras, una estructura política y militar que pueda asegurar la seguridad de los medios de transporte será un requisito para el reparto eficaz del agua. Pero un sistema regional eficaz para tal objetivo exigiría una cooperación político-militar contra Siria”.

Los agentes de influencia israelí

EL magnate de los medios de comunicación Haim Saban se ha implicado en la política hacia mediados de los años 90 con el objetivo del apoyo a Israel. En una conferencia dada en Israel, Saban describió su método para influenciar la política americana: “hacer donativos a los partidos políticos, crear think-thanks favorables a Israel y controlar a los medios de comunicación”.

Saban escribió un artículo de opinión en New York Times apoyando la candidatura de Obama en 2012.

Por lo tanto no es sorprendente que en 2003 Saban entregase 13 millones de dólares para crear una organización en el seno de la “Brookings Institution” llamada “Saban Center for Middle East Policy” (Centro Saban sobre la Política en el Medio Oriente). EL Centro Saban ha jugado un papel importante para hacer emerger la “oposición”siria.

En 2006 el Times Magazine reveló que los EEUU habían activado, financiado y apoyado la “oposición” en Siria. Según esta revista, los EE.UU mantenían en Europa reuniones regulares con activistas sirios del exterior y del interior. EL artículo expresaba sin ambages la esperanza de que: “Estas reuniones facilitarán una estrategia más coherente y un plan de acciones para todos los activistas anti Al-Assad”.

Es importante mencionar aquí que el apoyo de los EE.UU a la llamada “oposición”, que incluye criminales y combatientes extranjeros para facilitar un cambio de régimen corrobora la hipocresía total de EEUU. Según el capítulo 18, párrafo 2385 de la USC (Constitución de los EE.UU), fomentar el derrocamiento de un gobierno (Ley Cornell), organizar, ayudar o intentar organizar una sociedad, un grupo o una asamblea de personas que fomente o anime al derrocamiento de los EE.UU o al gobierno de cualquier subdivisión del Estado norteamericano por la fuerza y la violencia”, es punible severamente mediante multas y penas de cárcel que pueden llegar hasta losveinte años.

Lo que es más revelador acerca del artículo mencionado aquí del Times Magazine es que los esfuerzos de los EE.UU para ayudar a la oposición y debilitar a Al-Assad han sido llevados a cabo mediante una fundación dirigida por Ahmad Abdulhamid, un miembro de un grupo de la oposición siria con base en Washington conocido bajo el nombre de NSF (National Salvation Front). Abdulhamid ha sido el invitado del centro Saban (2004-2006) antes de integrar la organización “neocon” National Defense of Democraties (NDD).

El agente al servicio de Israel

Dennis Ross se reunió con la “oposición” para discutir de la “transición en Siria”, el invitado de Saban, Abdullhamid, estaba presente. En febrero de 2009 Dennis Ross se unió al equipo de Obama. En abril de 2009 Baraada TV de Londres, financiada por los EE.UU empezó su propaganda anti Al-Assad. El responsable de los programas de Baraada, Malik al-Abdeh es cofundador del grupo sirio en el exilio Mouvement for justice and Development dirigido por Anas al-Abdah que participó a la reunión de Dennis Ross en 2008.

No es una sorpresa que John Mc Cain ,que fue miembro del CLI (Committee for the Liberation of Irak) formado para provocar la caída de Saddam Hussein es un ferviente partidario de la intervención en Siria, de la oposición a Mubarak y del bombardeo de Irán, visitó en Turquía a la “opsición” siria para fomentar un poco más el baño de sangre. Y tal como era previsible hizo a su regreso un informe, no a la casa Blanca, sino al Centro Saban.

Poco después de este informe entregado al Centro Saban, la Casa Blanca ha puesto en duda el informe de la ONU (sobre el uso de armas químicas) y ha afirmado que Siria había traspasado la línea roja al haber utilizado armas químicas, otra grosera mentira del tipo de las armas de destrucción masivas de Saddam Hussein.

No es la finalidad de este artículo enumerar la plétora de individuos, de thinks tanks, de foros, de magnates y de medios que han institucionalizado las políticas de Israel y las han promovido como “intereses de los EE.UU”. Son demasiado numerosos para mencionarlos aquí. Sin embargo otro partidario conocido de Israel debe ser nombrado.

El factor evangélico

Mientras que distintos grupos en Whashington perpetúan y apoyan las políticas expansionistas y agresivas de Israel (en detrimento de los intereses norteamericanos) ninguno demuestra tener el celo del grupo de los evangelistas que apoyan a muerte a Israel. Según su visión, un periodo de tumultos se acerca, pero los creyentes serán “arrebatados” (puestos a salvo) antes de que eso empiece. El periodo de tribulación culminará con la batalla de Armagedón en un valle al noroeste de Jerusalén.

La colaboración estrecha entre los evangelistas norteamericanos e Israel ha sido un objetivo claro de los políticos israelíes, especialmente del partido Likud. Según Marc Tanenbaum de la AJC “la comunidad evangelista es el bloque pro judío en este país (EE.UU) más importantes y el que crece más deprisa”. Israel y las organizaciones judías siguen dependiendo del apoyo de los evangelistas para justificar la ocupación de la tierra árabe por Israel aunque el celo de los cristianos sionistas por evangelizar a los judíos sigue siendo un punto de fricción.

Por ejemplo, desde los primeros días de la invasión del Líbano en junio de 1982 (con la aprobación de Reagan) página enteras de publicidad fueron publicadas en los principales periódicos reclamando el apoyo de los evangelistas por la invasión. En 1998, estando de visita en Washington, Benjamin Nethanyahu se reunió con Jerry Falwell y una gran cantidad de cristianos fundamentalistas antes de ver al presidente Clinton. También en abril de 2013 Pat Robertson ha advertido contra un acuerdo de paz entre Israel y Palestina diciendo que eso provocaría un castigo para los EE.UU.

Se dice que fondos recogidos en los EE.UU por cristianos de extrema derecha financian colonías en Cisjordania. El alcalde de la ciudad de Ariel en Cisjordania ha calculado que las 2/3 partes de las colonias eran financiadas por cristianos sionistas.

¿Preparar Armagedón?

Aunque los evangelistas (no todos) se preparan para el “arrebato” y animan la agenda expansionista de Israel, los políticos israelíes no están listos aún para el Armagedón, por lo menos no de momento.

En marzo de 2013 Business Inside reveló que los EE.UU gastaban cientos de millones de dólares en la construcción de búnkeres en Israel que deben ser terminados 900 días después del 13 de febrero de 2013. El proyecto llamado Site 911 “tendrá cinco niveles bajo tierra y 6 otros niveles en superficie. Los tres primeros niveles acogerán clases, un auditorio y un laboratorio, todos protegidos por puertas blindadas resistentes a las radiaciones e hipersecurizadas. Una única entrada permitirá a los empleados entrar y salir durante la realización del proyecto y será controlada únicamente por judíos”.

Cada puerta de la instalación tendrá una mezuzá escrita con tinta indeleble (la mezuzá es un receptáculo adherido a la jamba derecha de los pórticos de las casas judías, que alberga un pergamino enrollado con versículos de la Torá. Es una de las características más singulares de las moradas de los judíos). Seguro que esto es del gusto de los norteamericanos, cuyos impuestos son gastados en proyectos como estos mientras que en los EE.UU los puentes amenazan caerse.

El futuro

La lista de conflictos en espera es larga y sangrienta. Siria no será el último conflicto. Seguiremos enterrando la cabeza en la arena y esperamos la llegada de un héroe para que algo ocurra. No hay esperanza para el futuro, y hay un sólo poder para cambiar esta vía que lleva a la destrucción: nosotros el pueblo.