Escarmentado y arrepentido de haber concedido a José Mourinho poder absoluto, Florentino Pérez regresa a sus orígenes. Después de los incendios provocados por el técnico y mánager general y de la guerra civil originada en el vestuario para cerrar la temporada con un título nacional menor, el presidente del Real Madrid recupera la figura del director deportivo, aunque Florentino no lo quiera calificar así. Desapareció hace dos años porque el presidente le entregó a Mourinho la cabeza de Jorge Valdano, pero para el segundo mandato de su segunda etapa el dirigente blanco otorgará el cargo de responsable de la parcela deportiva a Zinedine Zidane, con el fin de normalizar las deterioradas relaciones del Real Madrid con la UEFA y decidir, junto al nuevo entrenador (Carlos Ancelotti), la planificación de la plantilla.

«Cuando elijamos al entrenador, entre él y Zidane analizarán la realidad del equipo y se intentará dar un salto cualitativo a esta plantilla», garantizó Florentino Pérez la madrugada del martes, para confirmar que el exfutbolista francés es el elegido «para liderar todo el proyecto deportivo los próximos cuatro años, un proyecto nuevo de ilusión». El objetivo prioritario que no debe escaparse es el galés Gareth Bale, para convertirse en el fichaje estrella de la nueva era, en la que Florentino, en las antípodas de su apuesta por Mourinho, pretende ahora a un técnico acostumbrado a lidiar con figuras, pero manejable y dócil, y con Zidane como reclamo y encargado, en teoría, de planificar la confección de la plantilla, definir las altas y bajas y encabezar el organigrama deportivo, solo por debajo del presidente y del director general, José Ángel Sánchez.

Zidane ya recomendó a su compatriota Varane, uno de los cuatro únicos fichajes (entre 15) que no fueron de Mourinho, aunque el entrenador portugués dio su visto bueno al central francés, al igual que a Canales, Pedro León y Sahin. Después de tener como directores deportivos a Pirri, Valdano (en sus dos etapas), Arrigo Sacchi, Emilio Butragueño o Benito Floro y dejar el club en manos de Mourinho, Florentino ya se ha olvidado, a la fuerza, del ‘modelo inglés’ de entrenador y mánager deportivo en un solo hombre y de ese intento de modernización de estructura que tanto pregonaba y se ha derrumbado.

«A Zidane, además de ser muy competente en lo suyo, le pegó el madridismo cuando llegó en 2001 y su única ilusión en estos momentos es el Real Madrid. En estos años ha conocido todas las facetas de este club y se ha hecho entrenador y mánager deportivo», justifica Florentino para reclutar para los despachos a un exjugador genial y a una bandera del madridismo. ‘Zizou’ ya coincidió con Ancelotti en la Juventus, tenía mucho mando en el vestuario de Francia en el Mundial de Alemania 2006 y, según algunos medios de su país, también llamó a la rebelión en el de Sudáfrica 2010 a los ‘bleus’ contra el entonces seleccionador, Raymond Doménech. Florentino ya se reunió con Zidane el lunes para analizar el futuro deportivo del Real Madrid, centrado, a la espera de la llegada de Ancelotti, en la obligada renovación de Cristiano Ronaldo, a quien el presidente desea convertir «en el futbolista mejor pagado del planeta», y en potenciar un equipo que necesita reforzarse en defensa, centro del campo y delantera, aunque Florentino solo asegura, por el momento, el regreso del lateral derecho Carvajal, tras su paso por el Bayer Leverkusen.

Con la continuidad de Xabi Alonso en el aire, a Florentino también le gusta el mediocentro Gündogan, el alemán de origen turco del Borussia Dortmund, aunque Ancelotti prefiere para esa posición a otro organizador de talento, su compatriota Verratti, del París Saint-Germain. Del fichaje de Isco, aunque al presidente blanco le parece «un gran jugador», Florentino no está convencido, ya que para el puesto de mediapunta el Real Madrid dispone de Özil, Modric y Kaká. «No sé si es lo que más necesitamos», respondió el presidente cuando se le preguntó en la ‘Cadena Ser’ por la joven perla del Málaga también codiciada por el Manchester City, donde Manuel Pellegrini le garantizaría la titularidad. Entre el espectacular y determinante Bale -puede jugar como interior y lateral-, Gündogan, Isco y Carvajal, Florentino Pérez reconoce que contratará «a dos casi seguro». Para el puesto de delantero centro, una vez que el ‘Kun’ Agüero ha renovado por el City, el deseado por Ancelotti es el uruguayo del Nápoles, Cavani, y aunque a Florentino también le gusta Lewandowski, el polaco del Dortmund ya se ha comprometido con el Bayern de Guardiola.