Ertzainas de la Policía Científica entran en el portal.

El marroquí de 45 años que el jueves violó y cortó un dedo a una educadora social de Cáritas que le echó de un piso de acogida en Deusto tuvo una orden de expulsión que prescribió. Así lo adelanta hoy El Correo, que confirma que el individuo tiene antecedentes policiales en Bilbao y en Sevilla.

CÁRITAS SOSTIENE QUE “ESTE DRAMÁTICO EPISODIO ES UN HECHO AISLADO”

“Es lamentable, una barbaridad, resulta inaceptable…”. Estos son algunos de los calificativos utilizados por la treintena de personas que se concentraron ayer viernes por la tarde en Deusto para protestar por la violación ayer de una educadora social a manos un hombre, de 45 años y de origen marroquí, al que le había echado de un piso de acogida.

Las muestras de repulsa se sucedieron a lo largo del día. Los responsables en Bizkaia de Cáritas, organización humanitaria que gestiona el piso de Bilbao donde vivía el individuo, manifestaron su pesar por el terrible suceso. Asimismo, lamentaron “profundamente” que, además de la joven, de 25 años, uno de los usuarios “del mismo recurso residencial” fuese víctima del agresor, quien le produjo varios cortes con un cuchillo.

Además, Cáritas quiso recalcar que este dramático episodio es un hecho aislado. Según recordó, la organización atiende y acompaña a más de 13.000 personas en situación o riesgo de exclusión social y “es la primera vez en los casi 60 años de historia de la entidad que ocurre una agresión de estas características”. “Esperamos que sea la última”, concluyen en un comunicado, donde indican que el atacante, de origen magrebí, sufre una patología mental.

Por su parte, ELA ha condenado la agresión y ha denunciado que, aunque parezca un hecho aislado, la violencia contra las mujeres se manifiesta “en todos las esferas de la vida”. A través de un comunicado, el sindicato ha denunciado también las condiciones laborales en las que se produce este hecho. En este sentido, ha asegurado que el sector de la Intervención Social de Bizkaia está sufriendo en los últimos meses uno de “los ataques más contundentes” dentro de la coyuntura actual.

“Se están destruyendo servicios, programas y los que se mantienen operativos, se dan a costa de la precarización de las condiciones laborales de los profesionales del sector”, ha agregado. “Al precarizarse un sector, también se precarizan las condiciones y las garantías por las que se podrían prevenir este tipo de hechos”, ha agregado. Por ello, además de la condena al agresor, ELA ha instado a las instituciones competentes a que asuman su responsabilidad y a que concreten los medios para hacer frente a este tipo de realidades “mediante un sistema de prevención y de actuación eficaces”.

Entretanto, el Instituto Vasco de la Mujer Emakunde ha expresado también su “profunda repulsa” por la violación de Bilbao y ha emplazado a la ciudadanía a mostrar su rechazo ante este tipo de violencia, que es “una herramienta de intimidación dirigida hacia las mujeres para que no desafíen ni transformen las normas de género vigentes”. Emakunde ha considerado que la lucha contra la violencia machista “requiere un trabajo de fondo y una transformación de muchos valores y creencias”.

Condena del Ayuntamiento

También el Área de Igualdad, Cooperación y Ciudadanía del Ayuntamiento de Bilbao ha condenado la brutal agresión. “Manifestando nuestra profunda repulsa ante lo sucedido, desde el Área ofrecemos todo nuestro apoyo a las personas afectadas y a sus familias y ponemos a su disposición nuestros servicios para todo lo que pudieran necesitar, en estos difíciles momentos”, han asegurado en un comunicado.

Por otro lado, Bildu ha instado a las instituciones a garantizar la integridad física de las trabajadoras y usuarias de los pisos de acogida. En un comunicado, la concejala Ana Etxarte ha hecho un llamamiento a las instituciones públicas competentes, y en particular a la Diputación de Bizkaia, para que “investigue lo sucedido y vea qué es lo que ha fallado para que un hecho así se haya producido”.