BD.- El Príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa están actualmente de visita diplomática durante 9 días en Oriente Próximo en misión para el gobierno británico. Mientras que el Principe Carlos ha aprovechado el viaje para hablar de algunos temas como la cooperación militar y el comercio entre los dos países con sus interlocutores saudíes, Camila se ha concentrado por su lado sobre el papel de las mujeres.

La duquesa de Cornualles se ha reunido con las primeras mujeres parlamentarias saudíes y les ha dicho: “Bajo todas esas bonitas sonrisas hay muchas mujeres muy poderosas aquí”. Hace dos meses, 30 mujeres fueron designadas para el parlamento saudí por el rey Abdallah. Como miembro de la familia real británica, Camilla no ha juzgado necesario llevar una abaya pero ha preferido vestirse “modestamente” en señal de respecto hacia sus anfitriones. Camilla ha declarado sentirse impresionada por los nuevos miembros femeninos del parlamento saudí.

Las mujeres saudíes tienen aún pocos derechos legales y deben obtener el permiso de un tutor masculino para todo tipo de trámites, desde abrir una cuenta bancaria a casarse. Las mujeres siguen separadas de los hombres en público y en la mayoría de las oficinas, los bancos y las universidades tienen entradas separadas y deben ir aparte en los transportes públicos o en los restaurantes.

En lo concerniente a la vestimenta, las mujeres deben obligatoriamente tapar todas las partes del cuerpo para evitar toda exposición concupiscente. La aplicación estricta del islam en Arabia Saudita significa que se deben cubrir el cuerpo con una túnica negra llamada abaya, que no deja al descubierto más que los ojos y las manos. Estas reglas son aplicadas por el “mutawaeen”, la comisión que gestiona la promoción de la virtud y la prevención del vicio.