Holanda se ha despertado hoy con la noticia de la abdicación de la reina Beatriz, de 75 años, en favor de su hijo mayor, el príncipe Guillermo, que se convertirá en rey el 30 de abril, el mismo día en que la actual monarca asumió el trono hace 33 años. Beatriz de Holanda ha aclarado que no se aparta del trono porque considere el cargo demasiado pesado, sino porque “es tiempo para una nueva generación” y deja el trono en “buenas manos”, las de su primogénito. “Me parece un buen momento para dar este paso”, ha explicado la soberana, para subrayar que “la responsabilidad sobre nuestro país debe recaer en las manos de nuevas generaciones”.

La propia reina Beatriz se convirtió en la sexta monarca de la Casa de Orange tras la abdicación de su madre, la reina Juliana, que reinó durante 31 años tras la abdicación de su madre, en 1948, y dejó el trono al cumplir 71 años, el 30 de abril de 1980. Por lo tanto, ésta es la tercera abdicación consecutiva en la Casa Real de Países Bajos y supone la vuelta de un varón al trono. El último en ocuparlo fue Guillermo III, que falleció en 1890. Las leyes holandesas dotan a la Casa Real de una posición más ceremonial que política. Desde 1848, la Constitución establece el carácter “inviolable” del monarca, a quien le corresponde ser neutral en cuestiones políticas.

El futuro rey, el príncipe Guillermo, de 45 años, nació el 27 de abril de 1967 y está casado con la argentina Máxima Zorreguieta. Es padre de tres hijas, la mayor de las cuales, Catalina, nacida el 7 de diciembre de 2003, pasa a ser ahora la heredera al trono. En su biografía, uno de los momentos más traumáticos ha sido el accidente de su hermano Friso, aplastado por una avalancha en la nieve y en coma desde febrero de 2012.

Un “icono” para Holanda

Tras el discurso de la reina, el primer ministro, Mark Rutte, se ha dirigido a los holandeses en discurso igualmente grabado de forma previa. Rutte ha destacado el papel desempeñado durante años por la reina Beatriz y ha asegurado que ve preparado al heredero Guillermo y a su esposa para hacerse cargo de sus tareas. “Estoy seguro de que el príncipe Guillermo Alejandro y la princesa Máxima cumplirán de forma exitosa sus nuevas funciones”, ha señalado Rutte, quien ha recordado que al heredero le espera un cargo “importante y multifacético”.

El primer ministro ha expresado asimismo todo “respeto” y “admiración” por la figura de la reina Beatriz, a la que ha calificado como un “icono” para Holanda. “La reina Beatriz siempre ha estado ahí”, ha subrayado Rutte, para destacar su papel en los momentos más difíciles del país.