Herramientas incautadas a los detenidos.

Agentes de la Policía Nacional en Valladolid detuvieron ayer a los presuntos autores de más de una veintena robos en domicilios de la capital vallisoletana. Los sospechosos, que responden a los iniciales de K. P. P., nacido en 1976, y V. N. M., nacido en 1973, ambos de nacionalidad búlgara, fueron detenidos gracias a la colaboración ciudadana.

Miembros de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana y de la Policía Local acudieron a la llamada de alerta de un ciudadano que había detectado la presencia de dos varones que «llamaban de forma insistente a los timbres de los porteros automáticos, logrando introducirse en un edificio de Huerta del Rey con una actitud extraña», siendo localizados en la última planta del edificio en la que se habían refugiado al ser conscientes de la intervención policial.

Fuentes policiales aseguran que «se trata de dos especialistas en abrir las denominadas cerraduras de borjas dobles o doble paletón conocidas popularmente como cerraduras de alta seguridad o de puertas acorazadas, son del tipo más largo del habitual y con unas ranuras horizontales en su extremo distal».

Los ladrones, al parecer, accedían a los domicilios usando un útil de fabricación casera simulando, mediante unos denominados ‘palpadores’, el dibujo de las borjas de la cerradura, procediendo a su apertura sin ningún tipo de problema, con un sistema como el usado por los profesionales de cerrajería, constituyendo un ‘modus operandi’ desconocido hasta fechas recientes en España. Este método se conoce como el de la ‘llave mágica’.

Gracias a estas herramientas no producían desperfectos ni en las puertas ni en las cerraduras, por lo que los ciudadanos afectados no se explicaban «cómo habían podido acceder a sus domicilios e incluso en algunos casos, al apoderarse de llaves de repuesto, dejar cerrada de nuevo la puerta con varias vueltas de llave».

Su técnica consiste en llamar al los telefonillos de los porteros automáticos con la finalidad de detectar viviendas vacías, para, una vez que alguna persona les ha franqueado el acceso al portal de la finca, subir a alguna de las plantas altas del edificio en el que sus viviendas se encuentren vacías y así, sin molestias, proceder a la apertura de las puertas, al acceso al interior de la vivienda o viviendas y saquearlas, llevándose especialmente joyas y dinero en metálico.
La ‘operación Llave’ se inició a mediados del mes de noviembre, cuando se tuvo conocimiento de que en la ciudad podía haberse instalado una persona o bien un grupo delincuencial compuesto por ciudadanos búlgaros, los cuales estarían dedicándose a perpetrar robos en viviendas por este procedimiento aprovechándose de la infraestructura en forma de vivienda, transporte o cobijo que les brindan algunos ciudadanos de su misma procedencia lo que hace muy difícil la localización de estos grupos y su desarticulación.
Ahora los investigadores de la Brigada Provincial de Policía Judicial tratan de averiguar su posible implicación en la perpetración de una veintena de robos con fuerza en viviendas desde el pasado mes de agosto.
A los dos detenidos les constan varios antecedentes policiales por detenciones anteriores y a uno de ellos varias identidades supuestas.