Enrique de Diego.- Luis Bárcenas ha llegado a tener 22 millones de euros en cuentas en Suiza. Nos hemos acostumbrado al robo en grandes dimensiones de estos chorizos de políticos, pero por si resulta ilustrativo eso son casi cuatro mil millones de pesetas. En mis tiempos jóvenes, había un programa que era “un millón para el mejor”, ahora son cuatro mil millones para el peor.

Ese dinero no sale del sueldo de senador, sino del puesto de tesorero. Bárcenas ha robado 22 millones de euros siendo tesorero del Partido Popular. Eso significa, además, que otros muchos millones de euros constituyen la financiación irregular, en negro, en comisiones, en maletines, de esa sucia mafia que es el Partido Popular, cuyos niveles de corrupción sólo tienen parangón en la historia patria con las del partido socialista, aunque, a título comparativo, Bárcenas ha robado mucho más que Luis Roldán.

Esos 22 millones de euros tendrían que dedicarse a sanidad, a educación, a investigación o ahorrarse para bajar impuestos y no hundir a las clases medias, llevándolas a la indigencia y al hambre, pero Bárcenas prefirió robarlos y llevárselos a Suiza. Hasta el momento en que se escribe este artículo, Bárcenas no ha ingresado en prisión. Por robar 1.000 euros se mete a la gente en la cárcel, pero si robas 22 millones de euros y eres del PP puedes seguir por la calle o incluso ser fichado por Telefónica como Rodrigo Rato. Claro que si tiene que detenerle el ministro del Interior, Jorge Fernández, que cobra una dieta mensual de 1.800 euros para buscarse casa en Madrid cuando vive en el Ministerio, pues entre chorizos y delincuentes habituales anda el juego.

Porque el PP es un partido de chorizos y delincuentes, una mafia, y Gürtel no es cuestión de “tres trajes” como repetía esa cloaca de la casta en la que degeneró Intereconomía a lomos de la corrupción moral de de Julio Ariza y se insistía en ese infecto programa llamado El gato al agua, que mejor respondería al título de La gaviota carroñera a la cloaca, donde todo corrupto del PP ha sido defendido, empezando por Bárcenas, y entre cuyo accionariado se encuentra Rodrigo Rato.

El robo a gran escala de Bárcenas se perpetró siendo tesorero de Mariano Rajoy, por lo que el todavía presidente del Gobierno tiene responsabilidad in eligiendo e in vigilando. Bárcenas no pudo robar sin el conocimiento y el consentimiento de Mariano Rajoy o bien Mariano Rajoy es tonto de baba, que también puede ser, y no son cuestiones contradictorias sino complementarias.

Rajoy no sólo tendría que dimitir sino ser detenido y encarcelado, sin comunicación con su tesorero Bárcenas, para que no conspiren. Por menos que eso, en nuestro siglo XIX, Narváez cogía el espadón de Loja y ponía al Gobierno patas arriba. E incluso, en la segunda república por una cuestión menor se llevaron por delante a Lerroux.

Tengo por cierto que Bárcenas se va a llevar por delante a Rajoy y al PP, como Urdangarín se va a llevar a los gorrones borbones. Al tiempo. El Partido Popular ha adoptado lo que los horteras llaman un perfil bajo: que no sabe nada y que espera acontecimientos. Leches, que Bárcenas era el tesorero y no un señor de Murcia que pasaba por allí. Si Bárcenas ha atesorado 22 millones de euros es que la contabilidad del PP es más sucia y delictiva que la de Al Capone, que si él ha robado para sí 22 millones, mucho más roba en cuanto tal la mafia pepera y al frente de la sucia mafia pepera estaba y está Mariano Rajoy.

Mariano, que tiene colocada a su santa, Viri, en Telefónica, lo cual ya es corrupción y sobresueldo de lo que es más que una empresa, una oficina corrupta de colocación de políticos, muy mejorada respecto a Chicago años treinta, era el jefe del contable, era el Al Capone de la trama. Todos sus actos de campaña se hacían con dinero negro y chapoteando en la corrupción, pillando todos y siendo alabados por Losantos –que hizo campaña por Gürtel en el epicentro de Pozuelo- y por el crecepelos Antonio Jiménez y el hipócrita de Julio Ariza, con ese programa deleznable de El gato al agua, cuyo visionado es un acto de indignidad personal y un apoyo a la corrupción.

Porque el PP es una trama delictiva, una organización para el delito y el enriquecimiento, Bárcenas pudo robar 22 millones de euros, que implica una corrupción constante y sonante. Habría que ilegalizar al PP y detener a sus dirigentes. Es lo mínimo que exige el sentido universal de la justicia, al que hacía referencia Pericles, pero en España no hay Estado de Derecho, ni ley, ni orden, ni honor, ni decencia. Hay robo a manos llenos, mierda, pocilga…

Hay Partido Popular.