El empresariado catalán tiene la consigna de no hablar de boicot a sus productos. Unos están más o menos de acuerdo que otros con el proceso soberanista emprendido por CiU y ERC en Cataluña, pero todas las organizaciones patronales catalanas han dado la consigna a sus afiliados de que no se hable en público de los boicots que están padeciendo los productos y servicios de las empresas de esta autonomía.

“Hablar de boicots sólo sirve para potenciarlos; aprendimos la lección en 2005 y ahora no vamos a tropezar con la misma piedra”, asegura un empresario del sector vinícola. En 2005, quien encendió la mecha de un boicot al cava catalán fue Josep Lluis Carod-Rovira debido a su campaña contra la candidatura de los Juegos Olímpicos de Madrid para 2012, y ese año las ventas en el mercado nacional cayeron un 6,6%.

Aunque el sector del cava no quiere hablar, lo cierto es que las grandes empresas esperan cerrar la campaña de Navidad 2012 con una nueva caída de ventas en el mercado español que se situaría entre el 5 y el 8% (todavía no hay datos cerrados). En 2011 el retroceso ya fue del 8,7%. La versión oficial es que la crisis económica y el crecimiento de las marcas blancas son las causas del descenso, pero lo cierto es que otros productores de cava españoles, de fuera de Cataluña, han mejorado sus ventas.

Es el caso de varios propietarios de bodegas en Extremadura, que ha tendido un “significativo aumento de pedidos”, según señaló el vicepresidente de Apag-Extremadura-Asaja, Félix Corbacho. Otro ejemplo es la bodega extremeña Vía de la Plata, propiedad de Aniceto Mesías, que en noviembre ya había registrado un incremento del número de pedidos superior al 5%. También la población de Requena, en Valencia, ha registrado un aumento de los pedidos de cava.

La posición oficial del sector, expresada por el presidente del Consejo Regulador del Cava Gustavo García Guillamet, es que el sector no quiere que el cava sea una marca pueblerina, sino que vaya unido a la marca España.

Caída del turismo nacional

Uno de los sectores clave de la economía catalana es el turismo. Las buenas cifras de visitantes extranjeros que recibirá Cataluña en general, y Barcelona en concreto, camuflan el descenso de visitas de turistas nacionales procedentes del resto de España. Igual que en el caso del cava, el sector achaca el retroceso a la crisis económica y a la implantación de la nueva tasa turística que desde noviembre ha impuesto la Generalitat.

Sin embargo, entre los hoteleros existe el convencimiento de que muchos españoles “ya no se plantean venir a Barcelona o a Cataluña porque les da rabia, y para otros cualquier obstáculo como la tasa turística es un argumento para cambiar de destino”, indica un empresario del sector. Los datos del aeropuerto de El Prat confirman esa tesis: el tráfico total de pasajeros en 2012 ha crecido un 2,2 por ciento, pero el tráfico nacional en concreto ha caído un 9,6 por ciento.

Si se miran los últimos datos de pernoctaciones, en noviembre en Barcelona y alrededores experimentaron una leve caída por el desplome del turismo nacional, según señaló el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Juan Mola. En su opinión, la tasa en Cataluña tendrá un impacto mayor cuando se inicie la temporada alta, en torno a marzo, puesto que los turoperadores imputarán en el precio final la tasa turística y la subida del IVA . “Y eso puede tener una incidencia determinante en las decisiones que tomen los turistas nacionales, muy condicionadas por los recortes de gasto”, señala.