Un gol de Raúl García en el minuto 7 firmó el décimo triunfo consecutivo en el Vicente Calderón del Atlético de Madrid y aseguró la clasificación del equipo rojiblanco para los dieciseisavos de final de la Liga Europa, en un encuentro aburrido contra el Hapoel Tel Aviv, al que superó sin excesivo sufrimiento. Dos semanas después del borrón en Coimbra, con una derrota más dolorosa por la imagen que por su transcendencia en la tabla, el conjunto madrileño sólo necesitó siete minutos de partido para cerrar su previsible pase a la siguiente ronda, con el tanto del navarro que aceleró ese proceso y el triunfo.

Porque el equipo rojiblanco, de nuevo con rotaciones en el once y sin el colombiano Radamel Falcao, entre otros, en la convocatoria, como cada compromiso de la fase de grupos de la Liga Europa de este curso, aprovechó una de sus primeras ocasiones para zanjar el primer asunto del choque: ponerse cuanto antes por delante en el marcador. Llevó la pelota Adrián López desde tres cuartos de campo, en carrera, dejando atrás rivales por velocidad, se plantó en la línea de fondo, encontró detrás al turco Emre Belozoglu y éste, más atrás, a Raúl García, que marcó de disparo alto, potente, que chocó primero en el larguero y que botó dentro para convertir el 1-0. El Hapoel Tel Aviv no se dio por vencido tan pronto. Aunque no tenía opciones de clasificación, era consciente de su inferioridad técnica y estaba por detrás en el marcador, el equipo israelí se propuso algo más que contener los ataques del Atlético y apareció por la meta de Sergio Asenjo con sendos cabezazos de Maman y Danin.

Un aviso para el conjunto madrileño, hoy vestido de negro, y que mandaba a medio gas y con algún acercamiento más, como el que atajó el guardameta visitante a Adrián, que se deshizo de un defensa dentro del área con un control magnífico. Fue suficiente para marcharse al intermedio con el dominio del juego y del marcador. No cambió el duelo en la reanudación. Siguió el control del Atlético, su facilidad para plantarse cerca del área contraria, por la izquierda con el uruguayo Cristian ‘Cebolla’ Rodríguez, por la derecha con Raúl García, por medio con Adrián, pero también las inquietudes en su propia defensa, como demostró una acción salvada por Sergio Asenjo frente a Ben Haim a cinco metros de la portería.

Fue entonces cuando el Atlético le dio algo más de intensidad al duelo, presionó por momentos más arriba a su adversario, no dejó tanto espacio para los contragolpes rivales y provocó más pérdidas de la pelota del Hapoel Tel Aviv, que descubrió sus limitaciones técnicas en cuanto el conjunto rojiblanco le incordió más cerca. Así entró el choque en el tramo final, con el Atlético merodeando el área de su contrincante pero sin concreción, sin remate y sin efectividad, sobre todo en dos acciones de Adrián, ya de delantero con la sustitución de Diego Costa por Koke. Primero, remató alto de cabeza y después se encontró con Apoula en un mano a mano. No le hicieron falta al Atlético, en cualquier caso, más goles. Ya está en dieciseisavos de final de la Liga Europa, el primer objetivo de esta campaña en el torneo continental; el siguiente es el primer puesto de grupo, por el que pugnará en la última jornada con el Viktoria Plzen en la República Checa. Le vale un empate.