Por Rubén Kaplan.- Los inadmisibles y constantes ataques con cohetes y morteros a Israel –cerca de 12.000 en 7 años- lanzados desde la Franja de Gaza por Hamas y otros grupos terroristas palestinos y las posteriores retaliaciones del Estado judío, se vienen produciendo sin interrupción desde el año 2005 cuando Israel, viéndolo de manera retrospectiva, en una desatinada decisión política, se retiró unilateralmente de Gaza luego de 38 años, con la vana ilusión de alcanzar la paz con sus belicosos vecinos árabes, quienes en lugar de aspirar a la creación de un Estado palestino que conviva pacíficamente con el Estado hebreo, anhelan y prometen la destrucción de éste.

La incesante miríada de misiles que lanzan las organizaciones terroristas desde Gaza contra áreas rurales del sur de Israel -claro casus belli- quedó patentizada el miércoles 24 de octubre cuando en el transcurso del día fueron arrojados más de 80 cohetes y morteros que dejaron un saldo de cinco heridos, dos de ellos graves, daños materiales de consideración y pánico entre los residentes civiles israelíes.

A diferencia de otras ocasiones, donde la Jihad Islámica otro de los numerosos movimientos terroristas musulmanes, armado y financiado por Irán y Siria, se adjudicaba las agresiones, Hamas mismo se atribuyó la autoría de los últimos ataques. En la anárquica Gaza coexisten a pesar de sus diferencias, el grupo Ansar al Sunna, devenido en diciembre de 2007 Ansar al-Islam, vinculado a la red islamista Al Qaeda, las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa y el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), una pequeña organización nacionalista de extrema izquierda, Harakat al-Jihad al-Islami al-Filastini, más conocida como la Jihad Islámica Palestina (PIJ) en su sigla en inglés.

De todos modos, independientemente de cual sea la facción terrorista que lanza los cohetes a Israel, la responsabilidad es del Hamas que gobierna la Franja de Gaza. Lo mismo le cabe al Líbano y el Hezbollah, con el agravante que la organización terrorista, tiene su propio ejército y su ala política forma parte del gobierno del País de los Cedros. La República Libanesa debe comprender que tendrá que hacerse responsable de todo ataque que proceda de su territorio y asumir el riesgo de sufrir una devastación mayor a la acaecida en la última guerra con Israel.

Como sucede habitualmente, las represalias de Israel a los ataques palestinos, genera de parte de los terroristas un inmediato pedido de tregua que nunca respetan. Plañideramente se quejan de la “agresión israelí” y juran responder por los “crímenes” de los sionistas, naturalmente omitiendo decir que Israel, que tiene el derecho y la obligación de proteger a sus ciudadanos, se limita a responder a las injustificadas agresiones que ellos sufren, ante la desidia de la ONU y la deliberada omisión de la gran mayoría de los medios.

En relación a la prensa, existe una aviesa y generalizada creencia, estimulada por los antisemitas, que los judíos son además de los que detentan el poder económico del orbe, los que controlan la prensa occidental. Un mentís rotundo a esa burda acusación es la maniquea reseña de la CNN que en relación al aluvión de cohetes disparados desde Gaza no hizo mención a que fueron lanzados contra Israel más de 80 misiles y morteros en 24 horas, tampoco a que 200.000 niños israelíes fueron devueltos a sus hogares de las escuelas a causa de los misiles, ni que el exiguo sistema antimisilístico “Cúpula de Hierro” que posee Israel, interceptó 7 cohetes “Grad” que estaban dirigidos hacia grandes centros civiles. Todos esos datos fueron maliciosamente omitidos por la cadena de noticias norteamericana, que se circunscribió a informar limitadamente que hubo “4 muertos en bombardeo israelí contra Gaza”.

Quien medió en esta oportunidad para obtener el alto el fuego fue el presidente de Egipto Mohamed Morsi, a quien un video mostró la semana pasada rezando en una mezquita en la provincia Matrouh y diciendo amén a las oraciones del imán Futuh Abd Al-Nabi Mansour, que invocaba a Alá para “destruir a los judíos y sus partidarios”.

En otra evidencia del doble discurso y la hipocresía a las que son afectos los líderes musulmanes, el servicio de oración tuvo lugar pocos días después que Morsi le enviara una carta al presidente israelí Shimon Peres a quien calificó como un “buen y gran amigo” y donde pedía que ambos continuaran “manteniendo y fortaleciendo las cordiales relaciones que felizmente existen entre nuestros dos países”.

La precariedad de la tregua, quedó demostrada el jueves 25 de octubre cuando desde Gaza fue lanzado un proyectil de mortero.
Históricamente, cada vez que la respuesta israelí a los ataques se intensifica, los diferentes grupos terroristas palestinos, alternadamente, utilizan el gastado recurso de la “hudna” o tregua para evitar ser atacados por el Ejército de Defensa de Israel, (IDF en su sigla en inglés) atribuyéndole la responsabilidad a otro de los grupos y poder a la vez seguir lanzando misiles. La hudna en su significado verdadero, no es un “alto al fuego” convencional, de acuerdo a como lo entendemos los occidentales, sino un medio estratégico que conciben los musulmanes para el logro de ventajas militares. En virtud de ello, los diferentes grupos palestinos que operan desde Gaza, anuncian unilateralmente treguas que no respetan y violan constantemente.

Resulta sugestivo, que la intensificación de los misiles lanzados contra territorio israelí, fue inmediatamente después de la visita que efectuara a Gaza el Emir de Qatar, Sheikh Hamad bin Khalifa Al-Thani quien apoya a Irán y a Hezbollah en Líbano. El líder qatarí, portador de dinero fresco para las arcas de los terroristas, ha sido el primer jefe de Estado en visitar la Franja de Gaza desde que el grupo extremista islámico Hamas se apropiara por medio de un sangriento golpe del enclave costero. Desde entonces, la Autoridad Palestina ha estado física y políticamente fracturada.

Ante la llegada de Al Thani, recibido con alfombra roja, el primer ministro de Hamas en Gaza, Ismail Haniyeh, afirmó que la visita significa la “ruptura del bloqueo político y económico a la franja”. “El emir de Qatar dijo que Palestina está en el corazón de millones de hombres libres en todas partes, y gracias a su apoyo, el emir está en el corazón de millones de palestinos”. Ratificando explícitamente que no reconoce la existencia de Israel, Haniyeh reiteró que los palestinos no renunciarán ni siquiera a una pulgada de lo que llamó la “Palestina histórica”, el territorio que va desde el río Jordán hasta el Mar Mediterráneo.

Altos oficiales de Israel acusaron al emir de Qatar, de “perjudicar a los palestinos y arruinar la posibilidad de empujar a Gaza fuera de barro, por el camino hacia la paz”. “Es gracioso que los gobernantes de Qatar intervengan en el conflicto interno de los palestinos y elijan apoyar a Hamas”, señaló el funcionario del ministerio de Exteriores, quien agregó que el jeque Al Thani se ha rodeado de la compañía de “extremistas violentos”. Al Thani prometió donar 400 mil dólares para distintos proyectos de restauración de Gaza. “Su dinero servirá solamente para profundizar aún más la corrupción, el odio y el extremismo. Pondrá de relieve el daño que Hamas les hace a los palestinos. Tampoco celebraron la llegada a Gaza de Al Thani, los líderes de Al-Fatah que calificaron la visita como la profundización de las divisiones dentro de la Autoridad Palestina y señalaron fue hecha “en busca de un poder político en la región a expensas del pueblo palestino y sus derechos a la unidad y es inaceptable”.

La ausencia de representantes de la Autoridad Palestina en el agasajo en Gaza al emir de Qatar, generó dudas y controversias. Al ser los palestinos proclives a la mendacidad, resulta difícil establecer quien dice la verdad. El líder de Fatah, Yahya Rabah dijo que su facción no había sido invitada por Qatar o Hamas, mientras el portavoz de Hamas Taher al-Nunu insistió en que Fatah había rechazado una invitación para asistir a la ceremonia de bienvenida.

Cabe recordar que en enero de 2011, funcionarios de la Autoridad Palestina afirmaron que el emir Al-Thani, verdadero dueño de Al-Jazeera, había determinado “liquidar políticamente” a Abbas y su equipo para ayudar a Hamas a extender su control a la Ribera Occidental. Conociendo la habilidad del emir de Qatar para moverse en los volátiles terrenos de Medio Oriente, no sería descabellado elucubrar, que los “Documentos de los palestinos” de dudosa verosimilitud, que fueron publicados por la agencia de noticias, hayan sido producto de una formidable acción psicológica tendiente a desestabilizar al desacreditado por la corrupción gobierno de Mahmoud Abbas, en beneficio del movimiento terrorista Hamas, quien juró que nunca reconocerá a Israel.

Los intolerables ataques que sufren los residentes de la región sur de Israel, hace que éstos se sienten abandonados, indefensos y enfadados. Una mujer llamada Zelpa, cuya casa fue alcanzada directamente por un cohete, expresó su enojo por la decisión del gobierno de descuidar a las comunidades del sur de Israel. “No tenemos espacios protegidos, mi casa fue alcanzada y es un milagro que yo haya salido de ella con vida. Estamos viviendo un tiempo prestado. Tal vez deberíamos ir a dormir a la casa del Primer Ministro Benjamin Netanyahu para que todos podamos sentirnos seguros”, agregó indignada la mujer. “No elegimos esta escalada y no la iniciamos, pero si continúa, estamos preparados para una acción mucho más amplia y profunda, porque quien ataque a civiles israelíes debe saber que lo pagará”, se defendió Netanyahu.

En una entrevista con la Radio del Ejército, el Ministro de Defensa Ehud Barak dijo que las Fuerzas de Defensa de Israel están evaluando todas las opciones para devolver la tranquilidad al Sur, aunque anticipó que una operación militar a gran escala es poco probable. Al respecto, el frustrado candidato a Jefe del Estado Mayor del Estado hebreo, Yohav Galant era partidario de emprender la Operación Plomo Fundido un año y medio antes que se llevara a cabo y no habría esperado hasta diciembre de 2009. También aseveran que su plan consistía no sólo en neutralizar la andanada de cohetes que lanzaba el Hamas a la población del sur de Israel, sino acabar además con el gobierno terrorista en la Franja de Gaza. Su idea fue rechazada, oportunamente entre otros, por el Ministro de Defensa y por el General Ashkenazi.

Por su parte, el presidente Shimon Peres afirmó: “Bajo ninguna circunstancia nos sentaremos sobre nuestras manos si nos disparan”. “Quiero decirles a los residentes de Gaza y a sus líderes que tienen que decidir qué desean: si se deciden por la guerra, ¿qué podemos hacer?; si deciden construir, no habrá guerra”.

Peres sostuvo que “en cualquier otro lugar del mundo juntarían dinero para construir, pero en lugar de comprar materiales para la construcción, compran materiales explosivos.