Carmen Klecker.- El boicot es un instrumento eficaz de la sociedad civil. Ha de ser racional. No boicoteamos productos catalanes, sino productos separatistas. El boicot ha de ser constante, permanente y expansivo. El boicot busca cortar los suministros a los enemigos de España y parte de premisas lógicas: no se financia a quien te insulta o te desprecia. El boicot a los separatistas es un imperativo patriótico. Con el boicot, todos juntos, aislaremos y erradicaremos al separatismo.

Regeneración y la Plataforma de las Clases Medias propugnan el boicot a los productos de Nutrexpa y Casa Tarradellas. Los empresarios de ambas empresas han mostrado su odio y desprecio a España y su postura favorable a la independencia.

Nutrexpa produce Cola Cao, La piara, Paladín, Cuétara, Nocilla, Bocadelia, Phoskitos, entre sus productos más destacados.

En el caso de Casa Tarradellas, hay que tener en cuenta que la marca blanca Hacendado de Mercadona también comercializa productos de Casa Tarradellas: pavo, pollo “vuelta y vuelta”, pizzas, masa.

El boicot ha de ser activo. Debe ser difundido por todos de forma que llegue al mayor número de gente. Así seremos eficaces. También es preciso tomar medidas como denunciar en los supermercados, grandes superficies, gasolineras que se trata de productos de empresarios independentistas y que lo patriótico es retirarlos.

Regeneración y Plataforma de las Clases Medias tiene en estudio lanzar boicot a Estrella Damm cuyos anuncios publicitarios en TV3 tienen un contenido separatista.

Regeneración y Plataforma de las Clases Medias ha lanzado un ultimátum a La Caixa para que muestre públicamente su españolidad y rechace el separatismo.

Los empresarios de cava catalán deben desde ya mostrar idéntico rechazo a los planes separatistas de Artur Mas o sufrirán un boicot generalizado en la campaña de Navidad.

Los grandes empresarios catalanes –Godó, Oliu (Sabadell), Fainé (La Caixa), Lara (Planeta), Alemany (Alberti)- están elaborando un informe para Artur Mas mostrándole que la independencia sería un suicidio. Plantean que las empresas serían boicoteadas en el resto de España y temen que en toda Europa, especialmente en Alemania, que no quiere tener problemas con sus landers. Indican también que la salida del euro y de la Unión Europea conllevaría aranceles y costes en las transacciones que harían inviable la permanencia en Cataluña de cualquier multinacional como SEAT, Nissan, Danone, Lidl o Sony, que tienen ahora una fuerte presencia en Cataluña. Ese informe ha de hacerse público para conocimiento general de la opinión pública. Ya no vale mantener un discurso en público y otro en privado.

El único empresario catalán que ha mostrado su rechazo al separatismo y ha indicado que tendría que cambiar la sede social de sus empresas ha sido Lara, de Planeta. Una de sus últimas declaraciones ha sido que la independencia es “un mal irreparable para unos y para otros cuyo coste no podremos pagar”.