Al iniciar el último mes de la campaña presidencial, Mitt Romney se enfocó el sábado por la noche en los indicadores económicos, insinuando que el descenso del desempleo no ha revertido los males que afectan a Estados Unidos.

Mientras tanto, la campaña del presidente Barack Obama y los demócratas obtuvieron una impresionante recaudación de fondos, aliviando la preocupación del partido de que iba a enfrentar una considerable desventaja monetaria en los últimos días cruciales.

Romney ganaba terreno en Florida el día después que el gobierno divulgó una tasa de desempleo del 7,8% en septiembre, una cifra que interrumpió una mala racha de 43 meses con el 8% o más. La publicación del reporte amenazaba con frenar el repunte que tuvo Romney después de una buena actuación en el primer debate.

El alto nivel de desempleo, que ha persistido por largo tiempo después de que la recesión concluyera oficialmente, amenaza la reelección de Obama. La mejoría suscitó un alivio considerable para la campaña de Obama y una situación delicada para su rival republicano.

Romney dijo en un mitin en Apopka, Florida, que con la pobreza, los cupones de alimentos y el alza de los precios de la gasolina, bajos salarios, la escasez de empleos para los profesionales recién graduados y millones de personas que han perdido sus empleos y han dejado de buscar, es claro que Obama no sabe cómo resolver la situación económica. “Yo sé cómo y hare bien el trabajo”, agregó.

Impulsado por la Convención Nacional Demócrata, Obama y su partido informaron el sábado que habían recibido un ingreso combinado de 181 millones de dólares en septiembre, siendo su mejor mes de colectas de campaña y faltándole poco para igualar su récord de 190 millones de dólares en de campaña de 2008. La campaña de Romney aún no ha revelado su reporte mensual.

Extrañamente reinaba la calma cuando falta un mes. El presidente Obama hizo una pausa para celebrar su 20mo aniversario de bodas con su esposa Michelle, aplazada por el primer debate presidencial la semana pasada. Comieron en el restaurante Bourbon Steak en la sección de Georgetown, en Washington. Romney se tomó tiempo antes de un mitin para prepararse para el próximo debate el 16 de octubre en Hempstead, Nueva York.

Pero la maquinaria para recibir dinero seguía funcionando sin parar. El candidato republicano a la vicepresidencia Paul Ryan tenía previsto un evento para recaudar fondos en Milwaukee, Wisconsin y ninguno de los partidos dejó de solicitar dinero en las frenéticas últimas semanas de la campaña. Ryan y el vicepresidente Joe Biden le siguen el turno con un debate el jueves en Danville, Kentucky.