El primer aviso de los blancos llegó en el minuto tres con una falta lateral botada por Di María que Pepe remató libre de marca; Rubén consiguió despejar el remate a bocajarro. El Real Madrid controlaba el balón pero se mostraba impreciso en los pases, y no parecía cómodo el campo. La primera jugada de peligro local llegó en una jugada ensayada en la que Tito centró de forma imprecisa, aunque Labaka consiguió conectar un tímido remate que se perdió por encima de la portería. Una contraataque de libro supuso el primer gol.

Karim Benzema despejaba un balón peligroso a la salida de un córner, Ramos remataba de cabeza el balón dividido y Marcelo, con un tacón magistral, se zafaba de su rival para que Ronaldo recibiese y conectase un gran pase a Di María, que se había desmarcado; el argentino se revolvió en el área y sirvió un pase de lujo al delantero francés, que se había recorrido todo el campo para alojar el cuero dentro de la portería. El gol de los visitantes afectó a los rayistas. Xabi Alonso sirvió un balón aéreo al hueco a Benzema, que encaró al meta, y éste se mostró muy seguro.

El argentino, que empezó como un ciclón, estuvo a punto de conectar con un tiro colocado fuera del área. Ronaldo dispuso de otra donde más le gusta, al borde del área, pero Rubén, atento, consiguió repeler el esférico. El croata Modric también dispuso de otra gran oportunidad, pero el meta coruñés estaba decidido a mantener a su equipo en el partido. Sin embargo, los madridistas no cerraban el encuentro y Casillas tuvo que lucirse por primera vez en la noche con un remate de cabeza potente de Delibasic; el balón quedó muerto en el área y Casado chutó con Iker vencido, para que Ramos sacase bajo palos con el pecho. El Madrid contrarrestó con otra gran oportunidad de Benzema a pase de Di María, que despejó excelentemente Rubén en la mejor estirada del encuentro.

Los visitantes se iban al descanso con la sensación de haber sido infinitamente superiores a sus rivales pero nada estaba cerrado. La defensa blanca comenzó el segundo tiempo algo despistada, como el caso de Arbeloa, que entregaba el balón incomprensiblemente a Leo, que no era capaz de resolver ante Casillas. Dos ocasiones de Essien y Ronaldo volvían a mostrar la línea del partido: el Madrid llegaba sin problemas, pero no sabía resolver. Clos Gómez erraba poco después al no señalar ley de la ventaja tras una falta a Di María, ya que su asistente entendió que había fuera de juego de Benzema, que corría ajeno a la decisión del colegiado y marcó un gol que no subió al marcador. Esa acción despistó a Xabi Alonso, que a los pocos minutos vio amarilla por una clara falta sobre Lass.

Pasada la primera hora de partido, José Carlos pudo poner el empate en el marcador con un zurdazo. Sin embargo, en el minuto 70, Amat cortó claramente un pase de Ronaldo con la mano dentro del área y Clos Gómez decretó la pena máxima. Ronaldo se paró antes de lanzarlo y a continuación disparó a su zona de seguridad, engañando a Rubén. A pesar de convertir el penalti, Ronaldo estrellaba poco después un remate a puerta vacía al palo. La victoria blanca pasará a la historia por el sabotaje que obligó a su aplazamiento el pasado domingo, en una imagen del fútbol español que ha dado la vuelta al mundo.

El trivote de Mourinho funcionó funcionó de forma eficiente pero no brillante, con buenas sensaciones de los tres, especialmente de los dos nuevos, Essien y Modric. Marcelo volvió a brillar y el rendimiento de Ronaldo e Higuaín dejó claro que ninguno pasa por su mejor momento.