Suma y sigue. El consorcio entre la Ciudad Autónoma y personas muy ligados a  los intereses islámicos en España nos sigue ofreciendo inquietantes datos. Mientras millones de españoles pasan dificultades económicas, la administración melillense subvenciona a entidades musulmanas para gastos tan pintorescos como adquisición de churros por más de 3.500 euros (ver noticia).

Mientras la valla fronteriza de Melilla es un coladero de ilegales, el delegado del Gobierno y responsable de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en la ciudad, Abdelmalik El Barkani, nos sorprende con un polémico viaje a la capital francesa. El partido Populares en Libertad (PPL) ofreció imágenes sobre la presencia del delegado gubernativo de origen bereber en el torneo de Roland Garros de tenis coincidiendo con las primeras avalanchas.

Mientras españoles autóctonos sin ingresos económicos son rechazados por la consejera de Bienestar Social por no estar empadronados en la ciudad, centenares de melillenses de origen marroquí reciben ayudas asistenciales de todo tipo con cargo a los sufridos contribuyentes españoles.

Lo último que hemos conocido nos llena de estupefacción. Yasin Puertas, el director general de la televisión Córdoba Internacional, de capital saudí y al servicio de la ideología islámica en nuestro país, figura entre los consejeros de la televisión pública de Melilla, conocida popularmente como ‘TeleImbroda’.

Obra en poder de AD una de las actas del Consejo de Administración de la sociedad mercantil “Información Municipal Melilla S.A”. En ella figuran los miembros del citado Consejo, presidido por Esther Donoso García Sacristán y vicepresidido por Javier Lence Siles, ambos del PP.

El resto de mienbros del Consejo de la televisión pública de Melilla son:  Daniel Conesa Mínguez, José Manuel Calzado Puertas, Juan Salvador Díaz Morano, Mustafá Mohamed Mohamed, María Nieves Vida Verdú, Eder Barandiarán Calvo y Yasin Puertas Aguilera, director de la televisión islámica de capital saudí con en la capital de España. Los miembros del Consejo son responsables tanto del control económico como de los contenidos de la televisión pública melillense, costeada por los contribuyentes españoles. En total, casi tres millones de euros anuales.

Al servicio del wahabismo

La televisión que dirige el consejero de la televisión pública de Melilla está subvencionada por Arabia Saudí. Es necesario explicar que en Arabia Saudí predomina el wahabismo, la corriente islámica fundada por Mohamed Ibn Abdel-Wahab. Abdel-Wahab codificó la religión en jurisprudencia y aumentó considerablemente el número de prohibiciones que pesan en la vida diaria sobre un creyente musulmán. El wahabismo ha servido para que la religión islámica sea entienda hoy por millones de fieles como un mero conjunto de preceptos rigurosos y que se acepten como verdades incontestables aspectos que contradicen abiertamente la ciencia desarrollada en los últimos 500 años (en algunas ‘madrasas’ se insiste en que la tierra es plana y algunos wahabíes prohiben la fotografía). De otro lado, el wahabismo desprecia absolutamente a la mujer, y es partidario de una separación estricta entre los sexos.

Pero el aspecto más peligrosos de la interpretación wahabista de la religión es el referente a la Yihad. El wahabismo no ha considerado nunca suficiente el extender la religión por la predicación hablada o escrita, sino que ha visto en la espada el mejor medio para la propagación de la fe, y la emplean contra todo aquel que entienden que es enemigo de su visión de la religión (incluidos los musulmanes que entienden “tibios” o desviados del verdadero Islam). Los wahabistas basan su posición en una interpretación inmovilista del Corán. Así, cuando Mahoma dijo: “sois la mejor comunidad de la humanidad; buscáis el bien y prevenís el mal, ellos entienden que su interpretación de la religión es la única verdadera y deben hacer la guerra santa a todo aquel que difiera de esa opinión.

Arabia Saudí ha adoptado oficialmente el wahabismo en sus escuelas y en su vida social. El movimiento wahabí no habría sobrevivido sin el apoyo político y económico de Arabia Saudí. La mayoría de las organizaciones terroristas islámicas no existirían sin el sustento ideológico del wahabismo.

El wahabismo tiene entre ceja y ceja la recuperación de Al Andalus. Su ventaja sobre nosotros es que conocen perfectamente nuestras debilidades y cuentan con un sustento normativo que sirve a sus pretensiones. Cuando el musulmán converso de origen español reclama una mezquita en Cataluña o reivindica un marco legal que proteja la diversidad cultural, lo hace desde la legitimidad que le confiere su ciudadanía española. Eso lo saben los saudíes y por eso dedican ingentes cantidades económicas al reclutamiento de conversos, lo cual no es nada difícil visto el desnortamiento moral e intelectual que treinta años de ingeniería social ha provocado en la enfermiza masa lanar española.