El Getafe sorprendió al Real Madrid (2-1) con un gran Barrada, y le infringió la primera derrota de la temporada con remontada incluida, quedando los madridistas a cinco puntos del Barcelona.

Transcurrido el primer cuarto de hora del encuentro llegó la primer ocasión del partido. Una impresionante combinación entre Özil y Cristiano Ronaldo, trazada con una doble pared entre los jugadores que acabó con un seco disparo del alemán que se estrelló contra el larguero.

Minutos después un lanzamiento de treinta metros de Cristiano Ronaldo se envenenó al botar delante de Moyá, pero el meta mallorquín consiguió rehacerse y despejar a córner. El ‘Pipita’ Higuaín iba a poner orden en el minuto 27, cuando recibió un gran pase de su compatriota Di María, recortó a Alexis y superó a Moyá en su salida para poner el primero en el marcador.

Cinco minutos después los blancos hicieron gala de sus problemas defensivos en balón parado con una mala salida de Casillas que Abraham no pudo aprovechar. El Madrid controlaba el encuentro a su antojo pero necesitaba el gol de la tranquilidad. Un par de ocasiones, de Cristiano Ronaldo y un pase de la muerte de Higuaín que no encontró rematador despidieron el primer tiempo.

La segunda mitad empezó con su gran susto para los visitantes, cuando Xabi Alonso se torció el tobillo sólo en un mal giro y se llevó la mano al tobillo, finalmente el donostiarra pudo continuar. El susto se convirtió en pesadilla cuando Valera se aprovechó de la pasividad de la defensa madridista en una falta lateral lanzada por Barrada para hacer el gol del empate tras un gran remate de cabeza.

El Madrid volvía a empezar de cero tras dominar todo el encuentro y Mourinho echó el resto al cambiar al francés Lass Diarra por su compatriota Karim Benzema. Tras las ocasiones de Benzema y Callejón y el tiempo apremiando, se requería un plan de emergencia. Mourinho se decidía por el órdago al introducir a Callejón en el campo por Marcerlo y le iban a caer bastos al técnico portugués.

Adrián Colunga recibía un pase largo y superaba a Albiol por velocidad para retener el balón lo suficiente para ver la llegada de Barrada y asistirle para que el marroquí voltease el marcador y llevase al éxtasis a los escasos aficionados de las gradas del Coliseum. Tras los últimos coletazos de los merengues concluyó un encuentro que empezó tranquilo pero se tornó en un auténtico infierno para los blancos.