Un estelar Diego Alves dejó al Real Madrid sin dos puntos para empezar. En un accidentado partido, el campeón no aprovechó la ventaja del gol de Higuaín a los 9 minutos y tras el empate de Jonas, emergió la figura del meta del Valencia para frenar a los blancos.

Más que para disfrutar del juego hubo tiempo para que trabajaran a destajo en la enfermería. Un choque espectacular entre Casillas y Pepe encogió al Bernabéu justo en la jugada que dio lugar al empate de Jonas. Antes, Sergio Ramos tuvo que suturar una brecha en frente y, tras el descanso, con Pepe ya sustituido, los que se tuvieron que irse al vestuario lesionados fueron Di María y Feghouli.

Al Madrid le faltó frescura y el Valencia hizo valer su orden para sacar un punto muy trabajado, parecido al del año pasado, aunque entonces el héroe fue Guaita. En esta ocasión emergió la figura de Alves, una muralla ante la que se estrellaron los madridistas una y otra vez.

Higuaín acertó pronto para encarrilar el partido. No necesitaba mucho el Madrid para controlar el partido, pese a que no había noticias de Özil ni de Cristiano Ronaldo, que apareció en escena sin la voracidad de antaño.

Todo parecía bajo control hasta que una falta botada por Tino Costa la cabeceó Jonas en una acción en la que Pepe chocó su cabeza de forma brutal con la de Iker en una salida a destiempo del meta.

Benzema y toda la artillería

Con el empate, el Valencia plegó velas y se aplicó en defensa. Mourinho movió ficha: quitó a Lass y puso a Benzema. Con toda la artillería en el campo, el Madrid jugó en campo rival y cercó el área de Alves. En balde, porque Cristiano Ronaldo no apareció, Benzema tuvo el punto de mira desviado, Di María se fue apagando y Özil sólo dejó algún detalle.

Pellegrino sacó nota en su debut. Su equipo apretó los dientes hasta el final y esperó un contragolpe para hacer daño. Se fue con un punto muy trabajado y con la sensación de que no hay tanta distancia entre el campeón de las dos ligas…. aunque ésta pueda ser una sensación engañosa.