El nasciturus que nunca dejará de serlo
Por Branka Berberijan.- El fin del siglo XX dejó al pueblo de Mijas, -provincia de Málaga-, a un, -así llamado en el lenguaje coloquial-, muerto que, en el mejor de los casos, debería pasar tres siglos hibernado o en estado cataléptico, para empezar a ir abriendo los ojos paulatinamente.
Al nasciturus, que nunca nacerá, en 1999 le bautizaron con el nombre de pila Hipódromo Costa del Sol, y su engendramiento costó a los mijeños unos 30 millones de euros, mejor dicho 50 mil millones de pesetas, -la moneda en vigor en aquel entonces-, sin que nadie les preguntara si quisieran ser padrinos de este retoño, ingeniado por Antonio Maldonado, alcalde socialista en aquel entonces, durante años perseguido judicialmente por Alianza Popular, luego Partido Popular, por sus dones especulativos, por los que, al final, su propio partido le facilitaría que se fuera sigilosamente a fin de evitar escándalos mayores.
Pues, bien, el trasfondo de esta inversión fallida es la misma como en muchos casos de aeropuertos sin vuelos, trenes sin viajeros, y otras obras faraónicas, es el enriquecimiento personal a corto plazo. Y Maldonado lo calculó, muy bien, en pleno apogeo de la burbuja inmobiliaria, cuando la comarca costasoleña era imán para los británicos de alto poder adquisitivo que establecían su segunda residencia en la zona, su intención fue sacar la máxima rentabilidad a unos millones de metros cuadrados de terrenos municipales extendidos en los altos de La Cala, a los que sólo les faltaba un atractivo adicional para poder despacharlos a su antojo. Y así se engendró el nasciturus, ya que si algo puede con los ingleses, es la hípica. Y con lo que a los mijeños les costó 50 mil millones de pesetas, Maldonado embolsó de un golpe 50 millones de comisión por venta de un solo solar, los documentos pertinentes se encuentran en el poder de un diario nacional. Luego vino la adquisición de más de 10 por cientos de acciones del Hipódromo por parte de Unicaja, entidad nacida de Caja de Ronda, que en su día presidía el mismísimo protagonista nuestro, y qué duda cabe de que por la venta de algo que según la ley humana y la divina pertenecía al pueblo, también se haya llenado sus bolsillos.
No obstante, a Maldonado se le multiplicaban los retos, habiendo caído ya en desgracia de su propio partido, marcha a China, y deja como su hombre de paja a Agustín Moreno, metido por su divino dedo índice en el ayuntamiento, a fin de que le administrara bien los maletines, y se equivoca de pleno, ya que, en un momento de anagnórisis, su paje toma autoconciencia y se independiza. Alquila las instalaciones a Carrera Entreteinment, empresa de bochornosa procedencia y, al enterarse, el padre de nasciturus vuelve rabioso, y empieza a sembrar los juzgados de denuncias contra su hijo pródigo, acusándole de blanqueo de dinero, de maletines llenos de billetes que volaron a los paraísos fiscales, hasta por su plaza de funcionario indebidamente concebida, cosa ridícula, ya que no era parte interesada en el asunto. Y todo en vano.
Sorprendentemente, la solución le llegó de mano del presunto pepero Ángel Nozal, con que tenía mucho pasado oscuro en común y, después de años de lucha de nada fructífera, consigue que el nuevo alcalde le nombrara director del recinto, lo que le facilita recuperar la custodia de su nasciturus que, según sus propias palabras nunca nacerá. “Ningún hipódromo es rentable, pero lo que queremos es que vuelva tener vida, y alargar la temporada al otoño, dijo Maldonado a un medio digital”, bonito horizonte para los catorce mil mijeños famélicos y parados. Y el colmo de cinismo es la aprobación de los 300.000 euros de nueva inversión en la imposible reanimación del moribundo, -ya se le inyectaron unos 30.000 euros de suero el año pasado-, procedentes de un nuevo crédito de 2.2 millones, que los mijeños tendrán que devolver, una vez más, sin que hayan comido y bebido. Cada uno que tiene los más mínimos conocimientos de la economía de la empresa, sabe lo que es el punto muerto y, según los cálculos, funcionando a tutti plen, esta obra faraónica llegaría al cero positivo dentro de unos 300 años, vaya perspectiva.
Sin embargo, los padrinos del nasciturus no se rinden, dice Mario Bravo, concejal de hacienda, que si los mijeños se sacrificaran un poco más, se llegaría a los diez mil de visitas necesarias para cubrir los gastos, o sea, el pueblo saqueado tiene que pagar las entradas, mientras la nueva elite nozaliana, salida de la nada, las tiene gratuitas, sin invertir un solo céntimo de su propio bolsillo en el lugar de sus citas obligadas, tan POSH, dirían los ingleses. Traducido al riquísimo lenguaje coloquial, esto significa, encima de puta, hacer la cama. Ave Cesare, Moribundus te Salutant…
Branka berberijan , de Sarajevo aunque en el 2009 era v
icepresidenta de cultura del partido popular, Que te ha pasado ? ,¿ que ya no estas y te dieron la patadita y ahora estas berreado de ellos?.
A ver si anticorrupción se pone manos a la obra. Sobran los indicios.
Hablo con pseudónimo ya que en Mijas existe el miedo, existe un gobierno que genera terror a la ciudadanía y por eso os pido perdón por ponerme ese nombre. Lo cierto es que ellos deberian ser los que tienen miedo pero en este país hay cosas que no funcionan correctamente como es la institución policial y la justicia. Bien, en este pueblo donde se han metido una caravana de chorizos (asesores y otros) que no saben hacer una “O” con un canuto que es lo que sucede. Porqué un señor no presenta las cuentas claritas, poniendo a disposición las facturas… Leer más »
El hipódromo fue creado para ser el Valle de los Caídos maldonadista. El objetivo era dar cobijo a los elefantes apartados del panorama político del momento, y de paso, sacar unos cuartos, ya que entre col y col me llevo una lechuga. Bueno, más que una lechuga fueron 50.000.000 que se embolsó el sultan reconvertido en mandarín (o magarín).
Los pequeños accionarios, que son los ciudadanos de Mijas, tienen que pedir la auditoría de las cuentas. Ya que nadie les preguntó si quisieran invertir su dinero en un muerto eternamente, por lo menos tienen derecho a saber cuándo le van a enterrar, ya que ni Maldonado es Jesucristo, ni el hipódromo San Lázaro.
Ni siquiera yo soy capaz de dar un golpe de tal envergadura, tengo que jubilarme, estos me superan con creces.
Esto es una verguenza para un municipio honrrado y trabajador como el nuestro, nos ha expoliado robado y engañado por unos delincuentes que han llegado al poder de una forma barbarica asaltando y traicionando a los verdaderamente honrrados que han trabajado por un cambio por otra forma de hacer politica, no por meter a todo tipo de cabecillas reprimidos que lo unico que quieren es forrarse CHORIZOS MAS QUE CHORIZOS TRAIDORES
Y qué fue de ese grupo de funcionarios que quisieron jugar a la corte del Sultan poniendo su nombre en la documentación del hipódromo. Y qué fue de ese porcentaje…
De siempre se apreció que es lo que pretendía el Surtan. Era hacer su obra póstuma, en un doble sentido. Un primero de enaltecimiento de su persona y un segundo de enriquecimiento para vivir una retirada política “más que digna”. Chorizos.
En proporción, la deuda del Hipódromo supera la deuda del país