Europa ha sido o está siendo islamizada. Es un proceso que se ha producido en unas pocas décadas y que va continuamente en aumento. Ese proceso impedirá la convivencia en el inmediato futuro porque el islam es la sumisión, la violencia y el genocidio; el islam es una secta destructiva que predica el asesinato del no musulmán (para una comprensión rápida del islamismo me remito a mis libros ‘Islam, visión crítica’ y ‘Chueca no está en Teherán’, Editorial Rambla).

En las sociedades de mayoría musulmana, los cristianos, los agnósticos, los ateos son asesinados. Esa invasión, ese cambio sustancial del paisaje y la demografía de las naciones europeas, se ha realizado y se viene desarrollando con los impuestos de los no musulmanes, de las presuntas víctimas futuras.
Hemos de revertir esa deriva suicida de Europa hacia un continente islámico o islamizado. Y hemos de hacerlo ya, con determinación, inteligencia y rapidez. Con discernimiento:

a) No debe establecerse ningún criterio racista ni xenófobo, pues nada hay contra
los marroquíes –nacionalidad- ni los árabes –raza- sino contra los que defienden, en cuanto musulmanes, una doctrina genocida y contraria a la libertad.

b) No debe aceptarse diferencia alguna entre musulmanes e islamistas, entre musulmanes ‘moderados’ y radicales, ni ninguna de las especies de lo islámicamente correcto.

c) No puede haber otro criterio para la inmigración y su integración que el mercado y el contrato de trabajo.

Por ello:

1.- Se suprimirán de inmediato cualquier tipo de ayuda o subvención a cualesquiera asociaciones musulmanas.

2.- No se dará ayuda social alguna a quien no haya cotizado.

3.- Se suprimirá de la legislación el criterio de reagrupamiento y se revertirán los abusos que bajo tal criterio se hayan cometido.

4.- Se prohibirá el uso del vejatorio velo en cualquier espacio público.

Los musulmanes vienen aprovechándose de contradicciones del sistema y de fisuras en el llamado Estado de bienestar. Por tanto:

1.- No existirá derecho alguno a la sanidad y a la educación si no se ha cotizado.

2.- No se facilitarán medicamentos a quienes no hayan cotizado.

3.- Se indicará a Cáritas que no puede convertirse en un caballo de Troya de la islamización o se le retirará todo apoyo financiero a la Iglesia católica, personal o estatal.

4.- No se permitirán ayudas sociales de ningún tipo, ni a la vivienda, a quienes no hayan cotizado.

5.- No se facilitará en ningún caso suelo público para la construcción de mezquitas.

Uno de los espacios de invasión ha sido la concesión prácticamente automática de la nacionalidad, por ello:

1.- Deben revisarse, aclararse y endurecerse los criterios de concesión de la nacionalidad.

2.- No se concederá la nacionalidad si no se aceptan los dos principios básicos de la convivencia:

a) el derecho a la vida de todos los ciudadanos

b) la dignidad de toda persona, varón o mujer.

3.- Se procederá a la revisión de las nacionalizaciones concedidas en las últimas décadas.

4.- La nacionalidad será retirada cuando se propugne el asesinato de los otros connacionales o la inferioridad de la mujer.

Este programa para plantar cara al islam y erradicarlo de las sociedades europeas, para evitar el fin de nuestra civilización o la existencia de graves conflictos internos, exige claridad en los objetivos y constancia en los medios, en confluencia de cuantos, al margen de las diferencias, comparten –identitarios, libertarios, conservadores, liberales- la defensa de la libertad como el fundamento de las sociedades europeas.

Este programa será planteado a la nación española por el partido Regeneración en las futuras elecciones europeas.