Desarticulada una red que trasladaba inmigrantes del CETI de Ceuta a Francia
Bajo el nombre de ‘operación Rubí’, la Guardia Civil de Ceuta ha dado por finalizada la investigación llevada a cabo para terminar con una organización que se dedicaba al tráfico de inmigrantes y que tenía conexiones con Francia y Marruecos. Al menos en lo que compete a la fase española, ya que queda por terminar la actuación en tierras galas, de ahí que la operación siga estando bajo secreto de sumario. En la ciudad han sido detenidas cuatro personas, dos marroquíes y dos argelinos, que estaban detrás de la introducción de compatriotas a través de la frontera con documentos falsos, y que después, tras permanecer en el CETI una temporada, preparaban el pase a países europeos como Francia.
Las detenciones se han llevado a cabo de forma gradual: los dos marroquíes fueron detenidos hace escasamente un mes y la pareja de argelinos el lunes. Todos ellos están en libertad con cargos tras haber prestado declaración. Los integrantes de la red tenían distintas tarifas según el trabajo que desempeñaban. Así por el mero pase con documentos falsos por la frontera cobraban entre 300 y 400 euros, pero si preparaban, con otro tipo de documentación, su salida fuera de España, el montante económico rondaba los 5.000 euros. A las detenciones que se han llevado a cabo en Ceuta, para lo que se ha contado con apoyo de la brigada de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía, se les suma las preparadas en Francia, en donde se encontraban los enlaces de esta organización. Para hacer un seguimiento exhaustivo de los movimientos y pases de la organización se ha contado con intervenciones telefónicas, avaladas por el juzgado.
Tal y como ha confirmado el Instituto Armado, existían sospechas de la existencia de una organización de apoyo que facilitaba la entrada de argelinos por la frontera. Se había notado una mayor presencia de estos inmigrantes, sobre todo en el CETI. Así por ejemplo, mientras las llegadas de subsaharianos estaban más o menos controladas, llamaba la atención que prácticamente a diario se registraba la entrada de uno o dos argelinos en el centro del Jaral o en los alrededores, durmiendo en chabolas. Esto hizo sospechar de la existencia de alguna red que los pasaba por la frontera, ya que a través de los controles del SIVE y con apoyo de las cámaras del COS no se registraban estos pases por mar. Contando con el apoyo de Extranjería de la Policía Nacional, la Guardia Civil comenzó un operativo, hace un mes, para desmembrar esta organización, conociendo de la existencia de la red que se dedicaba a la manipulación de los pasaportes.
El balance provisional de detenidos es de cuatro, dos argelinos y dos marroquíes, además de la localización de cinco inmigrantes argelinos que, en varios intentos, la organización delictiva introdujo en Ceuta con documentación falsificada. Su localización es clave en el operativo, al erigirse en la prueba de que han existido este tipo de negocios ya que se ha conseguido vincular su entrada a los detenidos.
Entre los pasaportes falsificados había españoles, franceses y marroquíes, además de otras documentaciones (permisos de conducción, tarjetas de residencia, etcétera), que completaban la identidad ficticia que adoptaban los inmigrantes una vez se producía sus traslados.
La red funcionaba perfectamente ya que uno de los detenidos residía en el CETI. Se trata de un argelino que se erigía en el enlace necesario para captar a los demás compatriotas. Tal y como ha especificado el Instituto Armado, el modus operandi usado consistía en facilitar a los inmigrantes en territorio marroquí los pasaportes manipulados para que, durante los momentos de mayor concentración de personas en la frontera del Tarajal, accedieran a Ceuta. Una vez en la ciudad, los miembros de la organización retiraban esa documentación para no dejar rastro alguno y les indicaban las gestiones que tenían que realizar para que fueran acogidos en el CETI.
Esas gestiones eran realizadas por los dos marroquíes ahora detenidos. El sistema seguido les había resultado beneficioso. Una vez que los inmigrantes estaban en el campamento tras seguir las directrices de los marroquíes (pase por la Jefatura Superior, filiación e ingreso en el campamento) ya entraban en contacto con los argelinos para conseguir, así, su llegada a Francia “contando para ello con la dispensa de los ‘pasaportes rojos’, es decir, pasaportes españoles o franceses, además de la documentación complementaria, con los que trataban de embarcar hacia el territorio peninsular”, indica el Instituto Armado. Si llevaban a cabo este pase el desembolso económico alcanzaba los 5.000 euros.
La Guardia Civil ha trasladado todas las informaciones obtenidas a las autoridades francesas para que se termine ahí toda la operación.