Según ha señalado el periodista Enrique de Diego, en su programa Clases Medias, “Bankia es nuestra Bastilla, es una trama Gürtel de dimensiones estratosféricas, en la que es preciso saber y depurar responsabilidades penales”.

Cree Enrique de Diego que “nos encontramos ante un escándalo que supera la imaginación y cualquier precedente de saqueo” y añade que “el pacto obsceno entre políticos y oligarcas financieros, típico de la cruel y despiadada casta parasitaria que nos arruina y hunde, se van a destinar más de 23.000 millones de euros a intentar tapar el agujero negro, a intentar taponar la cloaca de Bankia, fruto de la fusión de seis quiebras que, con la impúdica mentira con la que la casta perpetra sus saqueos, se presentó como el primer banco de la nueva bankia”.

“Goirigolzarri no es quien para exculpar a Rodrigo Rato. Tampoco lo son los medios de comunicación a sueldo de la facción de derechas de la casta parasitaria que intentaron una abyecta estrategia de presentar a Rodrigo Rato como una víctima y que luego han pretendido poner en exclusiva el foco en el negligente presidente del Banco de España. El caso más grave de esta intensa corrupción moral de los medios es el de Intereconomía, chiringuito político del que Rodrigo Rato es accionista con el 4,5% a través de la sociedad El Manantial de Información. Para las relaciones incestuosas entre periodismo y política me remito a mi libro ‘Dando caña’”, señala el periodista segoviano.

“Esa cantidad de dinero depredada -más de 23.000 millones de euros- es estratosférica, supera la imaginación y es el robo más grande, la confiscación de dinero privado más salvaje de la historia de España. Este escándalo sin paliativos tiene un culpable fundamental: el PP. Cuatro de los ‘fundadores’ de Bankia son militantes del PP. Los dos principales agujeros negros -CajaMadrid y Bancaja- han sido gobernados por el PP; la lista de cargos del PP y de familiares en CajaMadrid es tan nauseabunda que sitúa a CajaMadrid como una Isla Tortuga del sistema de auténticos piratas depredadores; no falta en esa lista un primo de la nepótica y retórica vacua de Esperanza Aguirre, que ha convertido el liberalismo patrio en una patente de corso, en un lodazal hediondo. Militantes muy destacados del PP son los capos de esa trama, los presuntos delincuentes a gran escala sobre los que es preciso imponer transparencia y sobre los que debe caer el escrutinio y el peso de la Ley: Rodrigo Rato y José Luis Olivas”.

“Estamos ante una trama Gürtel de dimensiones superlativas. Los movimientos del Gobierno y del PP no son de recibo. No es de recibo que ni tan siquiera se permita que Rodrigo Rato comparezca en el Congreso. Es un imperativo ético la transparencia; hay 23.000 millones de razones para exigirla. Es imprescindible una comisión de investigación en el Parlamento y la actuación inmediata de la Fiscalía. El intento de ocultación sugiere que estamos ante un cúmulo de corrupciones que implican a toda la estructura del Partido Popular en Madrid y Valencia. Es preciso saber a qué constructores se ha dado crédito y con qué garantías y si han sido financiadores de las campañas electorales del PP. Es preciso investigar todas las empresas de Rodrigo Rato, incluida Intereconomía, y sus relaciones con Bankia”.

“Bankia, esa suma de seis quiebras, informó a la opinión pública de que en 2011 había obtenido unos beneficios de 300 millones de euros, cuando en realidad había perdido más de 3.000 millones. Eso es ya de por sí un claro delito societario falseando la contabilidad. Eso no es ni tan siquiera la punta del iceberg, como tampoco la venta fraudulenta de acciones preferentes a impositores, de cuya confianza y buena fe se ha abusado facilitándoles información falsa. Rodrigo Rato es el mayor estafador de la historia de España. Esos impositores arruinados son la prueba. Las responsabilidades políticas alcanzan a Esperanza Aguirre y a Mariano Rajoy, que pusieron a Rodrigo Rato, cuando mendazmente proclamaban su postura favorable a la despolitización de las cajas. Pero antes que las políticas están las penales. Esa monumental estafa de Bankia ha arruinado a España y su factura se quiere pasar a la generación actual y, al menos, a otras dos generaciones. La sociedad española está siendo llevada al hambre por gente sin escrúpulos como Rodrigo Rato y José Luis Olivas, ese nefasto gestor que no se bajaba del avión privado.

“Transparencia y responsabilidad, caiga quien caiga. Todo el sistema está en cuestión. Bankia es nuestra Bastilla y desde aquí hago un llamamiento a todos nuestros compatriotas para conjurarnos en no cejar hasta conseguir que paguen los culpables de este latrocinio sin precedentes que ofende al sentido universal de lo que es justo”.