Ramiro González- Pocas películas reflejan la realidad de un país. Sin duda, V de Vendetta me impactó desde el primer momento, y cada vez que la veo, al final siempre llego a las lágrimas, cuando escucho a la protagonista de la cinta, hablar sobre el misterioso personaje llamado V y lo que significó para ella: V era “Edmond Dantes. Y mi padre. Y mi madre. Y mi hermano. Y mi amigo. Eras tú, y yo. Era todos nosotros”. ¿ Qué nos cuenta esta gran película? Pues nos traslada a un Londres bajo el yugo de una tiranía, en el que un hombre llamado V lucha para conseguir la ansiada libertad, robada a través de una peligrosa conspiración política que recuerda bastante a cierto atentado que hubo en España hace 8 años. A su vez, V homenajea en la película y en la novela gráfica en la que se basa, a un personaje real de la Inglaterra de 1600 llamado Guy Fawkes.

Una vez os he situado respecto a la película, me gustaría entrar en el quid de la cuestión de por qué esta película, al igual que la que comenté en el artículo de ayer, debería ser vista en las aulas. Cierto es que esta obra puede ser malinterpretada intencionadamente por los adalides de lo políticamente correcto. Si se ve en su versión original en inglés, se puede apreciar que V defiende “la equidad, la justicia y la libertad” (fairness, justice and freedom), pero en el doblaje al castellano, de pronto pasa a defender “la igualdad, la justicia y la libertad” como si fuese un parisino salido de la Revolución Francesa. Desde hace bien poco, han surgido grupos sociales, como Wikileaks, Anonymous y el movimiento 15M, que han ocasionado un cierto revuelo y han hecho las delicias de políticos pertenecientes a una ideología muy concreta, y que no han dudado en ningún momento en ponerse la máscara que lleva V en la película, con la intención de tergiversar los valores e ideales del personaje.

Ahora, realizaremos un viaje en el tiempo y el espacio que aclarará todo. Nos vamos a Londres. Es 5 de Noviembre de 1605, y hay silencio en las calles impregnadas de niebla por la humedad del Támesis. Un hombre, Guy Fawkes, se dirige al Parlamento con la intención de hacerlo saltar por los aires. ¿Por qué querría hacer eso? Pues porque el señor Fawkes era católico, y estaba un poquitín harto de que su majestad Jaime I considerase a los católicos como ciudadanos de segunda, les acribillase a impuestos e incluso les matara, como se venía haciendo desde el trono de Enrique VIII.

Como se puede apreciar, los motivos de Fawkes eran muy diferentes a los del grupo Anonymous. Y desde luego que los ideales de V también son muy diferentes a los de estos grupúsculos sociales, pues V no pretendía sustituir una dictadura por otra de la ideología contraria. Muchos pensaron en el comienzo del 15M que sus iniciativas eran buenas, pero, ¿Qué se puede esperar de algo que está financiado por un partido concreto y unos sindicatos que durante 8 años han sido fieles aliados de aquellos que nos han terminado de arrojar al precipicio? Por mucho que digan, los ideales de esta película y del histórico Fawkes no son los mismos, y como suelen hacer, manipulan la Historia a su antojo, pensando seguramente en que nadie habrá que pueda rebatirles.

Desgraciadamente para ellos, la Historia es muy sabia, y resulta que el famoso “Complot de la Pólvora” de Fawkes, tenía otro objetivo: acabar con el Rey Tirano, sustituirlo por su hija Isabel, a la que esperaban convertir al catolicismo, y así regresar a la obediencia a Roma. Pero claro, ya sabemos que la libertad de expresión tiene sus límites, muy bien establecidos por los que todos sabemos. De hecho, ya lo dijo su fundador: “Cumpliremos la Ley mientras nos favorezca”.

Sinceramente, ¿qué podemos esperar de un personaje semejante? Si alguien no la ha visto aun, recomiendo que lo haga, porque arrojará luz sobre ese compromiso que se espera de la Sociedad Civil. No el de poner bombas ni matar, pero sí el de que seamos ciudadanos conscientes de que una Democracia no es ir a votar cada 4 años, y de que es necesario un compromiso mayor del pueblo en la política, al fin y al cabo se trata de su Futuro como Nación. ¿O no?