María González Veracruz, la Chacón-Soraya-Leire de Pérez Rubalcaba
Corren aires de optimismo en las filas del socialismo hispano. En virtud de la incapacidad del gobierno para obtener la ansiada y prometida confianza internacional; ante unos recortes, cubiertos con vana palabrería publicitaria, que pierden legitimidad cuando lejos de corregir, aun cuando fuera tímidamente, los malos datos económicos los empeoran; con una administración asfixiada; tras el triunfo socialdemócrata en Francia y las derrotas parciales de la señora Merkel en Alemania, el socialismo que, tras la apabullante pérdida de votos sufrida, creía que iba a pasar varias legislaturas alejado del poder estima que, dado el deterioro demoscópico del gobierno, es posible vencer en unas elecciones que incluso podrían convocarse, pese al enorme poder acumulado por el PP, de forma anticipada.
Ante esta posibilidad el socialismo está colocando sus piezas sin que aparentemente nadie lo perciba. En este sentido Pérez Rubalcaba, renacido tras la no derrota andaluza, maniobrando con el escaso poder territorial que aún resta al PSOE para hacer oposición y alternativa, está poniendo los mimbres para esa confrontación. Por un lado, ha planteado la necesidad de redefinir el discurso socialista en clave del bluf del prefabricado 15-M; por otro, está poniendo caras nuevas, más o menos limpias, al socialismo mucho más adaptables a ese lenguaje.
Hace tiempo, durante la campaña interna para la Secretaría General del partido, advertí sobre la presencia permanente de una joven diputada flanqueando a Pérez Rubalcaba. Esta estrella fulgurante del futuro socialista responde al nombre de María González Veracruz, cuya carrera he seguido con atención dada la proximidad geográfica del que estas líneas escribe al personaje. Con 24 años accedió a la Secretaría de las Juventudes Socialistas en Murcia sacando los pies del tiesto más de una vez pero guardando las distancias con una federación socialista desastrosa. Como tantas otras su carrera profesional es la política, pero cuidado, no es Leire Pajín. Hoy forma parte del Comité Ejecutivo socialista y es la portavoz de Juventud, Investigación, Innovación y Nuevas Tecnologías, lo que no deja de ser significativo. Pérez Rubalcaba la presentó como uno de sus portavoces sin pasado durante las elecciones a la Secretaría General anuncio del segundo cambio, el interno, que ofrecía al socialismo.
Conviene no menospreciar a esta estrella emergente y no dejarse llevar por la idea de que ha llegado ahí por ser hija de uno de los habituales clanes familiares que, tanto en el PP como en el PSOE, se han convertido en caciques locales. Como decía no es Leire Pajín, entre otras razones porque es mucho más inteligente y, aunque comparta con la exministra el gusto por la demagogia, sabe perfectamente donde golpear. Prueba de su capacidad es el hecho de que, merced a su influencia, su padre se haya hecho, contra el aparato local del partido, con la dirección del desastroso socialismo murciano brindando al mismo tiempo a su hija, dadas sus relaciones internas, una mínima base de poder territorial.
Nadie que revise sus escasos discursos o los artículos publicados en su web por la joven diputada podrá encontrar algo más que la reiteración del discurso que en la actualidad mantienen los socialistas. Alguien podría incluso pensar que en la cabeza de esta chica no hay más que la liviandad del “qué bonito” o “qué maravilloso”, pero… Ideológicamente se sitúa, al menos ahí estaba hace media docena de años, en aquellos “jóvenes rojos” reinventados por José Luis Rodríguez Zapatero, aunque por influencia familiar esté vinculada al felipismo. Lo que sí sabe hacer María González Veracruz es utilizar el lenguaje, presentar los elementos ideológicos del socialismo, el proyecto no abandonado de ingeniería social, del modo más aceptable posible. No utiliza el radicalismo verbal del tándem Bibiana-Leire, prefiere el subterfugio y el eufemismo.
Tiene además la chica instinto político a la hora de golpear, aunque le falten horas de vuelo y las necesarias gotas de “mala leche”, como dirían en mi tierra, para convertirse en icono de izquierdas, pero todo se andará y los equipos publicitarios socialistas son expertos a la hora de tallar el diamante en bruto hasta cuando no es más que mero carbón. Ha dado ejemplo de ello al abordar la bochornosa realidad de la situación que se vive en Lorca con respecto a las ayudas tras el terremoto. Quizás sea pronto para decirlo, pero María González Veracruz, más que la Pajín de Zapatero puede acabar convirtiéndose en la Chacón-Soraya de Pérez Rubalcaba. La han colocado ahí para sintonizar con el voto joven que puede acabar decidiendo las próximas elecciones y probablemente, si se tercia, acabar siendo musa de unos indignados sabiamente reconducidos.
*Catedrático de Historia y portavoz de Alternativa Española (AES).
Gracias por garantizar desde AES una forma de hacer política desde la congruencia y el sentido común Francisco Torres. Por eso y porque quiero una España mejor os apoyaré en las próximas citas electorales. vivAESpaña.
Nota del moderador: Francisco Torres es un amigo y un ilustre colaborador de esta casa. Sus aportaciones prestigian y enriquecen intelectualmente a AD. Es un privilegio tenerlo con nosotros.
El PP y el PSOE están condenados a desaparecer. No tienen respuestas ni soluciones a la crisis ni las van a tener, unos por falta de ideología y otros por tener una ideología disparatada y absurda que a cualquier persona con dos dedos de frente le hace avergonzarse. El futuro político español(siendo que tenemos a uno de los populachos más borregos y progres del mundo) será la caída paulatina del PP-SOE mientras UPYD va subiendo, IU tambien subirá y tarde o temprano irrumpirá en el parlamento un partido identitario. España no tiene solución y en toda su historia solo ha… Leer más »
Estoy de acuerdo en lo primero y en lo último. Lo del partido identitario espero que sea más temprano que tarde o de verdad, nos vamos a tomar por c**