Por segunda vez en sus cuatro enfrentamientos en la competición, el Olympiacos alejó al Barcelona Regal de la final de la Euroliga. El triunfo de los griegos (68-64) hizo justicia a un encuentro en el que el Barcelona nunca encontró su nivel de juego y fue dominado por Olympiacos en todo momento. El Olympiacos jugará la final de la Euroliga el domingo próximo ante los rusos del CSKA de Moscú.

Atenazados por la responsabilidad, sin la confianza habitual en sus posibilidades y con unos bajísmos porcentajes en ataque, el Barcelona quedó eliminado ante un Olympiacos en el que Spanoulis, con su juego y sus 21 puntos, acabó con las aspiraciones europeas de los azulgrana. Un físicamente mermado Navarro fue el más destacado de su equipo, con 18 puntos.

Los nervios del Barcelona

A pesar de todo, el mejor Olympiacos no logró distanciar a un fallón Barcelona Regal en el primer tiempo y los azulgrana pudieron recuperarse tras un inicio en el que los de Xavi Pascual acusaron los nervios del compromiso.

El Barça cometió muchas imprecisiones ante un Olympiacos muy agresivo y que salió a toda velocidad, con un inspirado Spanoulis. Hasta los 3 minutos 45 segundos de juego, y tras encajar un parcial de 0-8, no llegó la primera canasta azulgrana, obra de Lorbek.

Solo a partir de ahí funcionó la gran virtud del Barça, la defensa, que llevó a un 6-10 mediado el cuarto. Sada salió para cortar la sangría Spanoulis, con quien no pudo Huertas. Se sentó un apagado Navarro, pero el Barça siguió muy estático en ataque y al final del primer periodo se llegó con 17-11 a favor del Olympiacos.

Pese a sus enormes problemas en tiro exterior y el desacierto en los triples, ninguno de sus siete primeros intentos, el Barça se aferró al encuentro con el primero de tres que anotó Wallace y un más entonado Navarro. “La Bomba” logró sus primeros dos puntos en el minuto 13, con 22-18 para los griegos.

Sin sensaciones positivas

No dio buena impresión el equipo español en el primer tiempo, pero mantuvo el tipo con la aportación final de Perovic y llegó al descanso con un tenso, aunque esperanzador 33-29 para Spanoulis y los suyos.

El dato es significativo: los dos jugadores que llegaron mermados físicamente, Navarro y N’Dong, fueron los máximos anotadores del Barcelona en la primera parte, con siete cada uno.

El Barça tenía que mejorar en todos los aspectos del juego y, sobretodo en la anotación. Mientras los azulgrana solo metió 2 de 13 triples en 20 minutos, el Olympiacos metió sus dos primeros intentos nada más empezar la segunda mitad (41-33).

Vázquez y Navarro intentan el rescate

Los tres primeros minutos del segundo tiempo complicados para el Barcelona, los suavizó Fran Vázquez con acciones de canasta, tapón y un alley- oop a pase de Navarro, que contuvieron la situación en 39-43 a los 25 minutos.

Pero Printezis respondió a la inspiración de Vázquez, en medio del duro duelo de Sada con Spanoulis. Un parcial de 0-5 llevó el marcador a un límite en el que Navarro, que estaba sentado, tuvo que salir al rescate.

El catalán dosificó sus presencias y al final del tercer cuarto se llegó con 50-47 para Olympiacos. A los últimos 10 minutos se llegó con el mismo mal panorama para las aspiraciones azulgrana.

Un milagro imposible

Con Spanoulis llevando el juego de su equipo, un triple de Navarro mantuvo el aliento (52-56) para la parte ya definitiva. El dúo Spanoulis- Dorsey y más imprecisiones hispanas elevaron aún más la tensión.

“La Bomba” volvió a aparecer, pero su equipo dio segundas opciones en el tiro a los griegos. Los cinco puntos de desventaja en los últimos minutos fueron una losa para el Barcelona. Precisamente entonces el Barça perdió su mejor virtud, el rebote defensivo, y ahí machacó Dorsey, que fue hombre clave en sus últimos minutos.

Con cuatro de desventaja (59-63) Navarro siguió tirando de su equipo en busca de un milagro que un triple de Spanoulis hizo imposible. El último minuto fue de una enorme tensión, ambos equipos separados por cuatro puntos y con faltas en ataque de los griegos que los azulgrana no concretaron a su favor para acabar con ese decepcionante 68-64.