El ministro griego de Protección Civil, Michalis Chrisochoidis, ha defendido hoy en Bruselas el muro que este país construirá en la frontera con Turquía, vía de entrada de la inmigración ilegal a la Unión Europea, porque “tendrá gran valor simbólico”.

La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmstrom, ha señalado en rueda de prensa tras reunirse con el ministro griego que la Comisión Europea “no financia el proyecto del muro”, una iniciativa que califica de “estrictamente griega” y que “no es prioritaria para la UE”.

Chrisochoidis ha afirmado que el muro, de 12 kilómetros, “se empezará a construir muy pronto y se terminará muy pronto también”.

El muro “resulta una solución solo temporal y complementaria pero tendrá un gran valor simbólico”, ha destacado el ministro ante la prensa y la comisaria Malmstrom. “Queremos lanzar el mensaje a las mafias de que la frontera entre Grecia y Turquía ya no será más la puerta de entrada de la inmigración ilegal a la UE”, ha añadido.

Atenas descarta reproducir el mismo tipo de barrera en el Evros, otra gran puerta de entrada porque “las mafias se dirigirían entonces a las islas griegas, donde hay riesgos añadidos al tratarse de desplazamientos por mar”.

Según los datos del propio ministro, cada año “llegan 115.000 personas a Grecia y la mayoría no son demandantes de asilo sino inmigrantes ilegales que usan la península como peaje para entrar en la UE”.

La frontera con Turquía ha aumentado en los últimos meses la ya alta presión migratoria “con la llegada creciente de inmigrantes sirios”.

Tanto el ministro como Malmstrom han coincidido en señalar que la solución a largo plazo es que se aplique el acuerdo de readmisión que negocian la UE y Turquía (por el que Turquía cooperaría en la recepción de los inmigrantes que le fueran devueltos).

Los Veintisiete ya han llegado a un acuerdo pero se necesita la firma e implementación por parte de Turquía.

Atenas ha agradecido el acuerdo de cofinanciación de la UE al plan de acción griego para mejorar sus infraestructuras de recepción de refugiados y repatriación de inmigrantes.

El ministro ha calificado de “crisis humana” la situación en su país, donde no existen suficientes centros de retención para los recién llegados.

Distintas agencias de derechos humanos han destacado que los servicios de recepción de solicitantes de asilo en Grecia no cumplen los derechos fundamentales exigibles en la UE por estar desbordados y adolecer de financiación por culpa de la crisis económica en la que está sumida el país.

El pasado 8 de marzo, los ministros de Interior de los Veintisiete aprobaron un plan que prevé un mayor compromiso de solidaridad de los Veintisiete a la hora de participar en misiones de la Agencia de Fronteras Exteriores, la oficina de asilo europea y el envío de recursos y medios a los países con problemas.

Grecia ha recibido ya 250 millones del fondo para recepción de inmigrantes de la UE.