Después de una nueva decepción en la Bundesliga, al empatar sin goles con el Maguncia y ver cómo el Borussia Dortmund se pone con ocho puntos de ventaja a falta de tres jornadas, los jugadores del Bayern de Múnich piensan ya en los dos títulos que aún pueden disputar: la Copa de Alemania y, sobre todo, la Liga de Campeones.

“Estaba claro que contra el Maguncia no íbamos a hacer un fútbol de fantasía”, explicó el goleador Mario Gómez. “Pero creo que el martes aquí todo va a arder”, añadía el delantero alemán, hijo de español.

“Para la Liga de Campeones no hay problemas de motivación. La Bundesliga lamentablemente está perdida pero quedan la Copa de Alemania y la Liga de Campeones. Allí vamos a sacar todas nuestras reservas y luchar”, aseguraba por su parte el mediapunta Thomas Müller.

El club bávaro quiere desquitarse ante el Real Madrid de la mala imagen ofrecida en las dos últimas jornadas ligueras, en lo que alguno de los futbolistas del conjunto muniqués como Holger Badstuber ha calificado “una semana de mierda”.

El técnico del Bayern, un viejo conocido del Real Madrid como es Jupp Heynckes, reservó en la última cita de la Bundesliga a jugadores como Ribery, Lahm, Kroos o el propio Mario Gómez. También utilizó el choque ante el Maguncia para dar su primer partido completo tras su lesión a Bastian Schweinsteiger. “Estoy convencido de que logrará recuperarse del partido para el martes”, explicaba el entrenador alemán.

El propio Schweinsteiger explicó que el martes el Bayern tiene que despegar ante los blancos la mentalidad que siempre ha caracterizado al club: “Tenemos que hacer un partido completamente distinto al de este sábado”.

El holandés Arjen Robben, por su parte, apeló a mostrar pasión y voluntad ante su exequipo: “La semana fue decepcionante pero tenemos que seguir adelante. Todavía hay dos títulos en juego”.