Cien años del hundimiento del Titanic
La bandera de la White Star Line, la armadora del crucero gigante, ondea en las calles de la ciudad más cercana al lugar de la catástrofe sucedida el 14 de abril de 1912. En el restaurant de los “Cinco Pescadores” el menú Titanic vale 46 dólares y está “inspirado en el que se ofreció a los pasajeros de primera clase en día del naufragio”.
El recuerdo del Titanic está por todas partes, no sólo por el estreno de la película de James Cameron en 3D, sino también por las maquetas y fotos que adornan las vitrinas de las tiendas. En el teatro de Halifax la única pieza está dedicada “al único negro del Titanic”, el ingeniero haitiano Joseph Laroche, con la que se pretende denunciar el racismo que existía en la época.
Un conductor de taxi evoca espontáneamente a su abuela, que presenció la llegada de los ataúdes al puerto transportados por los socorristas que llegaron demasiado tarde para encontrar supervivientes. “Ahora se lo cuento a mis nietos”, dice Bruce Blandin.
Artistas, científicos, autoridades y responsables del museo de Halifax se preparan para conmemorar solemnemente la gran catástrofe.
El 14 de abril los habitantes de Halifax podrán participar en una procesión alumbrada con velas y que seguirá un carro con un ataúd. Está previsto un minuto de silencio que simbolizará el SOS final emitido por el navío en perdición.
LA HISTORIA DEL TITANIC
En la noche del 14 al 15 de abril de 1912 los cerca de 700 supervivientes del naufragio fueron recogidos por el navío Carpanthia que los trasladó hasta Nueva York, destino final del Titanic. Los archivos muestran que desde Halifax salieron las naves encargadas de sacar del mar los cadáveres. A bordo viajaban enterradores, embalsamadores y ataúdes, recuerda el archivista Garry Shutlak.
Shutlak es la memoria viviente de la historia del Titanic y sus conferencias son muy solicitadas. Por ejemplo, puede dar precisiones sobre el menú casher de los pasajeros de tercera clase, entre los cuales figuraba un número considerable de viajeros de nacionalidad siria.
De entre las 1.500 víctimas del naufragio se rescataron 328 cuerpos. Entre ellos 119 estaban en mal estado y fueron devueltos al mar tras celebrar una ceremonia religiosa. De los 209 que regresaron a tierra 59 fueron entregados a las familias y 150, que no fueron reclamados, quedaron enterrados en Halifax.
El cementerio de Fairview, donde reposan la mayoría de los muertos, está situado en una colina que domina el puerto. Una de las tumbas pertenece a un niño de unos dos años cuya identidad ha sido objeto de largas disputas y controvertidos exámenes genéticos. Finalmente fue identificado en 2007 como Sidney Godwin, un niño inglés que falleció con toda su familia en el naufragio.
Los barcos también recogieron numerosos objetos como las tumbonas de la cubierta. El Museo Marítimo del Atlántico las compró una a una pacientemente hasta reunir la mayor colección del mundo.
Shutlak considera difícil estimar cuanto representa el Titanic en la industria turística de Halifax. Sin embargo, no cabe duda que se trata de un llamador para los pasajeros de los 120 cruceros que llegan cada año a la metrópoli de Nueva Escocia, situada 833 kilómetros al noreste del lugar del naufragio.
LA RUTA MARÍTIMA DEL TITANIC
Al igual que el legendario transatlántico, el ‘Balmoral’ partió desde Southampton (sur) la tarde del domingo con 1.309 pasajeros a bordo, exactamente el mismo número que el ‘Titanic’ el 10 de abril de 1912.
Los participantes, venidos de una treintena de países, han pagado entre 2.799 y 5.995 libras por persona (4.430 dólares y 9.500 euros) para formar parte del viaje. Todas las plazas están vendidas desde hace ya dos años.
El precio incluye comidas inspiradas en las del ‘Titanic’ y una orquesta, como la del famoso crucero que según la leyenda siguió tocando mientras se hundía el barco.
El ‘Balmoral’ seguirá la misma ruta que la del ‘Titanic’, tras una escala en Cherburgo, en el norte de Francia, y otra en Cobh, en Irlanda.
“No son vacaciones, es un viaje del recuerdo”, explica Philip Littlejohn, nieto de un camarero que sobrevivió a la catástrofe. “Estoy convencido de que mi abuelo estaría orgullo de saber que su historia va a ser compartida por todos los pasajeros que van a hacer este crucero”, añade. Littlejohn debe participar en una serie de conferencias sobre el ‘Titanic’ durante la travesía.
Otra decena de descendientes de supervivientes también harán la peregrinación.
“Yo quiero echar una flor en el lugar en el que murió mi bisabuelo”, cuenta Sharon Willing, una pasajera estadounidense.
El ‘Titanic’ chocó contra un iceberg el 15 de abril de 1912 y se hundió en las aguas heladas del Atlántico Norte, dejando 1.514 muertos.
Una ceremonia en memoria de las víctimas será organizada a bordo del ‘Balmoral’, en el lugar en el que se encuentran los restos del ‘Titanic’, el 14 de abril a partir de las 23,40h, hora en la que chocó contra el iceberg. Otro tendrá lugar a las 12H20 del 15 de abril, la hora del hundimiento.
Otro barco de la compañía Fred. Olsen, que zarpó desde Nueva York, tiene previsto unirse al ‘Balmoral’ en el lugar del accidente.