Las doce cofradías de la ciudad de Gerona ofrecieron durante el Viernes Santo por la noche un perfecto hilo argumental de la pasión de Jesús, desde la Santa Cena y la Oración en el Huerto hasta la crucifixión y muerte y el descendimiento y la puesta en el sepulcro. Precedidas por manípulos de manaies, que hicieron retumbar el barrio viejo, desfilaron por las calles más céntricas que estaban llenos de espectadores, sobre todo desde la bajada de la catedral y hasta la plaza del Vi. La procesión estaba presidida por el obispo, Francisco Pardo, y por la junta de cofradías.

En Sant Hilari Sacalm, la contundencia de los armados romanos y una escenografía muy apropiada recrearon de una manera muy emotiva la escena del Calvario y de la muerte de Jesús. Fue el punto más álgido de la representación del vía crucis viviente, que tiene más de 300 años de historia y que es una de las representaciones más relevantes de la Semana Santa gerundense.

En L’Escala, fue impresionante la escena final de la crucifixión en un ambiente plenamente marinero, en el mar de en Manassa. La Sentencia de la plaza de la iglesia inició el recorrido por los nueve cuadros del vía crucis viviente, que organiza la Asociación Cultural El Rosetón y que tuvo mucho público. En Camprodon, la procesión de los Santos Misterios pudo volver a salir a la calle después de dos años de no hacerlo debido a la lluvia. Los manaies iniciaron el jueves por la noche la Semana Santa camprodonenca y, ayer, a primera hora de la mañana, se celebró la Procesión de las Mujeres, el vía crucis con algunos pasos procesionales.

La de los Santos Misterios se inició con la plantación de pasos en el monasterio de San Pedro y se terminó en el Carmen, tras recorrer la calle Valencia y pasar por el popular puente románico, donde se pudieron retratar las escenas más típicas de esta procesión. En Campdevànol, más de 200 personas protagonizaron una de las procesiones más singulares, ya que los pasos procesionales son vivientes. En Les Planes hubo mucha gente.