La Sección Número 2 de la Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a un individuo a siete años de prisión por violación, al considerarle culpable de haber obligado a su víctima a practicarle una felación en 2010 en la pedanía murciana de Monteagudo, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia.

El suceso tuvo lugar en diciembre de 2010, cuando el agresor, nacido en Bulgaria en 1985, circulaba conduciendo un vehículo por un camino existente en el paraje conocido como Los Polvorines, en Monteagudo, por donde paseaba la víctima, a la que se dirigió inopinadamente y sin bajarse del automóvil, preguntándole si era soltera y diciéndole que quería tener relaciones sexuales con ella, a lo que la mujer le contestó que iba a llamar a la Guardia Civil. A continuación, el agresor se alejó con su vehículo e hizo un gesto que parecía dar a entender que el incidente quedaba «zanjado», por lo que la víctima siguió su camino, según recogen los hechos probados por la sentencia.

Sin embargo, posteriormente la mujer escuchó un ruido de pisadas y fue abordada por el agresor, quien ya iba a pie y le insistió en que quería tener relaciones sexuales con ella. El individuo se abalanzó sobre ella, forcejeó y la arrastró hasta la pared de una caseta de aperos próxima, tratando de impedir sus gritos, tapándole la boca y sujetándola del cuello.

Al llegar a la caseta, la víctima consideró tan evidentes las intenciones de satisfacción sexual que albergaba el acusado, que le dijo que tenía el periodo, tras lo cual, el agresor la obligó a que le practicara una felación, cogiéndola del cuello.

Síndrome ansioso depresivo

A consecuencia de estos hechos, denunciados por la víctima el mismo día, la mujer sufrió una herida en el labio superior, dolor en la región cervical y síndrome ansioso depresivo. Asimismo, ha tenido que recibir varios tratamientos psicológicos y clases de defensa personal, sufre miedo a salir sola y ha modificado sus rutinas de ocio, pese a que su agresor ingresó en prisión el 17 de diciembre de 2010.

La Audiencia Provincial ha condenado al individuo además a indemnizar a la víctima en 650 euros, por lesiones, y en 6.000 euros por daño moral, absolviéndole, al propio tiempo, de la falta de lesiones que le era también imputada por el fiscal.