Madrid y Barça imponen su autoridad y terminan la primera vuelta con cinco puntos de diferencia
El Real Madrid necesitó de la mejor versión de Mesut Özil para derrotar a un buen Athletic en el Bernabéu. La zurda del alemán guió a su equipo a un triunfo más tortuoso de lo que dice el 4-1 final, ante un rival que siempre quiso la pelota y que siempre supo hacer mucho daño con ella. Se adelantaron los de Bielsa con un gol de Llorente, pero Marcelo, la otra zurda del Madrid que permanecía en paradero desconocido, acudió al rescate del líder, que afianzó su posición gracias a dos lanzamientos de Ronaldo desde los once metros. Callejón cerró la cuenta ante un rival con diez que, pese a todo, quiso morir en campo rival.
El Athletic no engañó a nadie. Empeñó su palabra en presentarse como un equipo valiente en el escaparate de Chamartín, y eso hizo. Seguramente le favoreció el volantazo de Mourinho, que dejó a Pepe en la grada y a Lass en el banquillo. Su apuesta esta vez sonrió a los ‘jugones’: Granero -primera tiutlaridad del curso en Liga- como par de Alonso y, por delante, Kaká y Özil. El alemán se movió por todo el frente de ataque, sin que la zaga del Athletic consiguiera ubicarle durante los 90 minutos. Fue como perseguir una sombra, un empeño en el que Özil siempre jugó con ventaja. Además de la siguiente jugada, siempre tuvo en la cabeza al menos un par de alternativas más. Y con el balón cosido siempre a una zurda simplemente sublime.
Cierto que el Athletic también tuvo su Özil. La electricidad de Iker Muniain alimentó el ataque rojiblanco durante todo el primer tiempo. Con Llorente como amenaza constante, el menudo futbolista navarro mezcló de maravilla con el tipo de centrocampistas que Bielsa ha impuesto en su equipo, los Ander, De Marcos, Susaeta, Iturraspe… Con todo, el gol del Athletic fue especialmente doloroso para el Madrid, porque llegó en la suerte que mejor dominan los blancos: el contragolpe. La jugada aún tuvo un elemento de sorpresa extra, ya que el último pase, una rosca perfecta desde la derecha que dio toda la ventaja al remate de Llorente, llevó la firma de Javi Martínez, supuesto central vasco.
El tanto espoleó al Madrid, que pese a todo no entró mal al partido. Tuvo actitud aunque, al principio, no demasiado juego. Özil se movía ya con criterio, aunque la primera gran ocasión la tuvo Benzema, que despreció un magnífico centro de Ronaldo. A la siguiente, Marcelo hizo bingo, tras una de sus particularísimas incorporaciones al ataque. Subió sorteando rivales alegremente, asociándose con Özil, con Cristiano y con Benzema, que le dejó solo ante Gorka. Marcelo le batió con suficiencia justo el día que volvió a parecerse al Marcelo que se fue de vacaciones de Navidad. Un jugador insustituible en este Madrid.
Llorente perdona, Ronaldo no
El Athletic digirió mal el gol, pero no se quedó en la lona. Ahí lo tuvo el Madrid sus buenos diez minutos, pero no acertó con el golpe definitivo. De hecho, el final del primer tiempo fue un carrusel de ocasiones en ambas porterías. La mejor, sin duda, un remate de Llorente, al que le faltó el toque fino del gol.
El Madrid no tardó en penalizar el error del internacional. En la primera jugada del segundo tiempo, Iturraspe agarró a Kaká dentro del área. Le habilitó Cristiano, aunque la acción la inició Özil, en el costado derecho, desde donde partió un balón que acabó filtrándose por la banda opuesta. Cristiano puso el penalti en la escuadra, y el Madrid se vio de nuevo entonces en su escenario preferido: ante un rival obligado y con muchos metros por delante para deleite de sus velocistas. Fue Özil el que supo completar la acción definitiva, gracias a una buena asistencia de Benzema que el alemán quiso embellecer con un regate de tacón ante De Marcos. El defensor le derribó por detrás y Ronaldo volvió a los once metros para cerrar el partido. Bielsa, que ya había sacado del campo a Llorente para dar entrada a Toquero, se quedó sin más alternativa que la dinamo de Muniain.
El Madrid, mientras, seguía presumiendo de arsenal. Salió Higuaín y en un ratito hizo una ocasión clara, un remate al palo y una asistencia para Callejón, que añadió una muesca más a su revólver. Por el camino se quedó un posible penalti de Ramos a Ibai y la atractiva propuesta del Athletic. Hermosa, pero insuficiente para inquietar a un Madrid que mató con el puño de seda de Özil. Una baza que, salvo sorpresa monumental, Mou está obligado a jugar de nuevo en el Camp Nou.
LEVANTE, 0 – ZARAGOZA, 0
Levante y Zaragoza han empatado a nada. Ninguno de los dos equipos dio ningún tipo de espectáculo a los aficionados y tampoco merecieron llevarse los tres puntos. Durante la primera mitad, el único acercamiento a portería lo realizaron los levantinos, con un disparo de El Zhar que se estrellaba en el palo aunque la jugada había quedado invalidada por fuera de juego. En la segunda mitad, el partido seguía con la misma tónica. Además, los dos conjuntos se preocupaban más en no encajar un gol que les dejara sin ningún punto que en volcarse a buscar la victoria.
El Levante se queda con 31 puntos en la cuarta plaza, ocupando puestos de ‘Champions League’, mientras que los aragoneses continúan colistas, con 12 puntos y 12 partidos seguidos sin conseguir la victoria.
MÁLAGA, 1 – BARCELONA, 4
El FC Barcelona ha superado con mucha facilidad (1-4) su complicada visita al Málaga de Pellegrini, en partido correspondiente a la primera jornada de la Liga BBVA, que fue suspendida en su día por la huelga de futbolistas, una victoria sustentada en las botas de un Messi estelar que olvidó su sequía goleadora fuera de casa con un ‘hat-trick’.
El crack argentino, que tan sólo había logrado un gol como visitante en lo que va de Liga, fue el actor protagonista de la victoria de su equipo, se encargó de llevar el peso del ataque culé ante la ausencia de Xavi y mostró un repertorio técnico y una definición de cara a puerta digna de un triple balón de oro. Con este triunfo, los de Guardiola olvidan sus problemas lejos del Camp Nou y se mantienen vivos en la lucha por la Liga BBVA.
RAYO, 0 – MALLORCA, 1
El conjunto de José Ramón Sandoval fue el dominador del partido gracias a una gran posesión en el centro. Movilla y Javi Fuego pasaron por encima al mediocampo bermellón y su equipo lo notó, sobre todo durante la primera mitad, porque su intensidad descendió tras el descanso.
Los de Caparrós parecían perdidos en los primeros 45 minutos y sólo conseguían llegar a la portería a balón parado. Por su parte, el Rayo se acercaba cada vez más a la meta de Aouate, pero el israelí se mostró muy sólido bajo palos. Pese a ello, Michu tuvo su oportunidad al aprovechar un centro de Tito desde la banda derecha, pero su cabezazo se marchó a la derecha de la portería. Además, Casado buscó el gol con un centro envenenado que se estrellaba en el poste en el
minuto 44.
En la segunda mitad, el Mallorca fue a más. Los bermellones se hacían notar en el partido poco a poco y pronto llevaron su dominio al marcador. Ramis mandaba a las redes de Dani una falta botada desde la banda derecha por el ‘Chori’ Castro y ponía el 0-1.
Tras el gol, el Rayo fue descendiendo su intensidad, pese a que su técnico intentaba solucionar el problema metiendo a Delibasic en el terreno de juego en detrimento de Movilla. Los franjirrojos ponían empeño, pero no les salía nada, mientras que el Mallorca se iba haciendo dueño y señor del balón hasta acabar llevándose los puntos.