Un documento manuscrito de 2004 incluido en el sumario de la «operación Babel», que afecta a los negocios de Iñaki Urdangarín al frente del Instituto Nóos, recoge que doña Cristina de Borbón percibió unos ingresos de la Casa del Rey de 72.000 euros. El matrimonio destinaba por entonces 52.000 euros cada trimestre a pagar la hipoteca de su casa, una deuda que empezó abonando en mayor parte la Infanta y cuyo grueso acabó asumiendo el marido.

El papel tiene fecha de 5 de noviembre de 2004 y señala que la hija menor del Rey recibe otros ingresos de 90.000 euros de la Caixa, entidad para la que sigue trabajando como directora del Área Social de su fundación, según recoge el sumario.

La Infanta Cristina recibe cada año una partida de los Presupuestos destinada a la Casa del Rey y que puede variar en función de los actos a los que asista en representación de la Corona. La suma que recibe la decide don Juan Carlos, que dispone de un máximo de 375.000 euros para repartir entre la Reina, la Princesa de Asturias y las infantas Elena y Cristina, según hizo público Zarzuela.

El documento tiene otros apuntes referidos a los ingresos de Urdangarín, que ascienden a 300.000 euros, 200.000 euros procedentes de «Londres» y otros 100.000 euros -esta cantidad aparece escrita entre interrogantes- de «París».

El unos folios manuscritos se hace referencia a un préstamo por 3,4 millones y a un contrato de arras de 400.000 euros para la compra de la casa, dividido a partes iguales entre el duque y su esposa. Urdangarín y su mujer destinaban 52.000 euros cada trimestre a pagar la hipoteca de su casa en 2004. La Infanta abonaba tres cuartas partes de la deuda y el resto, su marido.

Siguiendo este esquema pagaron 1,8 millones de los 3,4 millones de la hipoteca, con lo que a fecha de 5 de noviembre de 2004 aún debían 1,6 millones. A partir de ese momento, el «plan de reducción de la hipoteca» contenido en el manuscrito refleja que Urdangarín se haría responsable de tres cuartas partes de la deuda (39.000 euros cada trimestre) y su esposa, de una cuarta parte (13.000 euros).

El duque de Palma y la Infanta Cristina prestaron 400.000 euros a Diego Torres para ayudarle a comprar su vivienda en Sant Cugat del Vallés (Barcelona), que le costó 1,5 millones, según declaró el pasado 8 de noviembre el socio de Urdangarín ante el grupo de delincuencia económica de la Policía judicial en Barcelona.

Aunque Torres sostiene que «nunca recibió un préstamo» de su socio, al exhibirle un contrato firmado el 16 de diciembre de 2004 en el que él y su esposa reconocían adeudar a los duques de Palma 400.000 euros, el imputado manifestó que «si lo que pone en la hoja es cierto, es que fue así», aunque dijo que no lo recordaba «al cien por ciento».

Tampoco se acordaba Torres de cómo devolvió el dinero, si bien explicó que era una «especie de préstamo puente» mientras esperaba recibir la hipoteca, que le costó 1,5 millones y para cuyo pago empleó un préstamo de 1,2 millones y 400.000 euros procedentes de la venta de un antiguo piso suyo.

Al imputado se le mostró también la carta de pago -ambos documentos se intervinieron en el domicilio particular de Torres-, que fue firmada el 17 de mayo de 2006, y en la que Urdangarín manifestaba haber recibido los 400.000 euros que él y su esposa les habían prestado en 2004.

Torres también declaró que Urdangarín y él no cobraban salarios por sus cargos en Nóos, sino por los servicios a través de empresas de las que eran administradores, para desarrollar proyectos. Entre las sociedades que facturaban servicios figuran Nóos Consultoría Estratégica, S. L., de la que era administrador Torres, y la inmobiliaria Aizoon, propiedad de los duques de Palma.

El socio de Iñaki Urdangarín, Diego Torres, se benefició entre abril y diciembre del pasado año del uso de una embarcación de recreo que había sido alquilada por 12.000 euros por la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, una de las organizaciones vinculadas al duque de Palma y cuya finalidad es el fomento del deporte entre niños discapacitados y enfermos de cáncer. El velero se alquiló a una sociedad cuya administradora es la mujer del propio Torres.

Así se deduce de unos documentos aportados por la Policía y la Guardia Civil al sumario de la «operación Babel», que investiga las actividades supuestamente fraudulentas de los responsables del Instituto Nóos. Torres suscribió, en calidad de presidente de la fundación, un contrato con la sociedad Octium, S. L., en la que figura como administradora su esposa, Ana Tejeiro, imputada en la pieza desgajada del «caso Palma Arena» por el juez José Castro. Se trataba de un velero de 10,60 metros de eslora con capacidad para ocho personas.

Según los términos del contrato, el barco debería utilizarse para desarrollar el programa «Velas por la vida», sin que pudiera destinarse a ninguna otra actividad «sin autorización de la parte arrendadora». En un segundo documento, el también imputado Miguel Tejeiro autoriza a «utilizar la embarcación Octium en cualquiera de sus formas y con carácter indefinido».