Cientos de personas pasan la noche al raso para presenciar en vivo el sorteo del ‘Súpergordo’
Pasar la noche al raso y hacer cola a casi cero grados no arredró a los cientos de personas que desafiaron al frío y la oscuridad, deseosos de presenciar en vivo el sorteo con el premio más ‘gordo’ de la historia de la lotería. Y el más difícil del ganar. El ‘Súpergordo’ de Navidad cuyo sorteo acogía por segundo año el palacio de Congresos de Madrid, la casa de la fortuna en el día más esperado del año. La lotería navideña que reparte más de 2.520 millones de euros a los que aspiraban por primera vez 100.000 números repartidos por todo el mundo, 15.000 más que el año pasado.
Las puertas del salón se abrieron a las ocho en punto. Enseguida se ocuparon las casi 2.000 butacas del Palacio de Congresos de Madrid, frente al estadio Santiago Bernabéu, atestado de los fanáticos de la lotería que cada año desafían el sueño y el frío en busca de suerte.
La rueda de la fortuna se puso en marcha pasadas las nueve y cuarto de la mañana tras el ritual de la introducción de las bolas. El ‘Gordo’ más gordo de los dos siglos de historia del sorteo, el soñado ‘Regordo’ prometía 400.000 euros al décimo, cifra inédita y más jugosa que nunca, un 33,3 por ciento más alta que la del año anterior. Esto es, 4 millones por serie y un total de 720 millones para las 180 series del primer premio sorteo más difícil de ganar. Y es que al haber más números, el ‘Gordo’ es más escurridizo y las posibilidades de ganarlo son bastante menores, una entre 100.000, lo que supone pasar del 5,68 al 5,3 por ciento.
Fama fugaz
Muchas de las butacas del salón las ocuparon personas ataviadas con los más diversos y estrafalarios disfraces. La mayoría habituales de este evento mediático al que acuden cada año en busca de la suerte en forma de millones y de unos fugaces segundo de fama. Forofos loteros a los que los centenares de cámaras que cubren el sorteo ofrecen una cálida y simpática complicidad. No faltaron una duquesa de pega Alba con su flamante esposo, una troupe de cooperativistas sin vivienda disfrazada de la casa de sus sueños, los habituales Santa Claus, pasando por abanderados, romanos, emplumados o endecimados y empedrados de bisutería.
Liturgia
Pasadas las nueve la liturgia de la fortunas se ponía en marcha con un espontáneo aplauso de la concurrencia. El primer rito, como siempre, pasar las bolas de los premios de las liras a las tolvas y al súperbombo. Una metódica liturgia que contempla mostrar al respetable cada uno de los grandes premios antes de introducirlas en el bombo. Como cumple, el ‘Regordo’ de los cuatro millones de euros por serie fue saludado con vítores y aplausos.
A las nueve y quince minutios se escuchaba ya el sonsonete de cifras y euros de los 40 niños y niñas del Colegio de San Ildefonso que este año reparten la fortuna. Janet Jara y Evelyn Calderón fueron las primeras. En el bombo grande, los 100.000 números (del 00000 al 99.999) que encierran los sueños de millones de personas que se han gastado una media de menos de 60 euros en décimos, casi medio punto menos que el año pasado. En el pequeño, las apenas 1.807 bolas de premios a los que corresponden los 2.520 millones en busca de nuevos propietarios.
Entre ellos el histórico ‘Gordo’ con sus 400.000 euros al décimo, 20.000 euros de premio por cada euro jugado. Además, un segundo y tercer premio de un millón y cuarto medio millón de euros a la serie, respectivamente, dos cuartos y ocho quintos premios.
En la hora anterior al inicio del sorteo decenas de curiosos se acercaron a las liras para comprobar que su número estaba realmente en esas bolitas de madera de boj de apenas tres gramos de peso y 18,8 milímetros de diámetro, capaces de sembrar toneladas de alegría y teñir de ilusión los futuros que enluta la maldita crisis. Los cien mil números, grabados con láser en las diminutas esferas, pasaron la noche vigilados en el gigantesco bombo de casi una tonelada.
Los agraciados serán los menos. Las matemáticas aseguran que el 85% de los compradores de un décimo se quedarán con las manos vacías, frente a la probabilidad del 5,3% de obtener premio.
Este año los mas ‘jugones’ han sido los riojanos, con una media de gasto de 106 euros, seguidos de castellano leoneses (102), y asturianos (96). Los que menos se han rascado el bolsillo, melillenses (16,9 euros de media), ceutíes (17,1) y baleares (40,5).
La emisión de este año es de 3.600 millones de euros de los que se reparen en premios un 70%, esto es 2.520 millones. Es la cifra mas alta de la historia de este sorteo, que se ha celebrado ininterrumpidamente desde 1812, sobreviviendo a todos los avatares de la historia. Un sorteo que en estos dos siglos ha favorecido sobre todo a Madrid, Barcelona y Sevilla, que han recibido el ‘Gordo’ en 73, 38 y 15 ocasiones.