«En Pozoblanco es vox populi que hay vasos comunicantes entre el PSOE y Prode, siempre los ha habido». El entrecomillado pertenece a un concejal de la oposición que prefiere refugiarse en el anonimato. En esta localidad cordobesa aún pesa cierto temor a cuestionar a dos poderes fácticos que han calado hondo en su médula social: uno es el PSOE, que ha gobernado la ciudad desde el inicio de la democracia —con un paréntesis de dos años de coalición PP-PA a causa de una rebelión interna—; el otro estamento intocable es esta organización dirigida a discapacitados que da trabajo, incluso de forma indirecta, a buena parte del municipio más poblado del norte de la provincia.

En su plantilla, que ronda las 150 personas, figuran dos hermanos del delegado de Empleo de la Junta de Andalucía, Antonio Fernández Ramírez, quien, obviando los lazos de sangre, aprobó darle 1,6 millones de euros (más de 266 millones de las antiguas pesetas) repartidos en 18 subvenciones para incentivar la contratación de discapacitados e impartir cursos entre 2009 y 2011, como destapó ayer ABC.

Los «vasos comunicantes» no son una mera figuración. Tienen nombre propio. A saber, Miguel Ángel Urbano y Francisco Ranchal Molina ocupan dos direcciones en la misma fundación que tiene contratados a los hermanos de Fernández, pero también forman parte de la comisión ejecutiva del PSOE de Pozoblanco, que hasta 2008 dirigió el propio delegado de Empleo. El responsable autonómico fue alcalde de esta localidad entre 1987 y 2004 y es secretario de Política Municipal del PSOE cordobés.

Este episodio guarda similitudes con el caso de las subvenciones de la Junta que recibió la academia de la mujer del vicesecretario general del PSOE de Andalucía y diputado, Rafael Velasco,que se saldó en 2010 con su cese irrevocable. No parece que Fernández vaya a seguir sus pasos ni que el consejero Manuel Recio se lo exija habida cuenta de la sucesión de escándalos que salpican a la Consejería de Empleo.

Miguel Ángel Urbano ejerce como director administrativo en Prode y lo compagina con la Secretaría de Organización del partido, como número dos del secretario local y alcalde actual, Pablo Carrillo. Durante la etapa en que Antonio Fernández permaneció en la Alcaldía, Urbano fue su secretario particular y mano derecha.

Francisco Ranchal, por su parte, es secretario de Política Municipal e Institucional en la agrupación local socialista a la vez que director técnico de Prode. Esta fundación nació como ONG hace 27 años y ha experimentado una expansión empresarial imparable al abrigo de las ayudas que le ha ido inyectando la Junta y los favores recibidos por el Ayuntamiento pozoalbense con la cesión de terrenos para sus instalaciones.

Pero no terminan ahí las sinergias PSOE-Prode. Su presidente y fundador, Blas García Rodríguez, ha presidido hasta hace año y medio el partido en Pozoblanco. Ocupó este cargo honorífico en la ejecutiva de 2008. Su hijo, Blas García Ruiz, es el director general de Prode y también formó parte del aparato del PSOE local.

Sandra González, vocal en la ejecutiva socialista, recaló en el Ayuntamiento en el pasado mandato procedente de la fundación. Como concejala de Servicios Sociales abrió la puerta a Prode para que se encargara de la ayuda a domicilio, a pesar de que dicho servicio municipal ya lo venía prestando otra firma especializada.

Familiares de ediles

También hay una larga nómina de familiares de cargos socialistas que trabajan para Prode. El hijo del secretario provincial del PSOE y regidor pozoalbense, Pablo Carrillo, ha estado realizando prácticas en la firma. Según fuentes cercanas a la empresa, otro hijo del que fuera concejal de Urbanismo por el PSOE entre 2007 y 2009, Francisco López,trabaja en la empresa. La mujer y la hija de su compañero de gobierno, Serafín Pedraza, exedil socialista de Cultura también aparecen en la web de Prode como «profesionales responsables» de los servicios de apoyo a la vida independiente y de ayuda a domicilio, respectivamente. Todos ellos componen un mosaico sin fin de vasos comunicantes.

ABC/Reproducido.