Es la inquietud que embarga a la senadora del PSOE electa por Valencia, para quien son el feminismo y el socialismo los que aportan “las claves para interpretar el mundo”.

Como Alborch sostiene que el feminismo ha “mejorado el mundo”, es por lo que considera que debería declararse “patrimonio democrático de la Humanidad” y ha asegurado que tanto el feminismo como el socialismo aportan “las claves para interpretar el mundo”.

Quien fuera ministra de Cultura con Felipe González presidía ayer hoy en León el acto de inauguración de un busto de la histórica feminista española Clara Campoamor, que logró el sufragio universal en 1931 -por cierto, en medio del aislamiento de los socialistas, que consideraban que el sugrafio femenino iba a favorecer a la derecha-. Allí sostenía, en declaraciones a los periodistas, que esa “mujer sobria” representa la “lucha necesaria de las mujeres”.

Del mismo modo, destacaba la importancia de hacer ahora, “en estos momentos tan difíciles”, una “mirada retrospectiva” hacia aquella España de la República, momento en el que Clara Campoamor logró ampliar al colectivo de la mujer la posibilidad de participar en la democracia. “Ir a nuestro núcleo duro hace que nos sintamos con más valor para enfrentar los momentos y ver que, en la Historia, por naturaleza no se logran los derechos, sino que hay que luchar para seguir avanzando”, afirmaba la senadora socialista, para quien “cualquier parálisis supone retroceso”.

También sostenïa que hay una “percepción social” de que la igualdad es beneficiosa para el conjunto porque “no sólo es un derecho”, sino que “hace que las sociedades se modernicen y sean más justas”.

Por ello, se ha felicitado por la iniciativa de la Asociación Clara Campoamor de León de dotar a la ciudad de un busto con el rostro de la histórica feminista. Una forma de “invitar a la ciudadanía a que piense y se pregunte quién era Clara Campoamor y, por tanto, a tener un mayor conocimiento de la figura” porque “en todas las ciudades debería haber bustos y calles con su nombre y deberían de ser las mujeres célebres de la historia las que estén en nuestros itinerarios cotidianos”.