A falta de solo cuatro días para que la final de la Copa Davis vea la luz en Sevilla, el ambiente comienza a caldearse. Con su capitán a la cabeza, los argentinos han expresado su indignación por lo que consideran unas instalaciones impropias para albergar un evento de semejante magnitud.

“Esto es la final de la Copa Davis. Si nosotros ponemos una cancha como ésta, nos echan a todos”, lamentó Tito Vázquez, máximo mandatario de la albiceleste, en unas declaraciones recogidas por el diario Clarin.

Mientras los jugadores de ambos equipos apuran sus entrenamientos en la capital hispalense, los sudamericanos han encontrado en el sol y la luz una excusa perfecta por si los resultados no acompañan y la ‘Armada’ vuelve a imponerse. Consideran que los rayos penetran de tal forma en la pista que impiden ver de forma correcta la pelota a los jugadores. Un problema que, en todo caso, sería igual para españoles y argentinos.

El capitán argentino ya había mostrado su malestar el domingo, pero los lamentos se han multiplicado después de que sus jugadores se entrenasen a la misma hora en la que se jugarán los partidos. También David Nalbandian puso peros a la luminosidad. Tras perder un punto cegado por el sol, exclamó: “¿Pero qué es esto? `No se ve nada!”. Hace unos días, empero, Vázquez había elogiado la pista:
“Increíblemente, fue construida en cinco días y se ve muy firme. Esperaba una cancha con mucha más tierra suelta, pero está mucho más firme de lo que imaginábamos”, llegó a decir.

España pretende conquistar en Sevilla su quinta ‘Ensaladera’, después de las levantadas en 2000, 2004, 2008 y 2009. Precisamente, en la final de 2008 ya superó a Argentina (3-1). El equipo capitaneado por Albert Costa está formado por Rafael Nadal y David Ferrer, recién llegados de la Copa de Maestros disputada en Londres, además de Feliciano López y Fernando Verdasco, mientras que Marcel Granollers es el quinto hombre y ejerce de suplente y ‘sparring’. Argentina se presenta con un bloque sólido integrado David Nalbandian, Juan Martín Del Potro, Juan Mónaco y Juan Ignacio Chela.