El expresidente brasileño Lula da Silva se ha afeitado este miércoles la cabeza y la barba anticipándose a las consecuencias de las quimioterapias que comenzó hace 15 días contra el cáncer de laringe. Su esposa, Marisa Leticia, ha sido la encargada de quitar al exmandatario la barba que mostró durante tres décadas y que fue uno de los signos distintivos en la lucha obrera que encabezó por años y que le llevó en 2003 a la Presidencia de Brasil.

El Instituto Lula divulgó una fotografía del líder de izquierda en su casa de Sao Bernardo do Campo, en el estado de Sao Paulo, en las que aparece sin cabello y sin barba, pero con bigote, y muy sonriente al lado de su mujer que luce un jersey de la campaña contra el cáncer de mama. Estas son las primeras imágenes que se divulgan de Lula desde que comenzó el tratamiento contra el cáncer de laringe que le fue diagnosticado el pasado 29 de octubre y que le obligó a someterse a su primera sesión de quimioterapia días después.

El equipo de médicos del Hospital Sirio Libanés, en Sao Paulo, descartó someter a Lula a una intervención quirúrgica argumentando que el tumor se encuentra en estadio intermedio. Lula, de 66 años, ha continuado el tratamiento en su vivienda donde ha recibido la visita de amigos y allegados, entre ellos, su sucesora, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien la semana pasada aseguró que el exmandatario se encuentra “muy bien”. Por la mañana de este miércoles, Lula tenía previsto asistir al primer evento del instituto que lleva su nombre, pero tuvo que posponer su participación para someterse a unos análisis de sangre, informa el diario local ‘O Globo’.