D.M.- Media hora necesitó Leo Messi para despejar todas las dudas que se habían creado sobre él y dar así un empujón al Barcelona para que los culés acabaran con el Mallorca . Los chicos de Guardiola entraron al terreno de juego heridos en su orgullo después de todo lo que se había publicado en los medios de comunicación y finiquitaron el duelo ante los baleares por la vía rápida, 5-0 con tres tantos de Messi cuando se cumplían 30 minutos de encuentro, uno de Cuenca para estrenarse en el Camp Nou y otro de Alves en el tramo final del choque.

Guardiola no se dejó llevar por el nerviosismo creado tras los últimos resultados y dio descanso a Xavi e Iniesta para dar entrada a Keita y Thiago. La verdad es que con dar la titularidad a Messi era más que suficiente debido a que el argentino se comió él solito a la zaga bermellona. Cuenca acompañó a la estrella culé una vez más y tras errar el mano a mano ante Roberto en el duelo contra el Granada, no falló en esta ocasión. Aouate fue la víctima del chico de Reus en la segunda mitad. Al canterano no le tembló el pulso y después de regatear al israelí marcó el cuarto de la tarde.

Antes de que Cuenca se estrenara con el primer equipo los culés habían tenido tiempo para disfrutar de los suyos como en las grandes citas. Con la primera ocasión del Mallorca olvidada, Thiago, Busquets y Keita se hicieron dueños del centro del campo y a los chicos de Caparrós sólo les quedó correr detrás de la redonda. Joao sintió demasiada presión al rematar en el área pequeña solo ante Valdés cuando el marcador mostraba las tablas y a partir de entonces, el meta culé fue sumando minutos sin encajar goles para acercarse a los registros logrados por Reina hace 39 años.

Apenas había llegado el Barcelona al área de Aouate cuando N’Sue cortó un pase con la cabeza de Adriano dentro del área. El brasileño recibió un centro de Cuenca y la acción ilegal fue clara. Messi no falló desde el punto fatídico y puso el primero al engañar al portero israelí.

No pasaron ni diez minutos y la acción se repitió. El final fue el mismo aunque la ejecución varió algo respecto a la primera jugada. Cuenca volvió a ejercer como extremo por la derecha, puso un balón al segundo palo y Adriano, en esta ocasión con el pie, puso el cuero en el corazón del área para que Messi rematara a placer y sumara su segundo tanto de la noche.

En plena racha goleadora, La Pulga se quitó todos los males de un suspiro y firmó el tercer gol al rematar un centro de Alves al corazón del área. De primeras, entre los defensas del Mallorca, Messi no dio opción a Aouate y mandó el cuero al fondo de la red. Todo lo que no había metido Messi en las jornadas anteriores lo metió ante un Mallorca que pagó los platos rotos.

Tras la reanudación, Guardiola volvió a probar su defensa titular, Piqué y Puyol ocuparon el centro de la zaga con la intención de coger ritmo de competición y Deulofeu también pudo debutar en Primera con la elástica culé. El joven extremo ocupó el extremo y demostró que es una de las joyas de la nueva Masía con valientes acciones. Buscó intervenir en el juego con desparpajo y no se arrugó a la hora de encarar a sus marcadores.

Con el pie del acelerador algo levantado, los de la Ciudad Condal dejaron pasar los minutos, tocaron el cuero en el centro del campo y desgastaron a un rival que terminó viendo como se producía la manita en el césped del Camp Nou. Primero fue Cuenca, como ya hemos mencionado, al inicio de la segunda mitad y finalmente, Alves puso la guinda del pastel. El brasileño se sacó un potente chut cuando el duelo tocaba su fin que se coló por la escuadra izquierda de la meta defendida pro Aouate. Desde unos 30 metros el lateral levantó la cabeza y no se lo pensó dos veces, golpeó el cuero con fuerza y el meta israelí poco pudo hacer pese a la estirada.

Finalmente, el Barcelona demuestra que pese a los pobres números de cara al marco rival conseguidos en las últimas fechas, nunca es un buen momento para medir las fuerzas con él debido a que sus estrellas pueden hacerte un roto en cualquier momento.